miércoles, 29 de febrero de 2012

Premio Liebster blog

Hoy tenía preparada otra entrada... (sí, últimamente tengo más tiempo y creatividad disponibles para el blog, será que estar en la recta final, aparte de ponerme nerviosa, me pide compartir todos mis pequeños conocimientos e impresiones con los demás), pero después de ver el blog de Chica B, en el que me ha entregado el premio Liebster blog, junto con otros cuatro blogs, pues ¡no tengo más remedio que cambiar de planes y anunciarlo a los cuatro vientos" ;-)


Antes de nada, gracias a QuieresCasarteConmigo por el premio, el blog de una chica enamorada de las bodas que, cuando decida casarse, seguro que monta una de esas bodas de ensueño que salen en el Telva Novias :-)

Se supone que ahora tengo que mencionar yo a otros 5 blogs para pasarles el premio. La filosofía del Liebster Blog es que los blogs premiados tengan menos de 200 seguidores. Es decir, que sean blogs "pequeños", que "están empezando" o que hasta ahora sean poco conocidos, precisamente para darles un poquito más de visibilidad en la blogosfera. Y es que en el mundo blogger, hay auténticas joyas en bruto... blogs que se encuentran un día, por casualidad, y te acaban enamorando.

Aunque ya tenía pensado algún blog que otro para nominar, descubro que algunos de ellos ya tienen el premio. Por supuesto, no es cuestión de repetir... Y por otro lado, me gustaría aprovechar este momento para hacer una incursión más intrépida por el mundo blogger: quiero descubrir nuevas cosas. Esos blogs pequeñitos de gente corriente y anónima que son una fuente de inspiración en cualquier terreno: bodas, literatura, viajes, cocina... Así que, en vez de nominar ahora, voy a aprovechar el premio para descubrir activamente nuevos blogs y justo dentro de una semana, ni un día más ni un día menos, volveré por aquí para contaros qué he encontrado... Y para pasar el Liebster Blog Award a mis blog favoritos y que hasta ahora no hayan recibido ese reconocimiento.

¡Feliz día a todos!

martes, 28 de febrero de 2012

Dos meses...

Reconozco que siento un ligero temblor al escribir el título... ¡¡Dos meses!! A partir de mañana, un mes y pico...



Mi ánimo en este último mes de febrero ha sido extraño, cambiante. Hasta ahora, sólo conocía sentimientos positivos fundamentalmente. Esta vez me ha tocado enfrentarme a la cara menos dulce de la organización de bodas. Y a otros hechos que me han trastocado en mi vida cotidiana. Ha sido un mes extraño...

Ahora que renace en mí la ilusión del día B, constato que empiezo a ponerme un poquito nerviosa. Más que por el día en sí, por las cosas que aún hay que preparar: si todavía no me he vuelto a probar el vestido...



...ni me he hecho la prueba de maquillaje, ni tengo claro mi ramo de novia (cuantas más flores conozco, más dudo). Aún no tenemos ni de lejos la lista final de los confirmados, y por tanto tampoco la colocación de las mesas, ni reservado el bus. Nos queda elegir las lecturas definitivas de la ceremonia, los "momentos musicales" y alguna otra cosa que se me escapa...

Y la verdad, conforme lo voy escribiendo me digo: ¡pero si tampoco es tanto! En dos meses sacaremos ratitos de sobra para hacer todo esto, pero es inevitable que una lista larga de cosas nos paralice un poco. Organizar una boda requiere tener la mente clara, el bolsillo abierto (sí, hay que despreocuparse un poco de los pagos, es mucho dinero de golpe, más que nunca, pero ¿acaso una boda no es sólo una vez en la vida) y además hay que saber lidiar con la presión.

Presión porque eres tú la que organizas y también tú la protagonista, ¡menuda paradoja! El consejo de todo el mundo con el que he hablado respecto a este día ha sido muy claro: organiza y deja todo bien atado antes del día de tu boda, pero una vez que llegue este... entonces deja de organizar y céntrate en disfrutar.

