viernes, 2 de agosto de 2013

Y tras la desconexión... reflexiones

Queridas lectoras,

Hace unos días (que al final se han convertido en meses) desaparecí del mundo virtual, pero fue sólo figurado. Hice una especie de "ayuno de blogs" que no resultó tan ayuno como yo pretendía (como a los cinco días, me introduje en un huequito de mi tiempo en algunas páginas web, jejeje), pero que me ha servido para darme cuenta de algunas cosas importantes que no quisiera olvidar.

Por otro lado, me encantó recibir en mi cuenta de correo comentarios positivos y llenos de ánimo. Sé que algunas de vosotras estáis con vuestras bodas, y mirar blogs y revistas virtuales de boda es parte del proceso (así que seguid haciéndolo, sin pasar nunca el límite de lo que gusta a lo que es adictivo), pero para las que estéis un poco saturada con vuestro trabajo o con vuestra vida, igual es momento de desconectar un poco. Desconectar de la avalancha de información para conectar con lo cotidiano.



¿De qué me he dado cuenta en este tiempo?

Para empezar, he tenido dos días de trabajo en este período altamente productivos. Pero de verdad. Han sido horas y horas dedicadas a mi tarea, y eso me ha dado un subidón de energía que... al llegar la noche, en esas dos ocasiones, estaba plena de felicidad. Dios mío, me he dicho, ¡esta sensación es mucho mejor que el placer inmediato que me producen mis escapadas a Internet!

Eso sí, es cierto que a pesar de esos momentos de subidón, aún estoy revisando mi tendencia de postergar, a dejarlo todo para última hora, y a ver en ciertas cosas un esfuerzo inmenso que luego, me doy cuenta, que no es tanto. Pero hoy, más que hablar de autodisciplina, me gustaría comentar algunas cosas importantes de Internet, de cómo yo lo veo.

Para empezar, opino que leemos demasiada información. Sí, definitivamente. Demasiada. No necesitamos, ni remotamente, saber tanto.

Repito. Toma aire y medita mis palabras. LEEMOS... DEMASIADA... INFORMACIÓN. No...

no necesitamos saber tanto.

Buscar tanto.

Introducir tanto en nuestras cabezas.

(¿que pasaría si ahora mismo, en vez de seguir leyendo, apagases el ordenador y te quedaras mirando al vacío? Seguramente, que conectarías un poquito más contigo mism@. Igual lo que necesitas no es leer mis pensamientos, sino escuchar los tuyos, o igual parar de pensar... Pero si te gusta lo que hay aquí escrito, sigo).

En algunas ocasiones, en estos días de relativo ayuno virtual, cuando estaba tentada a leer algún twitter que sigo, o alguna página web, o algún blog, me preguntaba: a ver, ¿me va a aportar mucho en este momento leer lo que esta persona acaba de decir? ¿necesito saber algo más de lo que ya sé?¿realmente necesito ahora leer una nueva crítica, una nueva visión de la realidad, ver fotos bonitas, conocer un nuevo truco, saber qué están haciendo mis amigos con sus vidas, etc?.

La respuesta en la mayor parte de los casos es que NO.Dedicar al día, por ejemplo, tres horas a leer información variada y dispersa, aporta un cierto placer (eso es innegable, si no, ¿por qué lo haríamos?) pero sumadas esas horas a lo largo de todo un año, podrían constituir el comienzo de algo más provechoso. Y que conste que no soy una friki de la productividad ni quiero serlo. No diré: "en vez de leer Internet, aprende chino que es más útil para el mercado laboral" o "aprovecha cada minuto de tu día" porque no estoy de acuerdo en que cada minuto de nuestra vida deba ser convenientemente organizado, medido y aprovechado.

Pero sí que opino que deberíamos darnos cuenta de que la cantidad de tiempo que dedicamos a Internet y a leer superficialidades es demasiado alta. Que viviríamos igual de bien, o incluso mejor, si incorporásemos menos información dispersa y superficial a nuestra vidas. Si cada hora nos distraemos cinco o diez minutos para ver qué ha dicho esta persona o esta otra por twitter o whassap, durante ciertos momentos a lo largo del día navegamos por esta web o esta otra, y por la noche antes de dormir lo hacemos durante un par de horas más, al final del día todo eso se ha transformado en una cantidad gigante de tiempo que hemos hecho ¿qué? ¿Qué hemos ganado, qué hemos logrado? Que cada uno piense sobre esto.



También creo que, a la hora de ingerir la información, no ayuda mucho el hecho de que hay demasiada información disponible, y la mayor parte de las veces, de baja calidad. Sé que ahora los blogs dan consejos del tipo "publica todos los días, cuenta algo nuevo, sé original" pero de verdad que yo a veces me pregunto si realmente este consejo no consigue, a la larga, degradar la blogosfera. Si el publicar diariamente, cueste lo que cueste, no conlleva a que los lectores lean, eso sí, algo nuevo todos los días, pero intrascendente la mayor parte de las veces.

