martes, 31 de enero de 2012

Tarde de recados

Cómo adoro salir por las tardes por mi pequeña ciudad.

Es una de las actividades que más me gustan, tanto sola como en compañía: ir de un lado para otro, con una lista de cosas por hacer (ir a Correos, recoger las botas del zapatero, comprar un regalo, mirar esto en esta tienda), tachando cosas conforme las voy realizando. Me gusta sentir el bullicio de la calle, pasar frío en invierno y aprovechar el trayecto de mi casa al centro para caminar un poco. Y ahora, con los preparativos de la boda, ¡tengo más excusas para salir!

La semana pasada estuve con una amiga de rebajeo (no sólo de preparativos de bodas vivimos) y lo pasamos pipa, no parábamos de reír (mi amiga es de esas que se pone a compartir impresiones con todos los dependientes, y eso da mucho juego). Acabamos en una de esas tiendas que venden detalles de boda y otros artículos similares. Si bien tanto el regalo para los invitados como el alfiler los he encargado on-line (también el libro de firmas, y la figura de novios) me niego a pedir más cosas por Internet, ¡no quiero privarme de estos momentos de mirar cosas y hablar cara a cara con las dependientas! Lo pasamos genial hojeando catálogos y descubrí que... la mayoría de las cosas son más baratas en estas tiendas que en Internet. Vale que no hay ciertos detalles artesanales que únicamente encontrarás en Etsy (y si te encaprichas, cómpralo de ahí; o de su vertiente ibérica Artesanum) pero para otros asuntos más mundanos, lo mejor son las tiendas.



Otra tarde, inspirada por este precioso artículo sobre el perfume de la novia, me aventuré a ir a una de las perfumerías de la calle comercial. Yo quería oler un poco a mi aire, pero pronto se me acercó la dependienta y debo decir que... ¡fue maravillosa! La verdad, la persona más competente que me he encontrado en este mundillo; me aconsejó que no oliera más de cuatro, que mi pituitaria quedaría saturada. Me dio a probar los dos que yo llevaba en mente y cuando le expliqué mi caso (me caso en breve, quiero un perfume diferente para las ocasiones especiales; uno que diferencie del que llevo normalmente para el trabajo, con un toque elegante, glamouroso, atemporal... en fin, yo de palabrería no carezco, jeje) me recomendó otros dos que me encantaron y me hicieron olvidar los que había ido buscando. Ella, como buena dependienta, me dijo que me llevara uno puesto ese día (me roció generosamente el cuello), que me olieran, que viera la evolución del perfume a lo largo de las horas (¡ejem! yo de esto sé poco, la verdad) y que me pasase otro día y repetiríamos el proceso con el otro. Y a partir de ahí decidiese. En fin, son personas como ésta las que harán que no decaigan los negocios tradicionales frente a lo online...

(Por cierto, hoy ha sido la prueba de mi segundo perfume, ha habido más de una semana de diferencia entre uno y otro; y ya sé con cuál voy a quedarme...)



Otras compras que he hecho últimamente, también con motivo de la boda, han sido accesorios varios de decoración. Me gusta ir de muy poco en poco, pasar a una tienda, verlo todo, y aunque me gusten varias cosas llevarme sólo una, para que me quede el placer de visitar más sitios o volver otro día. Entre las cosas que he comprado estas semanas están:

Un marco blanco para poner en la boda (quisiera poner una foto de los padres de mi novio y otra de los nuestros; además de alguna que otra foto nuestra para "crear ambiente" en las diferentes mesas auxiliares de la boda: la de la tarta, la del libro de firmas, en el cóctel...).



Un atril blanco de madera para poner el libro de firmas


El mío es más bonito que este ¿eh?


Y un farolito-vela para decorar.


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Por supuesto, he visto más cosas que quiero comprar: otros marcos, unas bandejas, el cojín o similar para llevar las alianzas, cestas para los detalles...; pero como aún me quedan varias semanas para la boda, tengo tiempo de hacerlo tranquilamente ¡y disfrutar de estas tardes de compras y recados varios!

Que navegar por Etsy está muy bien... pero pasear por la ciudad, sintiendo el frío, el calor, la gente, el ruido, el olor de un café y las luces varias, ¡es infinitamente mejor!

sábado, 28 de enero de 2012

Tres meses

Ahora sí entramos en el último trimestre en la preparación de la boda. Me lo dicen constantemente: "ya no te queda nada".

Tres meses no es mucho tiempo, efectivamente, pero dan para mucho...



Esta mañana he estado con mi novio en la plaza del pueblo. Tomábamos un refresco después de hacer todos esos recados para los que aprovechamos el sábado por la mañana. Me dije: en tres meses, un día como hoy, será sábado. Estará la misma gente por aquí, quizás más porque la primavera siempre invita a salir. El reloj de la iglesia marcaba la una y media, a estas horas, ya estaremos dentro, muy cercanos al momento del rito del matrimonio. Ojalá que haga este sol, y algunos grados más.