Pero yo me pregunto ¿es que es tan sencillo pasar, en veinticuatro horas, del papel de "novia que organiza un montón de cosas" a "novia que se limita a disfrutar del momento, sin otra cosa en la cabeza"? En fin, sencillo o no, es el único consejo infalible para aprovechar este día que con tanto tiempo hemos estado preparando.



Y respecto a mi relación... pues creo que tanto mi novio como yo nos vamos haciendo a la idea de que en poco tiempo seremos una unidad familiar. Es un cambio que para nada es intrascendente. Tener nuestro propio libro de familia, después de casi treinta años pertenecer a la familia de nuestros padres, es un cambio sustancial que merece la pena celebrarse (sí, por algo es el bodorrio...).



Más si a ello le unimos que viviremos juntos dentro de poco... En ese tema, el de la búsqueda de piso para vivir, nos hemos adentrado hace poco, y la verdad que como será un piso de alquiler, tampoco queremos dudar demasiado. Mi cabeza no puede con trabajar, organizar la boda, tener una vida aparte de esta (que cada vez será menor) y buscar la casa ideal, así que nos contentaremos con "buscar una casa agradable y mona para nuestro primer año de casados". Y luego, Dios dirá...

Y sí, aunque cada día intento tener una vida aparte de la de novia en puertas, descubro que al final siempre acabo viniendo a Internet a buscar cositas, hablando con mi familia, mis amigas o mi novio de lo mismo. Ya me he resignado a ser principalmente esto en los meses siguientes: una futura novia, sin más asuntos urgentes aparte de la boda.



Pero he de admitir que me gusta... Nunca más espero ser una novia en puertas, sólo en este momento de mi vida. Un estado del que me quedan ocho semanitas... Y es que dos meses pasan volando, ¡si la Navidad hace nada estaba aquí! Así que ya mismo, llegará el mes de abril y comenzarán las bodas de la temporada primavera-verano 2012. De las bodas que tengo este año (y con la mía son la friolera de seis) somos los primeros. Al menos tenemos la ventaja de que nadie nos va a pisar ninguna sorpresa, atuendos (¡sí! ¡no es posible que nadie más lleve mi vestido o mis complementos! ¡la próxima que se casa soy yo!) y que para las próximas bodas ya vamos a estar muy tranquilitos...

La verdad que el año pasado, cuando fui a mi última boda, me recorrió un leve escalofrío cuando me dije: en siete meses, la próxima que se casa soy yo. Y pronto, muy pronto, ese día va a llegar.

Y aunque pase rapidísimo, como todo el mundo dice que se pasa, ¡espero pasarlo muy muy bien! Y que ese recuerdo dulce y amoroso nos dure toda la vida...


Por tanto, voy a intentar alejar a estos nervios que me están inundando sin que me dé cuenta; e ir tachando cosas de la lista de cosas pendientes de hacer. Estos próximos días, que no trabajo, me he propuesto efectuar las últimas compras, enviar las últimas invitaciones, aclarar la música y las lecturas, finalizar el expediente matrimonial y hacer algunos pagos que tenemos pendientes. Y luego, al final de esta semana, que espero que esté llena de actividad bodil, sentarme en una silla, relajarme y simplemente disfrutar...

De la sensación de felicidad de un día cada vez más cercano que está por venir, y de la tranquilidad de saber que lo tengo en un noventa por ciento preparado. El ser precavida tiene que tener sus ventajas ¿no?


Imágenes via The Brides Cafe

lunes, 27 de febrero de 2012

Gardenias para la novia

"Dos gardenias para ti... con ellas quiero decir..." ¿A qué os suenan las gardenias? Sin duda a este bolero, ¿verdad?

