Ha sido de lo más inesperado. Esta mañana paseaba por la capital de mi provincia, yendo de recados, y he pasado a una de las tiendas de novia que me ha pillado de camino. Simplemente he ido a preguntar por las nuevas colecciones, me ha enseñado unos cuantos que había allí colgados y me ha dicho: "Como mejor se ven los vestidos, es puestos". Así que al final he salido de la tienda con una cita para el día siguiente. Mañana mismo.
Vestido de Yolan Cris |
Realmente estoy un poco emocionada... emocionada y también asustada ¿y si nada me queda bien? ¿Y si algo me gusta, lo reservo y dentro de dos meses encuentro otro vestido que me gusta más? ¿Y si el que más me gusta es muy caro? ¿Y si...?
Pero bueno, ahora lo principal es que estoy contenta y que por fin voy a "sentir en mis carnes" los vestidos de novia. Después de tanto mirar por Internet vestidos, guardarlos en una carpeta de mi ordenador, mirarlos y remirarlos una vez y otra... ahora paso a la "fase 2": ya no es sólo ver los vestidos en los cuerpos de las modelos; ahora es verlos en mi cuerpo y poder tocarlos.
Hay gente que dice que sientes algo especial cuando te pruebas el que va a ser "tu vestido". Otra gente dice que eso son pamplinas y que simplemente encuentras algo que te gusta y con el que te sientes cómoda. Algunas lloran, en otros casos lloran las amigas o las madres, más de una saldrá de allí enfadada o disgustada. Yo no sé cómo voy a reaccionar. ¡Pero me queda muy poco para averiguarlo!
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