Al poquito me encuentro a una amiga: "¿Qué tal? ¿Cómo va todo?" Y luego: "qué poquito te queda" Sonrío. "¿Cómo llevas los preparativos?" Bien, bien, ¡en eso estamos! Y luego concreto con mis amigas una tarde-visita del album de novia de una de ellas...

La verdad es que los preparativos van bien. Hemos resuelto bastantes cosas este mes de enero, hemos tomado decisiones importantes (entre ellas, algún cambio de última hora) y lo que nos queda, está más o menos planeado, lo cual nos permite un respiro. Hace tiempo, me agobiaba pensando "me faltan muchas cosas". Sí, faltan, pero es que hay cosas que han de irse haciendo poco a poco, que tienen que seguir el transcurso del tiempo, como son el reparto de invitaciones y la confirmación de los invitados.

Realmente puedo decir que ahora sí que estoy disfrutando de los preparativos. Y también que dudo mucho que a partir de ahora ¡pueda dejar de pensar en boda! A veces me ha interesado desconectar. Pero ahora no... No quiero desconectar de boda (ni puedo), tengo cosas que hacer, cosas que preparar, cosas que pensar y mil cosas que quiero compartir, ¡me encanta hablar de bodas!



Se acerca la recta final, el trimestre final, y me apetece ver el resultado del trabajo de estos meses. Pero por otra parte, también me parece bonito estar viviendo intensamente este tiempo de transición: preparando, imaginando, componiendo en mi cabeza las partes de un día que preveo dulce e inolvidable.

Y me apetece muchísimo irme a vivir con mi novio... Eso, lo que más. Cada domingo las separaciones nos cansan más; estamos deseando tener nuestro nido en algún lugar, y pasar junto el doble (o mucho más) del tiempo que solemos estar juntos. Aunque por otro lado, también tengo cierta pena de desapegarme de lo que es mi vida de soltera hasta ahora: dormir en casa de mis padres, comer con ellos, vivir mi vida independiente en otra ciudad, con mis propios amigos.

Así que me encuentro en un momento muy feliz, la verdad. ¡Sí, me siento bastante bien! Porque estoy deseosa de que llegue el día de mi boda, pero también disfruto y vivo con ilusión cada uno de los días que me conducen a él, ¡es una paradoja deliciosa!

Últimamente, como he dicho, sólo desconecto un poco en el trabajo del tema boda; hay mucho que hacer, que mirar y que ultimar: Mi atuendo, trajes de mis padres, iglesia, cursos prematrimoniales, flores, despedidas de soltera... Tengo una agenda tan atareada los fines de semana que, de aquí al día de mi boda, sólo tengo 2 fines de semana en que no tenga aún cita para NADA. ¡Y seguro que para esos días me surge algo!

Tres meses y mis comentarios por el blog deberán tener forzosamente otro matiz. También me hago esta pregunta: ¿seguiré escribiendo? ¿tendré algo que comentar? ¿me surgirán nuevas ideas? De momento sé que cada día que pasa me apetece comentar más; que acabo un post y ya estoy pensando en el siguiente (aunque luego tarde varios días en escribirlo); que tengo una lista de temas que aún no he tocado (meseros, más flores, más vestidos, velas, música, lecturas) y seguro que se me ocurrirán más.



Pero independientemente del futuro del blog y de mi futuro como casada, hoy quiero celebrar un poquito este día. Ver una película después de comer, pasar la noche entre amigos, y responder a las palabras cariñosas de los demás (ya te queda muy poco, ¿estás nerviosa? con un: pues sí, ya queda menos, y de momento los nervios se mantienen a raya.

Hoy sólo sé que en un período ni demasiado largo ni demasiado corto me caso. Un lapso de tiempo ideal. Y quiero disfrutar de ello.

Imágenes: oncewed.com

miércoles, 25 de enero de 2012

Fotografía de bodas: la postboda

Ayer comentaba un poquito por encima que la importancia del fotógrafo contratado para la boda la determina cada uno, según sus gustos, su presupuesto y sus posibilidades. Aunque conviene tener en cuenta que el reportaje fotográfico es un recuerdo muy veraz de lo que ocurrió ese día y lo que nos quedará para mostrar a nuestros padres, amigos, hijos, y... ¿nietos?. Por esto precisamente, hay que plantearse si nos dejamos llevar por la tendencia de esos reportajes que se llaman "espontáneos" (de los que los buenos-buenos no son espontáneos, sino que son posados dirigidos, y dirigidos sabiamente oye) o nos decantamos por algo más clásico.

Además, hoy en día no sólo se busca un fotógrafo que inmortalice el día de la boda. Los reportajes preboda (de los que ya he hablado) y postboda están casi tan solicitados y expuestos en los blogs como la fotografía del mismo día de la boda. Conviene pararse a pensar un momento en su posible interés para nosotros.