¿Pero... y si os digo que las gardenias están en un ramo taaaan fabuloso como este?


via

sábado, 25 de febrero de 2012

La ¿difícil? tarea de la búsqueda de piso

Esta semana he estado bastante liada. Y, por primera vez desde hace meses, no es con cosas del día B o específicas del trabajo, ¡¡es que estamos buscando piso!!


via

Piso para vivir con mi novio (¡nop! rectifico: mi futuro marido) después de la boda, es decir, dentro de dos meses, aunque lo alquilaremos con un mes de antelación para ir llevando cosas. Y aunque pensaba que encontrar un piso que reuniera las características que queremos (la zona que queremos, buena relación calidad-precio, nada de muebles viejunos ni cuadros de la abuela) iba a ser cosa de un par de tardes (qué ingenua soy, ¿verdad?), al final la cosa se ha complicado un poquito...

jueves, 23 de febrero de 2012

La lista de las cosas dulces

En mi primera etapa de buscadora compulsiva por Internet de la parte simbólica relacionada con las bodas y el matrimonio (busqué desde el significado de las flores al de los tejidos de los vestidos de novia, pasando por supuesto por libros sobre el compromiso y la vida conyugal), acabé en una página de Estados Unidos donde recomendaban libros para futuras casaderas.


Folletín romántico con maromo musculoso en la portada, ¡qué grande! ;)


Guía de supervivencia para novias, debería habérmelo comprado

Me llamó la atención uno de estos libros, no traducido al español, que contenía las anotaciones de una mujer durante 20 años de su matrimonio. El libro se titula Remember the sweet things, y está escrito por Ellen Greene.

Trata sobre una esposa que, cada cierto tiempo, decidía apuntar qué es lo que había hecho su marido de especial. Acabó componiendo una verdadera recopilación de momentos especiales que vivieron juntos, o más bien, de esas pequeñas cosas que su marido había hecho por ella en los veinte años de su matrimonio (pequeñas cosas que lamentablemente, tendemos a olvidar en la pareja)


martes, 21 de febrero de 2012

Paniculata en las bodas

Elegir la paniculata como protagonista en la decoración en las bodas es una opción que se está extendiendo más y más. No es para menos: esta florecilla de aspecto delicado queda bien en todos los ambientes, tanto sola como acompañada, para el ramo de la novia, la iglesia o para los centros de mesa, y ¡además es muy económica! (por este motivo, ningún restaurante que se encargue de la decoración floral tendrá problemas en ofrecerla, por ejemplo)

Yo antes de empezar a preparar mi boda ni sabía que existía una flor con este nombre (pa-ni-cu-la-ta, ups, tardé en aprendérmela) pero ahora me la encuentro en artículos e imágenes de todos sitios, desde las fotografías de las bodas más vintage y DIY hasta las de las bodas más sofisticadas. Y es que la paniculata vale para absolutamente todo, ya veréis...

Empezando por el lugar de la ceremonia, decorar con paniculata es una apuesta segura. La puedes utilizar sola en grandes centros si el lugar de celebración tiene aires campestres (un jardín, una ermita en el campo, un patio) o, como es una flor pequeña y muy manejable, se pueden hacer infinidad de formas decorativas:





Para un sitio muy barroco, como una iglesia o un ayuntamiento, me parecen muy acertados los grandes bouquets redondos de paniculata, tanto los bajos como los que están sobre soportes. Se puede dejar la flor sola, o combinar rosas, peonías u orquídeas en estos centros.



via

(En mi caso particular, he elegido para la iglesia centros grandes de paniculata con orquídeas (la que es blanca con el centro rosa, la más clásica), y para los banquitos, ramilletes de paniculata con lavanda. Cada banquito irá unido el al de detrás con lazos de tul... En fin, en mi cabeza parece muy bonito, ya os contaré qué tal)

La paniculata también es una opción muy extendida en el ramo de novia. Particularmente, no me gustan demasiado esos ramilletes de paniculata (con las flores tan preciosas que existen), a no ser que sea una boda 100% campestre. Me parece que no es el acompañamiento más idóneo para un vestido de novia regio, en una boda de ciudad, pero para gustos los colores...

Ramo de novia de paniculata. No es para mí...

Aquí los llevan las damas de honor
Sí que me gusta más la paniculata en los ramos cuando acompaña a otras flores. Pero siendo sincera, la veo una flor más decorativa de exteriores e interiores que para usar en algo tan chic como el ramo de novia.


Ramo de la derecha: paniculata con ranunculus, muy bouquet, me gusta.