Si por ejemplo yo sigo uno veinte blogs (que suelen ser muchos más), ¿sería conveniente para mí leer veinte post diarios? (más los mails, más el whassap, más el facebook, más las webs...) O mejor expresado:

¿sería importante para mí saber, todos los días, cinco DIY nuevos, cinco críticas de moda, tres críticas de libro, cuatro experiencias diarias y tres truquis de belleza? ¿Puedo almacenar tanta información cada día, cada semana, cada mes de mi vida? A lo largo de un año, ¿qué hago con los 1825 DIY que he aprendido -¿los hago todos, uno tras otro?-, las 1825 críticas de moda, las 1095 críticas literarias, las 1460 experiencias que me han contado y otros 1095 truquis de belleza?

¿Estamos loc@s?

O más bien, cambiando la pregunta: ¿Para qué?

¿Para qué tanta información, tantos trucos, tantos consejos, tantos DIYs, tantas experiencias, tantas lecturas?

Sinceramente, creo que la publicación diaria no debería ser el objetivo de un blog que no está encaminado a sacar dinero con él. Yo por ejemplo, que por el momento no vivo del blog sino que es para mí un hobbie, porque me gusta escribir, y me gusta compartir lo que escribo, y me gusta leer lo que dicen otros, ¿por qué debería marcarme un objetivo que me lleva a introducirme en lo que, precisamente, me perjudica? Porque la ansiedad por contar "algo nuevo", requiere un tiempo enorme en buscar información, que igual podría estar dedicando a otra cosa. Para un blogger aficionado, no entiendo que exista una presión interna por "publicar, publicar, publicar" si precisamente se supone que esto se hace por amor al arte y no con un fin productivo.



Por otro lado, me he percatado de que en mi caso, necesito más espacio y más tiempo para concentrarme y crear. Y ese espacio y ese tiempo sólo se logran con la calma que produce una cierta desconexión. Como la mayor parte de los que estáis leyendo este escrito, yo también me revoluciono cuando ogio un "cling" de whatsapp, cuando veo que los blogs que sigo han publicado un nuevo artículo, cuando tengo un momento de trabajo del que me quiero evadir y aparece en mi mente la palabra: Internet.

Ese continuo bombardeo de interrupciones, y esa vastedad de opciones que supone Internet, rompen hasta la voluntad más firme, y socavan incluso la productividad más entrenada. No se puede. No se puede escribir una tesis, por ejemplo, y tener por lo menos un par de interrupciones cada hora. No es posible concentrarse en una tarea sabiendo que en cualquier momento se puede acudir a otras opciones ("voy a leer esto, voy a ver qué ha escrito esta persona...").

Por eso, a veces es más sano desconectar del todo. Quitar el wifi. Tener menos tentaciones a las que sucumbir.

A mí me encantaría que los días fueran más largos, que hubiera más horas, que el tiempo fuera más elástico, que en una hora se pudieran hacer muchas más cosas... Pero luego me detengo y digo: ¿para qué? El tiempo es el que es. Los días tienen las horas que tienen. Decidir llenarlas de miles de cosas, o dejar huecos para que se filtre un poco de vida y espontaneidad es una elección muy personal. Llenar todos los huecos del día con notificaciones del móvil, mail, blogs, webs, twitters, etc. etc. es algo bien posible, pero también sería posible no hacerlo.

Porque otra cosa de la que a veces no nos damos cuenta en esta sociedad hiper-tecnificada es que la mente, y la vista tienen que descansar, y esto implica que no todo el tiempo de descanso debería ir a seguir haciendo lo que hacemos la mayor parte del día: ver, leer, absorber información, mirar una pantalla.

Veréis, yo siempre he sido bastante intelectual, y diría que leer y aprender cosas nuevas han formado una parte importante de mi tiempo libre. Aparte de eso, irme de cañas y las demás actividades sociales que tanto me gustan y que tanto nos gustan a todos (la verdad es que de falta de vida social no me quejo...). Pero últimamente noto que existen otras cosas que, no siento intelectuales, necesito hacer, y están bien. Como cocinar. Como limpiar. Como hacerme la manicura. Como planchar tranquilamente viendo la tele. ¿Sabéis? no creo que necesariamente sea mucho más valioso pasarse las horas muertas leyendo información dispersa (o mirando ochocientas conversaciones por diversas redes sociales) que pensando un menú para la comida y la cena y ejecutándolo. La vida no sólo es pensar, adquirir información, estructurarla y guardarla, también es moverse, jugar con los dedos, comer, respirar, oler, entrenar otros sentidos. Y para las personas que desarrollamos un trabajo básicamente mental, diría que "bajar de las alturas" de vez en cuando, y enfrentarnos a las cosas más cotidianas en nuestro tiempo libre, es mucho más positivo que seguir aprendiendo, seguir leyendo, o seguir absortos en los estímulos visuales.

Alguna vez hay que parar, alguna vez hay que cuestionarse esta mil veces bendecida y muy pocas veces criticada sociedad de la información. Yo pienso en mí y me digo que necesito tiempo y espacio en mi vida. Necesito menos cosas y más valiosas. Y no, no necesito saber tanto, aprender tanto, ver tanto, ni tampoco compartir tanto.