En cuando al reportaje postboda (para las revistas internacionales el "trash the dress"), la premisa es la siguiente: ya que vas a guardar tu vestido en el armario durante el resto de tu vida, o te desharás de él vendiéndolo por eBay, ¿por qué no aprovecharlo para una sesión relajada y diferente después de tu día B?

Aviadores en el desiero

La ventaja de estos reportajes, al igual que los de preboda, es que puedes elegir una localización muy distinta a la del sitio donde te has casado. Puedes hacer el reportaje en una estación de tren abandonada, en un campo de girasoles o en una ciudad monumental. O también hacer un reportaje vintage en blanco y negro o en sepia, con un decorado ambientado en la época. Lo que se busca, en realidad, son fotografías artísticas de la pareja con sus trajes de novios.

 Una amiga mía, cuando le comenté la existencia de estos reportajes postboda me dijo: "¿¡Y eso para qué se hace!? Es hacer el paripé, ¡ese día de la postboda no hay nada que celebrar! es imposible que la expresión de la cara refleje la emoción del día de la boda; se llevan los los trajes de novios como se lleva un disfraz" Reconozco que sus palabras me dejaron pensativa un momento.

Asumiendo que el comentario tiene parte de razón, ya que es difícil que los sentimientos el día del reportaje sean tan intensos como el día de la boda (y esto se refleja en las imágenes), tampoco no es menos cierto que ese día los novios tienen menos nervios y menos estrés: no hay programa que cumplir y, como todo está preparado, tampoco imprevistos que solventar. Respecto a la supuesta falta de emotividad, pues me parecería muy triste que una pareja de recién casados no demostrara el menor signo de complicidad... ¿no? Así que algo de intimidad y sentimentalismo debe salpicar a las imágenes.



En el bosque. via

 Los reportajes postboda en España suelen hacerse quince días o un mes después de la boda, cuando la pareja ha vuelto de luna de miel y ha organizado un poco sus cosas. Pero opino que en realidad no hay ningún motivo por el que deba hacerse en este período y no mucho después.

¿Por qué no regalarse con una sesión postboda el primer año de casados, o un día cualquiera, o como regalo del 5º aniversario?

¿No sería un momento mágico, volver a enfundarse los trajes de la boda?

¿Es descabellado pensar que rememoraremos los momentos felices al llevar de nuevo nuestro perfume, nuestras joyas y nuestro atuendo nupcial?



Por otra parte, y al igual que para el reportaje preboda, si por algún tipo de restricción (económica, compromiso, de distancia, etc) no puedes tener al fotógrafo que te gustaría el día de tu boda, plantéate contratarlo para la postboda. Nunca es tarde para tener ese fabuloso reportaje de bodas con el que siempre has soñado: busca tu fotógrafo ideal en la red, contacta una cita y... consigue un album maravilloso de la pareja de novios a los "20" meses de la boda, por ejemplo.



En Las Vegas

Bueno, y ayer prometí hablar un poquito de mi: ¿Y en mi caso particular? ¿Voy a poner en práctica alguna de estas ideas?

Pues bien, quiero hacer un mix entre el reportaje preboda y el postboda... Me atraía la idea de una sesión más artística con mi pareja. No sabía muy bien dónde y con qué fotógrafo podría hacerlo hasta que se encendió una lucecita en mi cabeza: ¿y por qué no aprovechar nuestra luna de miel? Vamos a un sitio con playas preciosas, donde las fotos serían envidiables.


Más que elegir al fotógrafo de mis sueños, y he encontrado unos cuantos en Internet, y en función de eso, el sitio del reportaje (básicamente cercano a donde el fotógrafo tuviera su estudio), pensé en hacerlo al revés: buscar por Internet fotógrafos cerca de los sitios que visitaríamos.




La idea me pareció ideal, tanto por la idoneidad del sitio para hacer el reportaje como por el momento tan especial en que sería. Y es que todo el mundo me ha dicho que la luna de miel es un viaje que se disfruta muchísimo, en las fotos que he visto de mis amigas ¡salen con unas caras de felicidad que dan envidia! ¡más guapos que el día de la boda.

Me gusta pensar que tendré mi reportaje cuando aún no hayamos descendido del sueño que ha supuesto la boda, ¡y en la playa! A día de hoy, ya tengo apalabrada una fecha y un sitio; no sea que en el último momento decida echarme atrás ;)



Lo que no vamos a hacer es posar en traje de novios (en principio, por no llevarlos en la maleta, lo veo un engorro). La fotógrafa nos ha sugerido hacerlo en traje de noche. Con deciros que me estoy haciendo uno para la ocasión, a medida... De color azul klein, de gasa, espalda muy escotada y con pailletes en el bajo... Para mi particular postboda y para algunas de las bodas a las que estoy invitada este verano, claro.


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Reportajes preboda, postboda, nupciales, posados, fotos naturales, por fotógrafos profesionales o por amigos... hoy en día ¡hay tantas opciones! Al final, la pareja tiene que elegir lo que en realidad le despierte interés y le transmita algo, y a ser posible sin agobiarse durante el proceso de elección (¿os podéis creer que yo sólo contacté finalmente con una fotógrafa?).