Pero hay excepciones.... (pocas pero las hay). Rectifico mis palabras al encontrarme con este ramo: rosa del Sahara con paniculata. Y me digo que sí, que definitivamente la paniculata es tan versátil que puede ser incluso ultra-chic.


¡¡Qué preciosidad!! ¿no creéis? via
Esta florecilla también vale para los peinados. Perfecta para los de las niñas:



Y preciosa en este moño bajo para novia (eso sí, hay que colocar con maestría la paniculata para que quede así de bonito, yo no me fiaría de que todas las peluqueras serían capaces de hacerlo):

via
En cuanto a los centros de mesa, los que más me gustan son los ramilletes voluminosos y redondeados que van en jarroncitos blancos de porcelana... Me parece una opción de gran delicadeza y elegancia.

 
via




Si a esta composición le añadimos unas velas a los lados, también sobre candelabros blancos, el resultado es tan increíble como:


El punto negativo de esta composición es que interfiere en la visibilidad de los comensales...


También están bonitos los centros de paniculata en recipientes cuadrados.




Otros ejemplos:



via

Aquí lo bonito son los pedestales ¿no os parecen maravillosos? via

Una combinación que me encanta es la formada por paniculata y ranunculos blancos. Los ranunculos son más caros que la paniculata, obviamente, pero algo menos que las peonías. Si tienes una boda pequeña, con pocas mesas, y puedes permitírtelo, yo no me lo pensaría...



Y para terminar, la opción más increíble de todas las que he comentado (al menos, la que a mí más me ha sorpendido):

Paniculata en la mesa de dulces. Supone dar más protagonismo a esta florecilla, y tapizar con ella toda la superficie de la mesa. El resultado (bien hecho, claro está) queda espectacular: esponjoso, delicado, soñador... sólo apto para las novias muy muy románticas.





via

Después de ver este artículo, decidme ¿conocéis una flor más idónea (versatilidad, forma, precio) que esta para la decoración de las bodas?
Algunas de las imágenes de este artículo son de aquí

lunes, 20 de febrero de 2012

Retornando a mi boda.

Vaaaya.

Ha sido un paréntesis de ¿algo más de una semana? Y se me figura que han sido muchos más días, casi un mes.



Una semana de pensamientos confusos de mi boda: desánimo, preocupaciones, decepciones, y cansancio total (sí, y también esa frase de: ¿¿pero por qué me he metido yo en este lío?? ¿No era mi ilusión de quinceañera casarme en un monasterio perdido, con mi vestido azul klein, solos mi novio y yo?). Pero también ha sido una semana de exploración interior, charlas reparadoras (con una persona cercana que conozco desde hace poco, y que desafortunadamente no puede asistir a mi boda, ya que le coincide con la de otra amiga "de toda la vida") y... muchos comentarios alentadores en mi blog.

A todas vosotras ¡¡gracias!!

Una nunca sabe lo que va a encontrar en este mundo blogueril: si le van a seguir, si no; si sus artículos parecerán demasiado irónicos, o demasiado cursis, o demasiado convencionales. Pero desde luego no esperaba encontrar esta comprensión más allá de los teclados. Comprensión porque al fin y al cabo todas somos mujeres, con un montón de preocupaciones e intereses, pero con dos cosas en común: el mundo de las bodas, y la pasión por describirlo.




He leído todos vuestros comentarios con atención; y no una vez, sino varias. Me alegra saber (sí, me alegra, mal de muchos consuelo de tontos ¿no?) que muchas compartís estos sentimientos de "ya no puedo más". Me alegra saber que en toda boda hay pequeñas decepciones y desilusiones, que no son sino obstáculos que nos permiten saltar con más empuje. Me alegra saber que en todas las bodas hay gente que, incluso con "su buena intención" como dicen, no deja de hacer comentarios desfortunados que nos paralizan o nos bajan el ánimo (a todos ellos un: gracias por tu opinión, pero haré lo que yo quiera). Y me alegra saber que las mujeres que escriben por Internet no son mujeres con vidas perfectas, que también tienen sus días malos, y sus discusiones con los novios-maridos-padres-hermanos-suegros... No todo es una sucesión de moda, champagne, cultura y glamour...

