lunes, 26 de noviembre de 2012

La boda de Jonas Peterson

No abrí mi blog pensando en publicar bodas reales de famosos o menos famosos, ni tampoco ideas "para boda en rosa y chocolate" o "boda en rojo" o "boda especial otoño". Creo que ya existen suficientes (me atrevería a decir MUCHO MÁS que suficientes) blogs a este respecto, y no quiero que el mío pase a engrosar esta lista.
 
Sin embargo, hace poco me enteré que este célebre fotógrafo de boda se había casado. Y tuve curiosidad por saber cómo había sido su boda, y especialmente las fotos.
 
Aquí lo tenéis

Pero antes de eso, debería decir que si me suena de algo el nombre de Jonas Peterson, no es porque yo sea una entendida en fotografía (que no lo soy, de verdad que no sé catalogar las fotos más allá de "me gusta" o "no me gusta") o más explícitamente en fotografía de bodas. Conozco la existencia de este fotógrafo por un manifiesto que escribió hará ya más de un año, y que yo traducí y publiqué en el blog en este post.

Es cierto que, a raíz del manifiesto, un par de veces buceé en su página web y pude ver que sus bodas predilectas eran aquellas sencillas y cargadas de significado. Me gustaron sus fotos (digamos que algunas demasiado minimalistas para mí, pero me gustaron). Pero tras esas incursiones para ver "qué tipo de fotos hacía la persona que escribió el manifiesto que estaba revolucionando los blogs nupciales", digamos que me olvidé de él.

Hasta hace un par de días, que me enteré de que se había casado. Entonces tuve muchísima curiosidad en saber cómo habría sido su boda (y quien se habría encargado de hacerle las fotos, porque una se pregunta ¿quién fotografía a un fotógrafo famoso? al igual que se puede preguntar ¿quién hace el vídeo a un videógrafo famoso? o ¿quién cocina en la boda de un chef?).

Al igual que la casa de una persona, o su coche, o la ropa que lleva, dice mucho de su personalidad, creo que las bodas también dicen mucho de la personalidad de la pareja (o deberían decir). Así que movida por la curiosidad de saber cómo era este señor fotógrafo y cómo serían sus fotos de boda, busqué un poquito por Internet y en seguida encontré la página web de los fotógrafos (aquí) donde aparecen no unas cuantas sino ¡decenas de fotos de esta boda! Vamos que viéndolas una a una puedes hacerte una imagen muy clara de ese día: la preparación de la boda, de los novios, toda la ceremonia, la sesión posterior, el banquete, el baile, la fiesta... Los fotógrafos cuentan la historia con todo lujo de detalles y una sensibilidad muy especial. Y he de decir que si hay algunas fotos que me han llegado al alma, esas son las del momento de la ceremonia en la iglesia. Son preciosas, sencillas, cargadas de sentimientos.

Os las presento aquí, a ver qué os parecen.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Celebrar los "aniver-meses"

Dentro de unos días haremos siete meses de casados. Mi primera sensación cuando lo pienso es: ¡¡¡uuuuoooooo!!! ¡¡Pero qué rápido se pasa el tiempo, no puede serrrr!! ¡¡Más de medio año ya!!

Y es que sí, es verdad, siempre tenemos la sensación de que el tiempo se pasa rápido, pero no sólo las recién casadas o las novias (que un día les quedan seis meses para su boda, y cuando se dan cuenta ya sólo restan unos días ¿no os ha pasado?), sino para todo el mundo en general. Hace ya casi siete meses que nos casamos, más de un año desde que comencé con esta etapa del blog y la preparación de la boda y me digo: ¿qué ha sido de todo este tiempo? ¿De verdad hace tanto? Y aunque este podría ser un post para reflexionar sobre el paso del tiempo, la necesidad de aprovechar los días, y la nostalgia de los días pasados, no va por ahí mi idea de hoy.

bride wearing lace head wrap

Lo que os quiero plantear a las casadas (y también a las que estáis a punto de hacerlo, porque ya os tocará) es... ¿¿celebráis los "aniver-meses"??

Supongo que nadie se plantea que el aniversario de la boda es una fecha importante y especial, como puede serlo el aniversario de novios. De hecho, los distintos aniversarios reciben distintos nombres (algunos ciertamente cursis, la verdad): bodas de papel, bodas de algodón, bolas de plata, bolas de oro, etcétera etcétera. Al margen de que algunas personas piensen que celebrar en fechas concretas es frívolo y tópico, que se puede celebrar cada día de la vida (planteamiento al que no le falta parte de razón), yo me digo que realmente las personas necesitamos rituales, fechas concretas, puntos significativos del calendario. Por eso nos casamos, necesitamos un ceremonial público y compartido antes de comenzar lo que prevemos que será una nueva vida. Nos gusta aderezar los tránsitos cotidianos (un noviazgo, una boda, una graduación, un cambio de trabajo, el nacimiento de un hijo) con un ritual bonito, profundo, que nos guste, que podamos recordar. Y que asociemos a un día específico del calendario: el veintitantos de abril de 2.012 por ejemplo.

Y al igual que ocurre con nuestro cumpleaños (día especial por excelencia, celebramos ni más ni menos que hemos nacido y comenzado nuestra andadura por la vida), nos gusta saber que hay un día en el calendario que nos recordará nuestro compromiso: el aniversario de boda.