No es un gran impedimento desplazarse unos cuantos kilómetros para hacerse alguna sesión especial, o sacar del baúl de los recuerdos nuestro vestido de novia.

¿Y qué tal aprovechar para el reportaje nuestra luna de miel?

Y por último... ¿por qué no hacernos ese regalo dentro de un tiempo? ¿No es bonito pensar que el sueño de la boda puede durar meses, e incluso años, después...?


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Todas las imágenes de Chelsea Nicole aquí

martes, 24 de enero de 2012

Sobre fotografía de bodas, y la PREBODA

¡Cuánto que decir sobre los fotógrafos de boda!

¿Realmente un album de fotos es importante? ¿Hecho por fotógrafos profesionales o por amigos? ¿Merece la pena invertir el dinero en un buen fotógrafo (con prestigio, buen equipo, buen tratamiento de la imagen) o es algo secundario? ¿Somos de los que apreciamos la calidad de una buena fotografía, o nuestro gusto es más bien amateur?

Desde luego es cierto que las fotos, junto con el vídeo, serán los recuerdos más tangibles de nuestra boda. Cuando todo se haya acabado, en ese momento en que nos retiremos al dormitorio, la música pare y se apaguen las luces, sólo nos quedaran dos cosas: nuestros recuerdos y las imágenes. El vestido de novia, los pendientes, los zapatos, si no nos deshacemos de ellos también serán recuerdos para siempre, pero a diferencia de las fotos, no evocarán tantas sensaciones ni ofrecerán una imagen completa del día.

Dallas Fort Worth Engagement Photos Warm Natural Organic in a Field Prettiness0378 Take Me Away...


En mi caso particular, y en cuanto a fotógrafo de bodas, tuve poco donde elegir... Un buen amigo de mis padres es fotógrafo, además en mi pueblo, se trataba de un compromiso ineludible. Y la verdad, preferí no montar un escándalo y dejarme guiar en esta tarea. Mis padres tan contentos, y en el resto de cosas de la boda ya no tenían motivo para meterse.

(Y es que, al final, hay que quitar importancia a ciertos asuntos bodiles y ser realistas. A mí me habría encantado un lugar de celebración del banquete cerca del mar, o bien con un jardín inmenso y vistoso, como he visto algunos en plena sierra. O bien un hotel de ensueño de esos con lámparas de cristal, camareros con guantes y papel de arabescos en las paredes. Ni soy de costa ni soy de sierra ni soy de ciudad con buenos hoteles, así que había que buscar otras opciones... al final estoy muy contenta con mi elección, sé que no echaré de menos ni el mar, ni el hotel, ni la sierra; todo es cuestión de ser flexibles en nuestras decisiones y no obcecarse demasiado.)

Pero volviendo a la fotografía de bodas. La verdad es que mi fotógrafo, a pesar de no haber sido voluntariamente elegido, no me disgusta. He visto sus trabajos y las fotografías tienen calidad, aunque es un tanto clásico. Sabe hacer muy bien los posados y retratos (perfecto, ya dije que no concibo un album de boda sin posados bonitos en los que mi novio, yo y los invitados salgamos guapísimos), pero no tanto las fotos espontáneas. Hablamos con él y le pedimos que intente hacer alguna de esas fotos que parecen robadas (y que en realidad son posados dirigidos, y no tienen nada de fácil, no lo olvidemos). Sorprendentemente, ha acogido bien nuestras propuestas, nuestras ideas; el otro día nos quedamos hablando mi novio y yo con él más de una hora, hubo feeling... Y eso, para mí, ya es la mitad de lo que un proveedor puede ofrecerme: buen trato y conexión (¡chicas, fiaros de vuestra intuición!).

Con el vídeo de bodas sí que he dado más vueltas (e incluso he cambiado de opinión, perdiendo una fianza, pero esto es dinero ganado al final). Ya hablé aquí de mis opiniones y sensaciones a la hora de contratar un vídeo de bodas, por si servían a las futuras novias. En este caso, quiero algo mucho menos convencional, más dinámico, más "montado" ¡espero que el reportaje me guste!

Tanto para el vídeo, como para la fotografía de bodas, hoy en día no sólo está la opción de contratarsus servicios para el día de tu boda Y YA. Hay otras dos tendencias que me encantan y que están cada vez más de moda: el reportaje preboda y el reportaje postboda. En el vídeo este reportaje suele consistir en una entrevista previa a los novios, o incluso en un "save the date" en el que los novios comunican su deseo de casarse y el día de la boda.

Pero la tendencia más fuerte de los reportajes preboda, es sin duda, el reportaje fotográfico.