Hasta ahora la preparación de la boda me había causado algunos malos momentos pero nunca como hasta ahora, como la semana pasada...

La desilusión llegó a un punto que no podía ni abrir un blog de bodas, era lo que menos me apetecía del mundo. Dejé correos importantes de proveedores sin contestar. Asuntos pendientes que resolver. Postergué algunas decisiones. Aunque este fin de semana, no ha habido más remedio que acudir a dos citas importantes que no se podían aplazar. En cierto modo, he aprendido que la distancia puede ser un remedio para las novias que se encuentren como yo.

Desconectar un momento de la boda, poner distancia, hacer otras cosas, fantasear sobre otras cosas, dejarlo estar.



Hoy ya parece que las aguas vuelven a su cauce. Siento tímidamente renacer la emoción, las ganas de preparar y buscar cosas en Internet. Siento cierta alegría comedida, cierta ilusión pero con cautela... en fin, algunos sentimientos positivos. Esta semana me espera una buena ronda de repartir invitaciones (la semana pasada no repartí ni una, ups!), y me siento con fuerza de hacer frente a las preguntas y comentarios.

Sí, me apetece seguir preparando mi "boda perfecta" teniendo en cuenta que mis relaciones familiares son imperfectas, que mi presupuesto es limitado (aunque generoso, como dice mi chico), que hay ciertas cosas que no son posibles,  y que no ejerzo ningún control sobre el destino, la meteorología o el desarrollo del gran día (¿estará buena la comida? ¿me arreglarán bien la iglesia? ¿no se le estropeará el coche al chico del vídeo viniendo para acá? ¿se perderá algún invitado?)

Al menos, sé que en estos días grises mi chico ha estado ahí... Hemos tenido nuestros más, y nuestros menos (que parece también en Internet que en todas las parejas existe amor y comprensión infinitos en todo momento), pero este fin de semana intenso de viajes y compromisos hemos estado uno al lado del otro, aguantando, decidiendo, haciendo frente a la presión, el cansancio y el agobio. Hemos estado hablando de que pronto seremos civilmente una familia. Y eso es guay :-)


Para acompañar este texto, he elegido estas imágenes de una boda espectacular en Los Ángeles. El lugar de la ceremonia, el restaurante, la decoración son preciosos pero... y siendo un poquito mala... apuesto a que también estos novios rubísimos tuvieron que pasar sus momentos de tensión ¿verdad? ;-)



Una boda es la vida misma, y la vida misma nos brinda toda esta variedad de sensaciones...


Imágenes via El Bello Los Angeles

miércoles, 15 de febrero de 2012

Una canción de post - San Valentín

Hacía mucho tiempo que no escuchaba esta canción. Y hoy, escuchando la radio a través de Internet ha sonado esta versión con la voz de Marsha Ambrosius (a la que no conocía, por cierto). He sentido un escalofrío, pero qué bonito es este tema...

Hablo de "Butterflies" de Michael Jackson. No es uno de su éxitos de los discos de oro, los de los 80, pero aún así la canción ha sonado bastante en los círculos del R&B (y creo que la he oído en alguna peli o alguna serie, ¿o es producto de mi imaginación?)



En cualquier caso, esta canción ejerce sobre mí un efecto reparador. Me parece tan bonita... Tan delicada, como una mariposa. Un poquito nostálgica.

Perfecta para el día después de San Valentín.

Y perfecta para... por ejemplo... un vídeo de bodas. De hecho, mi videógrafo me mandó un mail hace poco diciéndome si tenía alguna sugerencia para la música de fondo de mi futuro vídeo. Miré su lista y sólo le apunté una de ellas. Pero hoy no me puedo resistir a sugerirle también el "Butterflies". Es cierto que quizás se pasa de suave, de nostálgico. La verdad que la letra sugiere un amor no alcanzado, y eso se transmite a la música. En principio, no es lo más apto para un vídeo matrimonial, lo sé, pero... que él lo juzgue

Al menos hoy me ha encantado recordar ese estribillo:

"I just wanna touch and kiss
And I wish that I could be with you tonight
You give me butterflies inside"

Y me ha encantado disfrutar de esa música que no es exactamente ni de amor, ni de tristeza, ni de alegría; esa música que vale para momentos como este: moderadamente felices (pero no del todo), en que no te apetece darlo todo pero tampoco hundirte en el abismo. Momentos de relativa calma... de sentirse relajado con uno mismo. (Uno mismo, la persona con la que estaremos siempre, y esto es un asunto nada banal...)

