lunes, 9 de diciembre de 2013

Planes en pareja: mudanza

Hablar de mudanza hace que, a los que las hemos experimentado, se nos erice a la vez el vello de ambos brazos y recuerdos, algunos entrañables y otros horrorosos, inunden nuestra cabeza.



Pues bien, hace unas semanas, mi marido y yo estuvimos de mudanza. Una mudanza complicada porque el piso "de destino" estaba en un proceso de reforma. Así que a las ¡decenas! de cajas y muebles varios esparcidos por el nuevo piso, se sumaron el polvo producido por esta reforma y una cierta desesperación... Al final, y como todo, las obras finalizaron, las cajas se colocaron, y todo quedó limpio, bonito y a nuestro gusto.

Así que en este estado actual de orden y calma, diferente a lo que fue semanas atrás, he querido pararme a pensar un momento para reconocer los puntos buenos que ha tenido esta reciente mudanza. Y daros ánimos e ideas a las que estáis en un proceso similar de mudanza, reforma o "casa desbaratada o a medio amueblar".

Para empezar, todo el mundo sabe que los traslados obligan, inexorablemente, a una de las cosas que más solemos rehuir: enfrentarnos, de forma cruda y sin postergación posible, a revisar tooodas nuestras pertenencias. A hacer balance de lo que tenemos. A desordenar los cajones, y al llegar al nuevo sitio, ordenar de nuevo. No hay prenda de ropa, papel, libro, ropa de cama, adorno o menaje que se resista a este escrutinio. Hay que meterlo todo, y sacarlo todo.



Los pensamientos que nos vienen a la cabeza son de muchos tipos como: ¡Oh dios mío, tengo demasiadas cosas! Uy pero y esto ¿qué es? ¡si ni me acrodaba de lo que tenía!

Luego están esas cosas viejas, pasadas de moda o que simplemente no nos ponemos y que, es en ese momento de mudanza y no en otro, cuando tomamos la determinación de tirarlas o donarlas inmediatamente (¿veis? punto bueno para las mudanzas: esas pequeñas acciones se terminan llevando a cabo)

Por otro lado, están esas cosas que realmente nos costaron un precio, están en buen estado, y por un motivo u otro no utilizamos. En mi caso, decidí vender algunas cosas por eBay, y aunque era completamente novata en esto, conseguí desprenderme de algunas cosas y sacar unas pelillas (aunque desde luego, nadie se hace rico vendiendo por eBay, hay que poner precios muy competitivos si quieres quitarte algo de envima...)

Y entre el grupo de cosas que no utilizas, está un tercer grupo que a las sentimentales nos dá un pelín de problemas ¿qué hago con esto que no utilizo, pero a lo que le tengo cariño, me trae recuerdos, etc. y de lo que no quiero desprenderme? La clave es GUARDARLO ORDENADAMENTE. Comprar cajas especiales para esos recuerdos con los que nos deleitaremos de vez en cuando, quizás en tardes grises como la de hoy. Eso es lo que hice yo con mis fotografías, tarjetas, recuerdos de la boda, prendas de ropa que para mí han sido "míticas". Y he descubierto que cuando estas pertenencias están guardadas y organizadas no ocupan mucho sitio; el problema es tenerlas mezcladas con las cosas que sí usas, y es entonces cuando molestan.


via

Y la segunda cosa positiva que tienen las mudanzas es que, al fin y al cabo, se trata de un plan en pareja. Como la decoración de un piso. Como la limpieza. Como planificar una boda. Hay que organizarse, planificar, hacer cosas, trabajar en equipo, no queda otra. En toda mudanza ocurren momentos divertidos, momentos de satisfacción del trabajo hecho (cuando habéis acabado el quinto viaje previsto para ese día y os vais a tomar un vinito, o dos, como compensación) y momentos de tensión y discusión con tu pareja en los que dices: ¡¡para qué me habré casado!! Pero en fin, c'est la vie, y al final siempre te acabas reconciliando y... cargando la siguiente caja con un poco más de alegría.


Qué felicidad de imagen, ¿¿verdad?? Nosotros no éramos para tanto, jaja.

Me digo que al final vivir en pareja no son sólo los grandes viajes (que muchas veces no nos podemos permitir) o las cenas con amigos. Vivir en pareja son también estas pequeñas cosas, trabajosas, pero con un final a la vista. Pintar una habitación juntos por momentos es divertido, pero puede ser un coñazo cuando vas por la tercera capa de pintura y no se acaba de quedar bien (doy fé). Pero incluso en este caso, cuando se acaba, quedan dos satisfacciones. Una, la del trabajo bien hecho (en plan ¡lo he logrado, lo conseguí!). Y dos, la del trabajo compartido.

Porque hay muchas cosas en la vida que, aun no siendo para el recreo, podemos convertirlas en pequeños planes en compañía ¿verdad? Vivimos en una cultura de ocio en la que parece que tenemos que hacer "algo especial" todo el tiempo, ya sea con nuestra familia o nuestros amigos. Y al final, precisamente las cosas que más forman parte de nuestros recuerdos compartidos, son esas pequeñas "luchas" del día a día.

Por ejemplo, las agotadoras noches de estudio con nuestras compañeras de la facultad... (una amiga mía siempre decía, para gran escándalo de muchas otras personas, que su época favorita era la de exámenes, y le doy la razón).

   O la preparación y organización de una fiesta en nuestro honor o en el de otra persona (jaja, recuerdo una vez que organicé mi fiesta y no tenía coche, en que me llevé el carrito del mercadona a casa por toda la calle)...
  
      O la finalización de trabajos en grupo a altas horas de la madrugada, bebiendo café más allá de lo razonable y desvariando sobre cualquier cossa.

          O... las largas horas realizando invitaciones de boda, meseros o detalles, que muchas conocéis.

Y por supuesto, entran en este grupo de actividades que luego se recuerdan como entrañables, las mudanzas, las reformas, o los momentos invertidos en pensar la decoración de algo tan importante como es el hogar de cada uno.

Así que la próxima vez que tengáis que hacer una mudanza en vuestra vida, no penséis sólo en lo agotador de la tarea, sino en estos beneficios ocultos que también os reporta esta experiencia.

Y por cierto... ¿tenéis, entre vuestros recuerdos favoritos, algunos de estos "momentos intensos" que son costosos, pero que también dan placer, y que luego se recuerdan con mucho cariño?

3 comentarios:

  1. Nunca me habia parado a mirar asi una mudanza, y por temas de la vida, habre hecho como unas 15 yendo y viniendo, y siempre crean malestar, pero ahora leyendo tienes razon, tienen sus momentos entrañables jejeje besos buena reflexion!!!

    DKT StyleandBrides

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  2. Cuánto tiempo sin pasarme por aquí.... y qué grata sorpresa, porque además, me viene como anillo al dedo este post! con la q tengo liada en una sola habitación...en realidad me he animado, porque aparte de ser interminable sacar todo de ahí, me hace ilusión decorarlo a mi gusto (dentro del presupuesto y espacio disponible, claro...).
    un besico!
    NR

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  3. Hola!! Pásate por mi blog y tienes una sorpresa esperándote. Premio Best Blog! Enhorabuena!! http://almudenaweddingideas.blogspot.com/

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