Dallas Fort Worth Engagement Photos Warm Natural Organic in a Field Prettiness0380 Take Me Away...
 En realidad, para hacer una sesión preboda realmente no es necesario querer casarse o estar en vísperas del día B. En teoría, estos reportajes surgieron para que el fotógrafo y los novios se conociesen un poco antes del día de la boda y se eliminaran los nervios al posar. Pero hoy en día, un reportaje preboda es toda una sesión de fotos de pareja, románticas y divertidas, bien por los rincones más inhóspitos de tu ciudad o en algún paraje encantador de los alrededores. Creo que cualquier pareja que quiera tener unas fotos profesionales y llenas de encanto de ellos mismos, debería animarse con uno de estos reportajes, antes de la boda o en cualquier otro momento. ¿No os parecen fantásticas las fotografías con las que estoy ilustrando este artículo?

Dallas Fort Worth Engagement Photos Warm Natural Organic in a Field Prettiness0386 Take Me Away...

 Me gustan estos reportajes porque todo está permitido: posar vestido de traje, en vaqueros, disfrazados, en la playa, en la montaña, en un bar, en un escenario vintage preparado expresamente para la sesión, o en medio de un campo de trigo...

Dallas Fort Worth Engagement Photos Warm Natural Organic in a Field Prettiness0393 Take Me Away...

Dallas Fort Worth Engagement Photos Warm Natural Organic in a Field Prettiness0394 Take Me Away... 


Además, también es una opción asequible para hacerte unas fotos con ese fotógrafo con el que sueñas que vive a 400 km de distancia de tu sitio de residencia y al que contratar para todo el día de tu boda, por desplazamiento y por duración de la sesión, te saldría mucho más caro. En este caso, podéis hacer una escapadita tu novio y tú al lugar de trabajo del fotógrafo; aprovecháis el viaje para hacer turismo y os lleváis un fabuloso reportaje a la vez.


Por supuesto, la importancia de estos reportajes varía para cada uno: para algunos, les bastan las fotos de viaje que se hacen con sus parejas, incluyendo ésas en que uno de los dos coge la cámara y fotografía los rostros. Para otros, merece la pena gastarse una cierta cantidad de dinero y tener un album de mayor calidad.  La última moda son reportajes de preboda desenfadados, espontáneos, en algunos se prima el paisaje y el decorado más que los novios. El caso contrario sería hacerse un retrato profesional en un estudio de fotografía, los dos juntos o por separado.


En este, como en todos los casos, es importante no dejarse deslumbrar por las modas o las tendencias, y elegir lo que de verdad signifique algo para nosotros: sea el reportaje de bodas soñado más in (¿el precio es un problema? si te hace ilusión no te compres un sofá nuevo y empléalo en las fotos), o unas fotos intimistas que tú misma has decidido hacerle a tu pareja en una tarde de verano.

 Dallas Fort Worth Engagement Photos Warm Natural Organic in a Field Prettiness0400 Take Me Away...

Si elegís hacer un reportaje preboda, sólo un consejo máso: inspiraos en las revistas y en la red, cuanto más mejor, pero a la hora de la verdad, olvidad todo lo que habéis visto y seguid vuestras preferencias. Incluso si esta preferencia es no hacer reportaje preboda y comprar un ordenador nuevo.
Y para mañana... la posboda y un poco de mí.

Imágenes: Este reportaje de Aves photography.

sábado, 21 de enero de 2012

Un momento de trascendencia en el día B

Acabo de leer este post de A practical wedding, que trata sobre el sentimiento de trascendencia en momentos puntuales de la boda.

Me encantaría un retrato como este... La novia, sola, sentada y con una mirada serena. via

La autora dice que a ella siempre le habían dicho (a mí también, y supongo que a casi todas las novias del mundo) que el momento en que recorriera el pasillo hasta su esposo iba a ser muy emocionante, decisivo. Ella dice que justo ese momento no fue todo lo trascendente que hubiera previsto, pero que, sin embargo, hubo otros menos esperados en que sintió esas "experiencias fuera de lo ordinario".

Esos momentos irrepetibles que se graban en la memoria en los que vives el presente con mucha más fuerza que nunca, y sientes que tu boda, además de una fiesta preciosa, esconde un sentido muy profundo que se te está revelando.

La autora también asegura (cosa que me da tranquilidad) que en todas las bodas se viven momentos trascendentes. La verdad, me gusta pensarlo. Me emociona la idea de pensar que ese día voy a vivir experiencias fuera de lo común, y que voy a experimentar algún momento que otro de profunda emoción. Y aún más me gusta saber que no voy a saber de antemano cuáles serán esos momentos trascendentes... ¡Tengo que esperar a vivirlos!

Reflexion weddings

Hace algunas semanas escribí el siguiente post: ¿Cuál es el momento más emotivo de una boda?. Reconozco que, cuando me relatan una boda, en la mayoría de los casos esta es mi pregunta estrella. Y es que me resulta curioso, e incluso un poco inquietante, que puedan existir instantes en que el tiempo parezca detenerse y que recordemos mucho más que otros. ¿Por qué se fija en el cerebro una imagen determinada y no otra, la que va inmediatamente antes o la inmediatamente después en el tiempo? ¿Qué es lo que provoca que haya sensaciones que, sólo con evocarlas, nos ericen el vello de los brazos o nos provoquen las lágrimas? ¿Por qué olvidamos lo que comimos ayer y sin embargo tenemos vívidos recuerdos de hechos que ocurrieron hace años?