Aún no estoy muy inspirada para seguir hablando de bodas (sólo del vídeo, que se puede "trucar" sólo para recoger los momentos bonitos, jeje), pero pronto, ¡ya me voy animando!. Aunque hoy me siento cómoda con esta relativa distancia de mi boda.

Sí, chicas, en la vida real no todo es felicidad, música de hadas y amor a raudales en todo momento. Hay veces en que necesitamos relativizar, desconectar o expresar lo desanimadas que nos podemos sentir. Pensaba autodestruir todos estos post tan poco glamourosos, y tengo que admitir que sólo hablo de una forma tan personal porque lo hago desde el anonimato, y aún así tengo mis reparos... Pero luego he pensado... precisamente estas palabras pueden ayudar a las futuras novias mucho más que los que hablan del encaje del vestido, los centros de mesas o el sello de las invitaciones de boda. Así que ahí se quedarán.

Por hoy, me despido tarareando esta canción tan suave y dulcísima de un cantante que tuvo una vida nada sencilla. No hay una melodía que acompañe mejor mi estado de ánimo.

"You give me butterflies... inside, inside..."

lunes, 13 de febrero de 2012

Cuando falta la inspiración...

Hoy me falta el estímulo para escribir cosas bonitas. Incluso cosas de boda.

La vida diaria sigue: con el trabajo, las obligaciones. Hay que seguir comprando, cocinando, comiendo, lavando la ropa u ordenando el cuarto.

Hay que seguir hablando, relacionándonos, respondiendo mails, respondiendo a preguntas e incluso a veces hasta sonriendo.

Ése es el tipo de cosas que hay que seguir haciendo, con mayor o menor ánimo.

Otras cosas, simplemente, no pueden hacerse cuando falta la inspiración. Mucho menos la ilusión. Un post sobre bodas es una de ellas.

Historias, historias, historias, y no de las inventadas. Últimamente estoy teniendo problemillas y desavenencias por todos lados. Algunas cosas han sido error mío (vale, soy imperfecta, me olvido de ciertas cosas o no las planifiqué bien, ya no puedo retroceder en el tiempo), otras son cosas que no dejamos claro desde el principio. Y otras son cosas que no tienen solución... sobre todo lo que afecta a la forma de ser de mis familiares. Mis padres son complicados. No sabría decirlo de otra manera. Sí, me han dado todo, están ilusionados con la boda, no tenemos problemas (aparentes). Pero no me fío de ellos, en el sentido de que no la vayan "a liar en la boda". Tampoco estoy teniendo la respuesta esperada de alguna de mis hermanas.

La amenaza de que mi boda, o los previos, se vea salpicada de conflictos me espanta. Y estoy muy desanimada.

No entiendo como mi ánimo puede fluctuar tanto: pasar de estar en una nube a desear (como ahora mismo) no estar planificando una boda. Sí, tengo miedo. No ya de asuntos logísticos como que llueva, que el menú no sea el esperado, que mi pelo se descoloque... No, tengo miedo a que haya enfrentamientos, discusiones, palabras agrias... En fin, cosas que me arruinen el día.

Tengo tanto miedo que en momentos como ahora no quiero casarme. ¿Nos podemos echar atrás? Y también siento tanta rabia por no estar disfrutando este momento como debería que no sé lo que hacer.

Esta es la cara B de la organización de una gran fiesta: cuando organizas un cumpleaños, puede que tengas un pequeño fastidio. Si un año sale mal, tienes el siguiente para mejorarlo. Organizar una boda para casi 300 personas, es otra cosa. Y si sale mal, no tienes otra oportunidad para repetirlo. Y esto me reconcome desde ayer...

¿Necesito un respiro? Quizás. O quizás no.

