No es nuestra única oportunidad.

Hace unos momentos leía este artículo de A practical wedding, cuyo título me ha impactado (This isn't your last change). Habla de ese consabido tema que las ya casadas conocemos bien (porque lo hemos experimentado en nuestra propia piel) y las futuras novias piensan de vez en cuando:

¿El día de la boda es MI día o NUESTRO día? Puesto que es sólo una vez en la vida (o eso queremos la mayoría), ¿tiene que ser y salir todo perfecto?

¿Qué pasa si elijo algo "incorrecto" o que luego no me gusta?

¿Qué pasa si al año de casarnos voy a una boda, o la veo por Internet, y pienso con nostalgia que ha sido más bonita que la mía?

¿Qué pasa si una vez casada, descubro el que sería mi vestido perfecto, las ideas más geniales para los invitados, el videógrafo o fotógrafo de bodas que hace justo lo que yo quería y en su momento no encontré?

(Por ejemplo, ¿quién no quiere una boda como esta?)

A través de nastyafoks.tumblr.com

Dos cosas:

La primera: por supuesto, una vez que acabe tu boda, encontrarás ideas mejores, y cosas que no se te ocurrieron en su día y que podrías haber incorporado. Descubrirás, por ejemplo, que tus padres no se hubieran muerto si hubieras hecho una boda íntima como querías y no pudiste hacer. O que podrías haber puesto una mesa presidencial de otra forma. O que la luna de miel en ese lugar paradisiaco era lo que realmente habías soñado como viaje de novios. O que el maquillaje o peinado que llevaste a la siguiente boda como invitada ¡te favorecía más que el de tu boda!. Y así una lista larga de ejemplos... Porque es muy improbable que, de todas las decisiones que tomas para tu boda, no existan opciones mejores que en su momento no estaban a tu alcance o que no habías barajado.

Por otro lado, cuando organizamos una boda somos inexpertas, y cuando la boda termina, nos convertimos en expertas. Mi cuñada me dijo una cosa que me hizo mucha gracia y que resume perfectamente esto: "las bodas deberían poder celebrarse dos veces; una como ensayo, y otra para disfrutarla realmente mejorando todo lo que no te gustó". Sí, estaría genial, pero no es posible.

Chicas, yo también hubiera querido este vestido. Via: http://girlnamedhailey.tumblr.com/

La segunda: Pues pasar, no pasa nada. Y esa es la realidad, queramos o no verla. Si todo va bien, a pesar de esas elucubraciones y todos estos inconvenientes en tu cabeza, sigues casada igualmente, y con suerte, sigues enamorada y feliz. ¿Era ese el objetivo, no?

Para finalizar con este post, sólo decir, parafraseando el título de este post, que el día de la boda no es nuestra única oportunidad para muchas cosas. No es la última oportunidad para ir bellísimas, viajar a lugares exóticos, juntarnos con nuestros seres queridos, hacer una sesión de fotos profesional, tener un momento de "oh yeah, me siento como una princesa", o "estoy enamorada hasta la médula". Es cierto que muchas cosas, como lo de juntar a un montón de gente muy dispersa, es irrepetible. Pero no todo es irrepetible. Todo lo anterior que he escrito, por ejemplo, es perfectamente replicable en cualquier otro momento u ocasión especial.

Remember...

El día de nuestra boda no es nuestra única oportunidad de ser felices o protagonistas. No es el sueño más hermoso de nuestras vidas desde nuestra niñez (y si para ti lo ha sido, ya estás buscando otro rápidamente).

La vida no acaba tras quitarse el velo de novia. Y yo estoy convencida de que lo mejor, siempre, está por llegar.

http://wreckingly.tumblr.com/

P.D. Dedicado a Rocío... Seguro que vas guapísima el día de la boda ;-)