Hablemos de Grey... y sus 50 sombras

Ya sé que este no es un blog de literatura (ni de lejos, vamos), pero aunque una al principio abre un blog específico para hablar solamente de un tema (bodas), poco a poco empieza a incorporar temas personales, después alguna pequeña anotación sobre la actualidad más actual, y al final acaba amoldando el blog un poco a sus gustos y se permite escribir "de lo que le apetece".

Hoy me gustaría hablar un poquito de un libro que ha sacudido las redes sociales, los blogs y las mujeres en general (al menos eso se dice), pero más que eso, de cómo llegó el libro a mis manos, y así contaros un poquito de mi día a día, de mis gustos y de mí. O sea, ego-post a más no poder :-)

Empezando, diré que hace como cosa de un par de meses (¿o fue hace mes y medio?) estaba yo un poquito agobiada con mi trabajo, que me exige leer sin parar, y además en mi tiempo libre estaba leyendo libros digamos... de corte psicológico-filosófico. Además, y por cosas de la vida, andaba yo en esos días un pelín alicaída.

Pues en esto que una tarde llega mi marido con una sorpresita para mí. Una de esas sorpresas inesperadas que no responden a la llegada de un día concreto y reconocible (un aniversario, un cumpleaños, un "premio" por haber acabado algo). Vamos, que estaba yo sentada trabajando y llega mi querido por la puerta con un ramito de tres rosas y un regalo, y yo que cuando lo veo entrar me quedo flipada y pensando: "dios, qué pasa, que no se me haya olvidado que hoy es una fecha importante". Se me acerca mi chico, me da mis regalos, un besito, y yo sigo sin poder quitar mi cara de preocupación-asombro, y le digo: ¿pero... y esto por qué? Y me responde: pues porque sí, porque me apetecía, para animarte un poco, y eso qué más da.

Aisss... juro que en ese momento me lo habría comido.
Por un lado respiro tranquila (vaya, no se me ha olvidado que hoy es un día importante) y luego todo contenta y nerviosa, dando las gracias a mi chico, coloco las rosas en un jarrón que tenemos por casa y me apresuro a abrir el paquete. Y la verdad es que no me esperaba que fuera un libro y MUCHO MENOS el "Cincuenta sombras de Grey". Puse los ojos como platos. Había oído hablar bastante del libro, en variados y diversos blogs, y creo que precisamente por eso había abandonado mis ganas de leerlo: me cansan los libros sobre los que se habla taaaanto, y me pareció que el argumento era demasiado simple, vamos que pensaba que no merecería para nada la pena.

¿Y ahora qué? Pues ahora tendré que leerlo, me dije.

Debo admitir que lo primero que solté cuando abrí el paquetito fue algo como: y este libro... ¿¡por qué!? (en plan: humm... ¿¿tienes alguna queja de mis artes amatorias como para regalarme una novela erótico-pornográfica?? ¿Acaso opinas que debo "inspirarme" un poquito?). Jejeje, y mi querido marido que no iba por ahí (¡más te vale, eh!), me dijo: pues nada, quería regalarte un libro porque últimamente sólo lees "libros rollo" y en la librería las dependientas me han dicho que este estaba gustando mucho y que me lo llevara.

Creo que ahí me eché a reír directamente. Por un lado, por lo de los "libros rollo" que es cierto: sólo estaba leyendo libros de trabajo y en mi tiempo de ocio libros profundos; necesitaba algo un poquito más superficial, divertido o excitante. ¡100% acierto cariño! Y en segundo lugar, me hizo gracia que el fenómeno Grey fuera el recomendado encarecidamente por las libreras, y que mi chico ni siquiera lo conociera. Así que no había segundas intenciones tras el regalo, menos mal. ;-)

Así que como veis, el libro que jamás pensaba leer, fue mi lectura preferida esa noche y las que siguieron. Y debo decir que... me gustó. Sí, sorprendentemente, estaba mejor escrito que lo que había pensado (es decir, no es una obra maestra, pero está bien escrito), especialmente algunos diálogos me parecieron muy buenos. El argumento es diferente a lo que hubiera pensado, tiene cierta originalidad, y el libro engancha. A veces me sobra un poquito de reflexión (es un poco cansino que la chica se cuestiones constaaaaantemente su sentimientos, más cuando sabes perfectamente que van a acabar juntos) y me falta más argumento, que pasen más cosas, que se explique más del pasado de los protagonistas. Pero en conjunto, está bien. Y en cuanto a la parte erótica, no me decepcionó: pensaba que sería un libro suavecito ("porno para mamás" como se definía) y la verdad es que contiene vocabulario y escenas bastante explícitas, lo que -creo- que lo hace más excitante. En definitiva, que salvo algunos fragmentos del libro que se me hicieron un poco pesados, le tuve que dar mi aprobado e incluso un pelín de nota al Cincuenta Sombras.

Tan enganchada estaba a la trama que me compré, al poco, el segundo. Y bueno, tengo que decir que con este segundo llegó mi decepción. Una decepción que me ha hecho incluso desprestigiar un poco el primero. En parte, porque no me gusta cómo se resuelve el final del primer libro (demasiado rápido, de una forma demasiado simple, ¿te quedaste sin ideas señora James?). Por otro lado, porque creo que está peor escrito: apuesto a que la autora lo escribió precipitadamente, sin repasar, sin pulir ciertas frases y escenas. Además, hay partes francamente cansinas (sí, incluso las escenas sexuales pasan a ser un rollo cuando en menos de cinco páginas describe tres encuentros similares uno a otro ¡por dios! ¡todo cansa!). Y porque la historia no engancha tanto, ha perdido fuelle (en mi opinión) y el libro se vuelve muy muy predecible. En definitiva, he acabado el segundo con más pena que gloria y no me pienso ni me planteo mínimamente leer el tercero (ni gastar los dieciocho euros que vale).

La decepción, ¿quizás porque no me lo regaló my darling?

La conclusión que llego después de leer cerca de mil páginas de Grey y sus andanzas es que todo el libro se podría haber escrito (y mejor) en menos de la mitad de páginas. Habría salido una obra más condensada, depurada y mejor, porque la idea original, aunque sea fantasiosa y todo eso, la verdad es que me gusta. En segundo lugar, considero que la autora dedicó mucha más energía al principio del libro que hacia la mitad, y esto me decepciona: que una novela tenga éxito no te da licencia para cargarte parte del estilo y del argumento por "producir rápido", vender cuanto antes, y ganar la pasta también cuanto antes, o esto es lo que me pareció a mí. En tercer lugar, si haces una novela erótico-pornográfica, que al final se convierte en una historia de amor, no permitas que las partes sexuales o las partes amorosas vayan perdiendo intensidad e interés conforme avanza la trama (dios, si ya os digo que en el segundo libro me he saltado partes enteras, a veces eran insufribles ciertas conversaciones o ciertas escenas). Cúrrate más la imaginación o la escritura para que esto no pase, o bien dedica menos espacio a estos temas para que así sean más "sorpresivos".

En fin, que mi maridín tiene más acierto que yo a la hora de comprar libros, parece ser, jejeje. Y aquí se acaba mi pequeña crítica literaria y mi propia pequeña historia, la historia de cómo este libro llegó a mí, que creo que es, en el fondo, lo que nunca olvidaré y lo que más me ha gustado de todo.

Como moraleja, o lección aprendida, os diré que a partir de ese momento, siempre tengo preparado un libro "no rollo" a mano. Endulza y facilita la vida ;-D