No sé por qué escribo esto aquí, pero supongo que este post se autodestruirá en unos días... No es una explicación a nadie en particular, ¿puede que una respuesta a mi repentino mutismo? Quizás sólo me deba esta explicación a mí misma...

miércoles, 8 de febrero de 2012

Relativizando

Esta semana está siendo extraña. Lo arrastro desde el fin de semana, desde el domingo.

Respecto a la boda, he tenido pequeñas "polémicas" que se han ido solucionando estos días. Y es que ¿quien dijo que preparar una boda era un sueño de color rosa sin ninguna polémica, algún quebradero de cabeza o alguna dificultad?

Como todo en la vida, hay sube-y-bajas, decisiones difíciles, y cosas que salen mal (o que hacemos mal, vale, no somos perfectas, y esta es a fin de cuentras la primera y espero que última vez que organizamos una boda). Al final, los pequeños conflictos con la gente que quieres, y entre ellos, se van calmando. A veces centrarse en ellos a lo único que nos llevan es una espiral de agobio y cierto pesimismo que nos consume el día.

Por otro lado, aún hoy que considero que tengo las ideas claras (antes no tanto, pero ahora, a menos de tres meses de la boda, tengo bastante establecidas mis preferencias y me hago una visión general de lo que será mi "gran día", con ilusión pero sin excesivo idealismo), todavía siento una espinita cuando veo ciertas bodas en las revistas o en los blogs... ¿A vosotras no os pasa?




Me pregunto, por ejemplo: ¿mi vestido es el adecuado, es el mejor? ¿No hubiera sido mejor para mí un estilo como ESTE que veo en esta página o hecho por ESTE diseñador que me chifla? ¿Y los zapatos? ¿No los compré demasiado pronto? ¿Por qué no esperé un poco a ver si encontraba esos dorados que lucía en mis sueños? ¿Y el viaje de novios? ¿No podría haber cogido un crucero de lujo, un destino más exótico, otro hotel?

Dudas, dudas, dudas... sobre todo de cosas que tienes ya elegidas. Sé que es normal dudar continuamente cuando se mira tanto, se ve tanto, y sobre todo, cuando se nos dan tantas opciones por todos sitios. ¿Podría haber un vestido mejor para mí...? Pues sí, por poder, es posible (de esta misma manera, se puede pensar que entre 6000 millones de habitantes que tiene la Tierra, probablemente habrá alguno que sea más adecuado para ti que tu pareja ¿no?). Pero la pregunta es:

Y si no es el vestido, los pendientes, el ramo, los zapatos perfectos ¿¿ocurre algo??

En mitad de esta semana extraña, he tenido un acontecimiento que me ha hecho relativizar un poco las cosas. Un pequeño choque con el coche. La culpa fue parcialmente mía, involucré a otro vehículo y afortunadamente a ninguno de los dos conductores nos sucedió nada, pero del disgusto, el mal rato y el lío de papeles no me libró nadie; contando además que nuestros coches pasarán en el taller al menos un par de semanitas... Como en todas las cosas de la vida, al principio maldices y gritas, y te enfadas;  pero al final acabas diciendo "bueno, tampoco ha sido para tanto... estamos bien, y todo lo demás es recuperable". Yo tengo el seguro de mi coche a todo riesgo, por tanto por las pelas no tengo que preocuparme, que eso sí hubiera sido un inconveniente ahora antes de la boda...

Por si queréis saberlo, ¡acabé la noche bebiendo vino y comiendo rico con mi compañera de piso! (claro, esto después de haber pasado mis dos horas de berrinche, pero así me liberé), y pensando en todo esto de la boda me dije... bueno ¿y qué?

Sé que los problemas y malentendidos que pueda tener con la gente se van a acabar solucionando, y tengo que aceptar que existan, son cosas de la vida; sé que voy a ir guapa, aun sin llevar "el atuendo perfecto"; sé que lo pasaré bien y tendré un día divertido-romántico-glamouroso, aunque llueva y sé que mi futuro matrimonio tendrá sus altibajos, pero al menos de esta etapa de preparación de la boda estamos saliendo airosos ¡e incluso fortalecidos!

