lunes, 31 de diciembre de 2012

Un consejo de fin de año para novias

El año que viene tengo ya varias bodas muy, pero que muy cercanas.

A veces, cuando me piden consejo sobre la organización de la boda, les sugiero que miren blogs y revistas (tengo que morderme mucho la lengua para no decir: ¿sabes qué? hay un blog llamado "una boda convencional" en el que tienes artículos muy compactaditos sobre flores, decoración, reflexiones y demás, jeje, ya sabéis que mi blog es top secret). También les digo los típicos consejos: que sean ellas mismas, que no se transformen, que hagan la boda que quieran los novios, que si tienen que ceder ante algo con sus familias que sea desde el cariño y no desde la imposición, que pongan todo bonito, que no se pongan nerviosas, que lo hagan todo con antelación (no hay nada de malo en tener las alianzas de la boda o los detalles elegidos seis meses antes) etcétera, etcétera.

En fin, se pueden dar tantos pequeños consejos... Cada una de nosotras, a poco que pensemos, tendríamos muchos consejos y sugerencias para ayudar a una novia dudosa o estresada. Pero en el caso de que una persona nos dijera: por favor dame un consejo, sólo uno, el que tú consideres principal, el que sea mi brújula durante todo el proceso de organización de la boda, ¿que diríais? ¿Cuál sería ese "consejo estrella" de la organización de las bodas que nunca habría que perder de vista?



En mi caso, y tras haberlo pensado con detenimiento, creo que la respuesta sería esta:

Fíate de tus sentimientos, y de tus estados de ánimo. Si quieres saber si estás haciendo algo bien mira como te sientes: si te hace sentir bien, es que está bien. Si la organización de la boda o algo en concreto te confunde, te hace sentir mal, te agobia, te estresa... Entonces tienes un problema. Las bodas no son para angustiarse o pasarlo mal sino para vivirlas con ilusión y júbilo. Párate de nuevo y observa. ¿Hay algo que estás pasando por alto, te estás traicionando a ti misma, quieres hacer algo pero te da miedo decirlo? Peléate con quien te tengas que pelear. Cambia una cosa. O cámbialo todo. Quizás en realidad no te quieres casar. Quizás sí, pero de otra forma o en otro momento. Quizás sí pero con otros invitados. O quizás sí que te quieres casar pero... con otro novio :-(

Simplemente eso: fíate de tus emociones, que son las que te van a guiar en todo el proceso, si en tu interior todo está bien, y estás disfrutando del proceso, la boda va viento en popa. En serio, las bodas no son para estresarse ni mucho menos amargarse. Cambia cosas, simplifica, reflexiona, date un descanso, pero no te agobies.

Tan simple a la vez y tan complejo ¿no os parece?

Si sientes que te estás bloqueando, párate y piensas qué haces mal o qué te molesta en concreto. ¿Es el hecho de que sientes que no estás decidiendo lo que quieres? ¿Le estás dando demasiada importancia a detalles minúsculos? ¿Sientes que con tanto preparativo tu novio y tú no pasáis juntos el tiempo suficiente? ¿No sabes cómo decirle a tu madre que tu vestido favorito es ese que ella ha dicho "pfff, qué feo"? ¿Estás abrumada ante la cantidad de opciones que se te presentan ante un asunto particular, por ejemplo el vestido o los zapatos? (cuando algo te guste, NO BUSQUES MÁS, lee sobre "la paradoja de la elección").  Si te encuentras mal y sabes lo que te pasa, aparca un poco la boda y pon remedio a estos asuntos cuanto antes.

Otro punto a considerar es que estos desvelos varios oculten asuntos más complejos. Quizás tardas tanto en decidirte, o estás tan sobrepasada por los preparativos (dos problemas comunes a todas las novias ¿no os parece?) porque hay algo que no funciona. En ti o en el resto. Quizás ese ansia de perfeccionismo oculte una cierta inseguridad; quizás esa búsqueda del detalle disfrace cierta carencia afectiva; quizás esa preocupación oculte que no estás haciendo lo que realmente quieres y estás cediendo antes los demás; y quizás esa tremenda indecisión a la hora de elegir las cosas oculte un poquito de miedo al compromiso... miedo que es normal.

Así que si quieres tener no ya la boda de tus sueños (porque esta depende de muchísimos factores de última hora que no podrás controlar) sino la preparación de la boda de tus sueños (que se puede controlar mucho más y que en definitiva dura mucho más tiempo, seguramente varios meses), hazle caso a tus sentimientos, a tu guía interior, a tu intuición, como lo quieras llamar. Y eso te dará mucha más información sobre tu boda que el creer que tienes, o no, "el vestido perfecto", "el restaurante perfecto", o "la música perfecta" según tal o cual opinión.

Porque ¿qué es "lo perfecto"?

Lo perfecto no es algo que otra persona dice que es perfecto. Lo perfecto es lo que a ti te hace feliz.


via

Nuestra intuición, y nuestras emociones, son sabias. Escúchalas. Hazles caso. Si algo te pinta mal, cámbialo. Si algo te hace sentir tensa, pon remedio. (Recuerdo que la misma semana de mi boda, cuando fuimos al restaurante a ultimar los datos, hubo una cosa que no me dio muy buena espina, un trato sutil que no me gustó, y no dije nada, y la verdad es que luego me arrepentí de no haber sido más firme. Es mejor hacer caso de nuestras sensaciones e intuiciones y actuar a tiempo.)

Hay muchas formas de organizar una boda, mucho donde elegir. Estos meses son bonitos, son especiales, puedes aprender muchas cosas, cosas prácticas de la vida, de tu relación y de ti. Basta con salir de la vorágine de las "decisiones imprescindibles" (que luego ves que no son para tanto) y parar, y centrarte en ti. Y ser feliz. Y ser auténtica. Y ser coherente hasta las últimas consecuencias. Y querer mucho mucho a tu pareja.

Y disfrutar, sobre todo disfrutar...

¡¡Feliz año nuevo!!

2 comentarios:

  1. Hola, este 2013 me caso y buscando inspiración para mi boda he descubierto tu blog. La verdad es que ha sido una sorpresa muy grata porque a parte de los típicos blogs de moda, diseño y diy (que por otro lado me encantan), no había encontrado ninguno que hablara de lo que realmente sentimos las futuras esposas (o al menos siento yo). Yo también quiero preparar una boda bonita y especial, pero no quiero perder el norte y olvidarme de lo realmente importante, de que la razón por la que me caso no es la boda, si no mi chico, y que además al final la única boda realmente especial es la propia de cada uno. Que para gustos, los colores, que nunca se puede agradar a todo el mundo y que lo que realmente nos hace feliz es hacer las cosas como las sentimos.
    Me gusta mucho tu visión de las cosas, y además me parece muy interesante tus últimos post sobre la autodisciplina. Mi chico y yo estamos en una época de leer mucho sobre psicología positiva, sobre las personas, sobre nuestras creencias y nos estamos dando cuenta de que nuestra vida está dando un giro de 180 grados. Enhorabuena por el blog, te seguiré leyendo!

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  2. Hola Mavazu!
    Veo que últimamente todo el mundo está revolucionado con revisar nuestras creencias y con el CAMBIO. No es para menos, nuestro mundo está cambiando muy rápidamente, y cosas que nos habían enseñado que eran útiles no son más que un lastre ahora en nuestras vidas.

    Me alegra que no hayáis perdido el norte en vuestra boda. Seguramente, y a lo largo de todo el proceso, os perderéis y os encontraréis un montón de veces, jeje, aunque también eso es lo bonito.

    Espero seguir viéndote por el blog. Saludos!

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