Hasta el día en que por fin yo sea la "novia" (ese día en el que no me acordaré del blog, ni de los blogs, ni de los foros, ni de las fotos geniales que tengo en una carpeta de mi ordenador, porque estaré viviendo el momento presente con intensidad) no podré resolver estas incógnitas: ¿habrá algún momento trascendental en mi boda? ¿Cuál será? O bien:

¿Es posible que las fotos o el vídeo sean capaces de transmitirme esa magia meses después?

Sí, esta última idea me gusta... Ojalá mi fotógrafo y mi videógrafo sean capaces de captar esos momentos mágicos de trascendencia, para tener un soporte físico sobre el que rememorarlos después. Porque como dicen algunos fotógrafos "nosotros no podemos crear la magia, sino captar la que existe entre los novios y reflejarla en nuestras fotos".

Pero si no es así, si los materiales gráficos no reflejan fielmente estos sentimientos, tanpoco será para tanto. Porque estoy segura que mi cerebro no va a fallarme: como hace normalmente, va a registrar con precisión los momentos fuera de lo ordinario, y me recompensará con ellos tiempo después cada vez que decida evocarlos.

Reflexion weddings

Tres meses para mi boda y adoro deleitarme con esta pregunta: ¿Cuál será mi particular momento de trascendencia? Y para vosotras, lectoras: ¿cuál fue vuestro momento más intenso? ¿O cuál pensáis que será?

viernes, 20 de enero de 2012

¿Qué regalamos a los invitados?

Como apuntaba ayer en este post, es más que complicado elegir un regalo para los invitados que sea original, apropiado, no muy caro y agrade a todo el mundo (sabiendo que en una boda hay gente muy diversa y gustos para todos).

Cuando me puse a esta tarea por Internet vi muchas cosas que me gustaban, pero que dejaron de hacerlo cuando las vi en tiendas especializadas donde pude tocar los objetos físicamente. Así que mi primer consejo es: NO pidas algo por Internet sin antes haber pedido una muestra para asegurarte que el producto es como tú imaginas. Tócalo, huélelo, póntelo o pruébalo.

Como consejos adicionales por favor, no pongas los nombres de los novios en tamaño XXL (¡ni la imagen, please!) ni regales cosas que sabes de antemano que los invitados no van a usar (¿un monedero con vuestra foto, por ejemplo?). No compres productos de mala calidad, y elige algo que os identifique, o personaliza tu detalle (con el envoltorio, por ejemplo). Y por encima de todo, no te sientas obligada a comprar algo cutre o que ni tú usarías, es dinero perdido.

Y dicho esto... paso al top-five de las categorías que considero buenos detalles para invitados dentro de una boda convencional (advierto que el orden es simbólico, es simplemente para enumerarlos)

jueves, 19 de enero de 2012

¿Qué NO regalar a nuestros invitados?

Pensar en el detalle que vamos a regalar a los invitados suele ocasionar más de un quebradero de cabeza. Y no es para menos: elegir un detalle original, que no suponga un alto coste y pueda agradar a más de cien personas (y de trescientas incluso) de las más diversas edades, procedencias y gustos, no es cosa de poco. Me estoy refiriendo naturalmente, a lo que se conoce como "regalos de la madrina", porque tradicionalmente eran ellas las encargadas de elegirlos y comprarlos (aunque hoy día, cada vez más, es la propia novia la que se encarga del asunto).
 
Como futura novia, asistente a muchas muchas bodas (la mayor parte de ellas típicas y estereotipadas, pero qué le vamos a hacer) y sobre todo buscadora incansable de artículos por Internet, le he dedicado a este tema más de una tarde, y más de dos (y más de diez). Al final he llegado a elaborar mi propia lista de los "top five" en detalles, los que son un acierto casi seguro para las bodas.

Pero antes de comentar cuáles son estos artículos que me parecen ideales, prefiero dedicar este post a enumerar las características de aquellos que me parecen PARA NADA IDEALES. Hablando con claridad: los detalles que, por mi parte, puedes perfectamente ahorrarte si me invitas a tu boda. Es importante decir aquí que en este artículo vierto sólo mi opinión (en ocasiones quizás siendo un poco mordaz, pero es parte del juego) y espero que nadie se sienta ofendido. Para reclamaciones y discusión, por favor acudid a los comentarios.