No estoy hablando de dejar Internet, o de leer blogs, ni siquiera de escribir el mío. Ni tampoco he pensado volverme una ermitaña y dejar de contestar mails y otros requerimientos (aunque a veces lo he pensado, que conste) Pero sí de racionar estos comportamiento. Porque la red es... adictiva.

Y lo es porque es una actividad tremendamente cómoda y fácil, y que proporciona un placer prácticamente inmediato. Ver imágenes preciosas, leer buenos post, pasar de un sitio a otro, descubrir cosas nuevas... son todo actividades estimulantes y divertidas. Pero cuando llega un momento en que te cuesta desconectar, en que podrías pasarte horas y horas haciendo esto mismo, cuando dejas de realizar otras actividades que también te llenan por navegar un ratito más, entonces este mismo placer deja de tener su brillo. Entonces ya no navegas por la red con alegría y excitación, sino que te envuelve cierto halo sombrío, cierta sensación de enganche, de que pasa el tiempo y no te das cuenta. La habitación está a oscuras y sólo estás tú, con tu ordenador, mientras allá fuera hace sol y podrías estar disfrutando de él. Y cuando llega la noche, te dices: ah, debería haber hecho esto, y esto otro, y lo de más allá; y lo único que te queda en el cuerpo es una sensación de fracaso y de cierta irrealidad.

 
 
Releyendo este post para su edición, me digo que he mezclado cosas diferentes en el mismo tema, y que me ha quedado larguísimo. Pero en líneas generales, me parecen válidos los argumentos, y total, puesto que llevo casi dos meses sin actualizar, creo que puedo permitirme pequeñas licencias ;-)
 
Un último apunte: empecé a escribir este post unos días después de mi primer "retiro virtual". Hace unas semanas continué escribiéndolo, y hoy lo he leído de nuevo y he editado algunas cosas. Pero no descarto cambios futuros.
 
Al fin y al cabo, y como yo misma digo en el texto, creo que me hago un favor a mí misma y al mundo si en vez de producir distintos post con contenido diverso, voy mejorando este y hago una versión más depurada y resumida del mismo.
 
Ahora sí, punto y final. Feliz verano, felices lecturas, y... como siempre, estaré encantada de oír comentarios y opiniones parecidas o contrarias.
 
¡¡Y felices bodas!!

7 comentarios:

  1. Que bien que hayas vuelto!!!
    Me gusta mucho leerte, me encanta. Sigue asi.

    ResponderEliminar
  2. Gracias anónimo!

    Virginia, sí, parece que se ha borrado :( Yo no tengo nada en blogger...

    ResponderEliminar
  3. Leyéndote hoy parece que llevas las cosas al extremo, y está bien si eso te sirve para darte cuenta de según qué.

    Yo también solía leer blogs los viernes cuando estaba en casa de mis padres (a excepción del tuyo en el que entraba de manera más asidua), pero no me lo leía todo, leía las entradas que llamaban la atención. Creo que la red puede ser muy útil, incluso si lo que quieres es entretenerte un rato y navegar de aquí a allá sin rumbo fijo, pero como todo, en exceso no es saludable.

    Si estoy comiendo y suena el WhatsUp, puedo aguantar perfectamente hasta que termine, hay momentos en los que necesito calma, y puedo pasar sin la tecnología, pero hay que ver lo que nos ayuda en el día a día :-)

    Te debo mail, lo se y no me olvido.

    Un beso fuerte.


    M.

    ResponderEliminar
  4. Mi querida M.!!

    Síii, me debes mail, me alegra que lo recuerdes en un huequito de tu cabeza ;)

    Bueno, ya sé que lo he llevado un poco al extremo, pero en cierto modo es para "llevar la contraria" a toda esta nueva moda que dice a toda blogger que hay que publicar más, leer más, comentar más; y también a esta frase tan extendida en la vida cotidiana que proclama "hoy en día, es necesario estar CONECTADO en todo momento" o "hay que estar a la última en todo".

    Pues no.

    Un espacio para crear, para producir, o para situar nuestras vidas, es muy necesario.

    Un besazo.

    ResponderEliminar
  5. Como siempre es un placer leerte . Eres una constante fuente de ideas reflexivas .
    Levo tiempo pensado y mucho en lo que dices . Pero Necesitaba oírlo decir : alto y claro para darme cuenta.
    Ayudada por el veranito, estoy desintoxicándome blogguerilmente hablando,GRACIAS A TI.
    A veces creo que corremos mucho para después volver al mismo lado. Intentamos abarcar mas y mas, leer mas y mas , sin movernos de la silla.
    Llenamos la cabeza de pájaros y mas pájaros . Pero mucha de esa información no cala en nosotros, se pierde segundos después. Asi que algo tenia que cambiar.
    Pienso que el MOVIMIENTO SE DEMUESTRA ANDANDO… He cambiado la metodología ,apunto casi todo lo que realmente me parece importante y ademas he comenzado caminar por las tardes. Te lo recomiendo.
    Parece que el plan me funciona, Jeje.
    un besazo guapa.

    ResponderEliminar

¡Gracias por tu comentario!

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...