La verdad que lo que "mola" de haber celebrado una boda, entre otras muchas cosas, es saber que tienes un día más dentro de los especiales del año que antes no existía. Un día que será significativo para ti y para tu pareja. Un día compartido. El cumpleaños es individual, pero un aniversario de boda... es precisamente un recordatorio de la unión de dos personas. Además, una unión que no sólo es emotiva (como un aniversario de novios, o "la primera vez que hablamos" o "la primera vez que nos besamos") ¡sino que está registrada legalmente! Y por supuesto, está inscrita en las alianzas de boda, en los regalitos del día B y en varios sitios más.

Es decir, creo que tener un día significativo más en el calendario, un día que de hecho no es sólo para uno sino de la pareja, es algo guay :) Es tener una nueva excusa de hacer una fiesta, una actividad romántica o simplemente levantarte ese día y decir: "pues hace x años, este día me casé, qué cosas..."

poppy field bridal session

Pero como nosotros aún no hemos cumplido nuestro primer aniversario, algunos de estos meses de recién casados hemos decidido darnos un pequeño homenaje especial. Nada del otro mundo: salir a comer fuera (menús de 10 euros que cualquier trabajador puede permitirse), comprar una botellita de vino, o simplemente pasar la noche juntitos y a gusto. Cuando lo cuento, mis amigas me dicen que eso ya es "demasiado", que celebrar los aniver-meses roza un poco la cursilería. También me dicen que cuando voy a dejar de decir que soy "recién casada", que no podré pasar la vida en ese estado :)

Y yo respondo muy razonadamente que hasta que no llegue el año, mi primer aniversario, voy a hacer las dos cosas:
     a) decir que soy recién casada (joer, ¡si parece que fue ayer!) y
     b) celebrar todos los meses el día de mi boda. Porque quiero, me apetece, y porque siento que un recordatorio o un motivo de celebración no hace daño. Al contrario, creo que a las personas nos vienen bien esos recordatorios, esas oportunidades no para hacer algo forzosamente (si algún mes no se puede, no se puede) pero sí al menos para plantearnos hacerlo.

bride laughing


Y más si es en una fecha que es secretamente especial para la pareja. Me explico: si sales a cenar con tu pareja el día de San Valentín, incluso si no lo haces por celebrar ese día sino porque te apetece, todo el mundo achacará que queréis celebrar "vuestro amor". Si yo me voy con mi marido a cenar o a comer el día de nuestro aniversario, o le compro un regalito, o nos vamos de fin de semana, digamos que nadie tiene por qué saber lo que celebramos. Es un secreto entre nosotros dos. Y ese punto cómplice e íntimo me encanta.

Nadie me va a felicitar cuando llegue al trabajo el día de mi aniversario, las personas conque me cruzo no tienen por qué saber o recordar que ese día es importante para mí. Pero sé que cuando llegue a casa, habrá una persona que me mirará y estará pensando lo mismo que yo y que me dirá: felicidades, hoy es nuestro día. Creo que a veces simplemente basta eso, un simple "felicidades" o "enhorabuena" o "¿te acuerdas...?". Una complicidad compartida. Un motivo de celebración que no es de uno más que de otro, sino de los dos por igual. Y luego, si hay algún regalito, alguna cenita o algún plan romántico, mejor que mejor. :-)

Así que desde aquí os animo a celebrar o al menos recordar los aniver-meses. Hasta que se cumpla un año de la boda y se pueda celebrar cada aniversario, ¿no son una buena alternativa? ¡Besos y feliz semana!


bride wearing floral wreath

Todas las imágenes de esta novia preciosa (y con un puntito nostálgico) via Green Wedding shoes

jueves, 1 de noviembre de 2012

De qué sirve una boda de ensueño si...

a los pocos meses, o al año, o a los dos años, o cuando sea, los marido-mujer que iban a ser eternos, ponen un punto y final a su relación.

Veréis, creo que desde que me casé vivo con este miedo, y supongo que a muchas de las recién casadas os pasará lo mismo. Cuando una ve las estadísticas de divorcio que hay en nuestro país (y ojo, quiero aclarar antes de nada que estoy mucho más de acuerdo con una separación que con atraparse en una relación muerta y tediosa) aparte de desanimarse un poco, se pregunta: ¿estoy segura de querer celebrar una boda? ¿estoy segura de querer prometerme amor eterno con decenas o cientos de personas presentes, con vestido blanco y banquete, con música y flores? Creo que si tienes un blog público, la presión aún es mayor: ¿estoy segura de querer compartir los preparativos de mi boda, mes a mes, y mi fantástico día B, y mi luna de miel, y mis preciosas reflexiones de recién casados, para luego dar la fría noticia meses después de que todo ha acabado?

Como os decía, las estadísticas para las parejas recién casadas no son nada halagüeñas (creo que las separaciones tras el matrimonio andan en un 70%), y seguro que todos hemos conocido relaciones que parecían maravillosas y duraderas y que no han terminado bien (que si quien se queda con el piso, que si has causado dolor a mí y a mi familia, que qué pasa con los niños, que no puedo creer que con lo que hemos luchado esto se acabe, etc. etc). De hecho, y que levante la mano la primera a la que no le ha pasado, mucha gente cuando le cuentas que te casas reacciona con un cínico: "¿sííii? ¿estáis seguros? Pero si hoy en día todo el mundo se divorcia... ¿para qué queréis montar ese circo?" Es una respuesta cínica, sí, pero tristemente real. Y tiene parte de razón: ¿no es acaso exagerado todo lo que "se monta" con la boda, para que luego el matrimonio no dure ni siquiera un año?


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