Así pues... ¿qué tener en cuenta para no volverte loca buscando, NO desperdiciar tu dinero y no regalar a los invitados cosas francamente inútiles o o sin mucha esencia?


martes, 17 de enero de 2012

# Consejo 3 # Comparte tu boda

La boda no será enteramente tuya (o mejor dicho: vuestra, ¡que se me olvida incluir a la otra mitad!). Si así fuera, tú y tu prometido, huiríais a la orilla del mar, os alquilaríais un barquito con su correspondiente oficiante y una noche, en medio del mar y bajo las estrellas, os comprometeríais amor eterno (ufff, me acaba de venir esta idea a la cabeza y es tan romántica que como me canse mucho de mi boda la llevo a cabo, jeje).

La boda es vuestra principalmente, y de todos los invitados secundariamente. La boda también es, en parte, de los padres. Y de los suegros. De los hermanos y hermanas, de los padrinos de la boda, de las amigas y los amigos del alma. Y por extensión, la boda es de los invitados que habéis decidido que os acompañen en vuestro día especial.

Así pues, la boda, y especialmente los momentos previos a la boda, son para compartirlos.

Créditos: Komninos Photography


En principio, cualquier novia (me incluyo) tiende a pensar que la boda puede ser una molestia para la gente que está fuera de su círculo familiar más cercano. Piensa que invitar a una amiga a ver sus zapatos de novia, a la prueba del maquillaje, o pedir a algún familiar que se encargue de aspectos logísticos (recoger a ciertos invitados que llegan de fuera, llevar el coche, llevar los detalles) es un incordio que hay que evitar.

En estos pocos meses de novia que llevo, he descubierto otra visión muy distinta de las bodas. Lógicamente, hasta ahora yo había sido invitada a aproximadamente una decena de ellas en los últimos tres años. Nunca imaginé que una novia pudiera necesitar tanta ayuda o apoyo, que una boda llevase tantos preparativos, ni tampoco que lo que había detrás de "la fiesta" a la que asistíamos pudiera ser tan bonito.

Tampoco me había parado a pensar en que, cuanta más implicación hay en cualquier evento, más se disfruta. Es simple, pero cierto. Implicar a una persona en tu boda (por supuesto, sin pasarse ni ser pesadita) no es un fastidio o una molestia, es todo un honor. Y es también un disfrute para la persona que se ve implicada.

Ahora mismo lo pienso y me encantaría que mis amigas ya casadas hubieran compartido conmigo las tardes de búsqueda de zapatos, vestidos, pendientes o prueba de peluquería. Me habría gustado que me hubiesen comentado cositas sobre las invitaciones, o los detalles, que me enseñasen las lecturas para su ceremonia. Porque en las bodas que más he participado, es en las que más he disfrutado, bien es cierto. He participado en las bodas de mis amigas cuando he ido a su casa a vestirlas o a verlas salir por la puerta con su padre bajo el brazo. Cuando he leído en la ceremonia (al principio me da cierto corte cuando me lo ofrecen, pero en el fondo estoy encantada). Cuando le hemos echado una mano con los invitados. ¡Incluso cuando la hemos ayudado a ir al baño!


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Porque participar no sólo hace feliz al que pide un favor, también al que lo ofrece. Y, por mi parte, no quiero privar a mi círculo más cercano de esos sencillos placeres que tienen los preparativos de la boda de alguien querido. Mi hermana, esta tarde, ha disfrutado probándose mis zapatos de novia; ha caminado con ellos y nos hemos reído un rato. A una de mis mejores amigas casi se le saltaron las lágrimas cuando me vio con el vestido puesto. Y el otro día de comprar con mis padres (el traje de la madre de la novia, el traje del padrino) fue muy divertido. Mis tías no paran de hablarme de tocados y de pamelas (les he "obligado" a que se atrevan y lleven uno, jeje) y mis amigas no dejan de especular sobre cómo será nuestra despedida...

En fin, que las bodas son para compartirlas, y no debemos pensar que pedir un favor o una opinión vaya a desagradar al otro, más bien al contrario.

A este respecto, quisiera finalizar con una experiencia propia que me parece muy ilustrativa de esto que acabo de decir. Fue con mis tres mejores amigas, estábamos las cuatro una tarde de verano en que coincidía que teníamos vacaciones, compartiendo un helado en una de las cafeterías de mi pueblo. Hablábamos un poco sobre mi boda... y comentábamos aspectos de la boda de una de mis amigas que se casó hace algún tiempo. Es decir, la situación era: una casada, una novia prometida (¡yo!) y dos solteras pero con relaciones largas y -según mi opinión- a puntito de caer en el matrimonio.

Mi amiga nos estuvo contando un poco de su vestido de novia; cómo era, dónde se lo hizo. Yo le pregunté inocentemente: ¿y quien fue contigo a la prueba? ¿tu madre, tu hermana? Ella se quedó un poco seria y nos dijo: no, fui yo sola.


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Entonces estallamos las demás en gritos:  ¿¿¿¿¡¡¡¡¡cómorrrrrr!!!!!????? ¿¿¿¿¿¿¡¡¡¡¡Qué fuiste tu sola!!!!!????? Mi amiga nos dijo que sí, que fue a dos de las pruebas ella sola y a la última se llevó a su hermana. De inmediato nos tiramos de los pelos y le dijimos que por qué no nos había avisado. Que no debería haber ido ella sola teniéndonos a nosotras como amigas. Su respuesta no se hizo esperar: pues porque no quería causar molestias... Es cierto que cada una estábamos en un punto de la geografía española y no nos habría sido fácil coincidir en horarios y fechas ¡¡pero seguro que habríamos podido ir!! Para algo tan importante como la elección de un vestido de novia, habríamos sorteado todos los obstáculos para estar allí, al lado de nuestra amiga.

Ella, por pudor, no nos había avisado, previendo que iba a ser una molestia para nosotras. ¡Y eso casi no se lo perdonamos! Al final las cuatro amigas nos calmamos y llegamos a esta conclusión: que somos amigas, que basta de pudores, que hay que decir lo que se necesita y que estar al lado de la otra en un momento tan delicado y bonito es lo fundamental.

Así pues, futuras novias: no dudéis en compartir los momentos mágicos antes, durante y después de vuestra boda; compartir la alegría, la ilusión y las compras.

Y acompañantes: seguid con ilusión el camino de las futuras novias; si ya os habéis casado, guiándolas y aconsejándolas en todo lo posible; y si no, disfrutando con ilusión e inocencia el período que quizás alguna vez también sera el previo a vuestro día.



P.D. Evidentemente, los foros para novia surgieron por algo. Son lugares donde chicas, tanto casadas como en vísperas de hacerlo, comparten sus consejos, inquietudes y sus preparativos en general, con mayor o menos detalle. Ya sabes, si a tu alrededor los tienes a todos un poquito cansados de escucharte y compartir tu boda, dirígete a los foros donde todas las chicas estarán como tú. Pero ten cuidado, porque engancha ¡y mucho!

domingo, 15 de enero de 2012

Flores para una novia: dalias

Si hay una flor que no conocía en absoluto (bueno, el nombre sí que me sonaba, sobre todo de esos cuentos de princesas que leía de niña en los que se nombraban muchísimos nombres de flores) y que me ha sorprendido más que ninguna otra son la dalias.

Son flores muy vistosas, de cierto tamaño, con muchos pétalos de forma alargada o redonda que parten desde el centro dándole una particular forma de pompón.

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Las dalias están disponibles en muchos colores, desde el blanco puro hasta el naranja intenso, pasando por tonos lavanda, amarillo y rojo. A mí, sin lugar a dudas, las que más me gustan son las que tienen tonos empolvados:



Las dalias son tan vistosas que pueden emplearse solas en un bouquet, como el que he mostrado más arriba; pero también quedan preciosas combinadas con rosas, paniculata e incluso peonías. Creo que dan el toque más dulce, y a la vez sofisticado, al bouquet.

¿Habéis visto alguna vez un ramo más armónico que este...?

La dalia me parece una flor de fantasía, muy romántica, muy nupcial. A mí, que me encantan los ramos con tonos blancos, delicados y que parezcan "esponjosos" me viene que ni pintado uno como este ¿no os parece?:

 Uno de mis ramos ideales, ¡y lleva cinta de encaje para cogerlo! via

Aquí os presento otros ejemplos: El primero es un ramo original de dalias, peonías y craspedia siguiendo los tonos amarillos, el segundo un romántico bouquet muy redondito de dalias y rosas del mismo tono y el tercero dalias rojas combinadas con azul (para novias atrevidas):



Para la decoración de las mesas, las dalias quedan perfectas de una en una en tarros o jarroncitos de porcelana:



Un cóctel muy chic. via
También se usan grandes dalias artificiales como temática para la decoración de la ceremonia:

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Me gusta tanto esta flor que incluso los vestidos que llevan su nombre me parecen espectaculares. Si lo hubiera sabido antes, hubiera buscado un vestido llamado "dalia" como estos...


Alice Temperli 2012; modelo Dahlia

http://www.amsale.com/

Pero especialmente como este...

Me encanta la manga de tul semistransparente y la caída de esta falda; ni pegada al cuerpo ni pomposa, con unos volantes muy originales, si hasta parece que la foto se ve en movimiento.


Cuando apareció este vestido en el buscador de google, mientras miraba arreglos de dalias para boda, me quedé sin palabras. Nunca había oído hablar de los diseños de Josechu Santana, y francamente, todos los de la colección 2010, que llevan nombres de flores, me parecen maravillosos. Tanto como para dedicarle un post en breve.

Modelo Amapola. Josechu Santana 2010

Aún estoy debatiendo entre las distintas flores para mi bouquet de novia: peonías, rosas blancas, fresias, dalias... Son todas flores que me dicen algo, que me inspiran, que me hacen pensar en un día de abril dulce, romántico y sofisticado.

¿Os han gustado tanto las dalias en ramos, jarrones de porcelana y vestidos de novia como a mí...?

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