Estamos demasiado acostumbrados a celebrar sólo las cosas buenas, y las cosas perfectas, ¿y por qué no celebrar simplemente "que no ha ocurrido nada malo"? Que tenemos salud, trabajo, amor de nuestros familiares, de nuestros amigos, de nuestras parejas.

via


Soñar con lo mejor y lo más alto, idealizar, definir detalles, es precioso... ¡Yo lo hago continuamente, vamos! :)

Pero a veces, relativizar y sopesar qué es lo importante y qué es simplemente accesorio, es absolutamente imprescindible. Un ejercicio de salud mental ¡No lo perdáis de vista mientras organicéis vuestra boda!

lunes, 6 de febrero de 2012

Resultado de la primera encuesta... y la segunda

¿Quién lee los blogs de boda? ¿O el mío en concreto?

Hace unos meses, cuando todavía estaba experimentando con las opciones que da la interfaz de Blogger, me decidí a hacer una encuesta para ver el perfil de mis lectoras.

Como esperaba, la mayoría están a punto de casarse ¡como yo! Pero también hay apasionadas a las bodas que ya se han casado o solteras que, o bien esperan algún día dar el gran paso, o se entretienen con este mundillo.




Tengo que decir que yo he leído todo tipo de blos y páginas web desde que empecé a organizar mi boda, pero mis favoritos siempre han sido esos que tienen un tinte personal, en los que de vez en cuando se cuela algún sentimiento de su futura boda o de la que ya pasó. Esos blogs en los que poco a poco se va perfilando la personalidad de la persona que hay detrás... Una persona que, aparte de escribir en Internet, tiene sus problemas, su trabajo, sus aficiones, y sus pensamientos en otros cien aspectos más.

Reconozco que al principio estaba ávida de ideas sobre decoración, accesorios y moda nupcial, buscaba y rebuscaba en los blogs, las revistas y en las páginas de los proveedores (no me conozco todos, pero casi...) Como nunca había asistido a una boda con una temática distinta, se me caía la baba cuando veía esas bodas rústico-campestres-vintage del Oncewed o el Style Me Pretty (últimamente las veo todas iguales, pero vamos, opino que están muy curradas). Pero ahora... que ya he visto tanto, tantas imágenes, tanta inspiración, tanto DIY que no voy a utilizar, y que tengo todo relativamente claro (o comprado), prefiero los consejos prácticos o las confidencias. De esto hay menos en los blogs y la revistas t mucho más en los foros, claro está.



En las revistas de novia me pasa lo mismo (por cierto, nueva Telva novias el 9 de febrero ¡a por ella chicas!): al principio devoraba todas las páginas con direcciones de invitaciones, sitios, diseñadores, floristas... Ahora mis favoritas son aquellas que cuentan las crónicas reales de las novias, sus curiosidades y sus sentimientos. Adoro ver las imágenes, ¡podría pasarme horas viendo crónicas de bodas! Ya sean poco convencionales o las más normalitas.

Y es que no soy una wedding planner que necesite estar al día de las últimas novedades en el sector, sólo una joven mujer trabajadora que se va a casar y se enfrenta a un montón de cosas que preparar (dificultades incluidas) porque es su primera vez. Y espero que única, por cierto.



Con estos pensamientos en la cabeza me he animado a lanzar una segunda encuesta, a ver si conozco un poquito mejor a mis wedding readers: ¿Cuáles son vuestros post favoritos de este blog? La encontraréis en la barra lateral, pero para más interacción, los comentarios.

¡Besitos y buena tarde-noche a tod@s!


Imágenes: zapatos de Steve Madden

domingo, 5 de febrero de 2012

LA foto

via

Si hiciera un post titulado "fotos que no pueden faltar en una boda convencional", esta estaría seguro.  Me parece impresionante que el fotógrafo haya conseguido sincronizar a toooda la boda, y captar ese ambiente de gran fiesta o gran reunión familiar que inspira esta foto.

Todos, desde las nuevas generaciones a los mayores, incluyendo hasta los camareros del restaurante. Todos los invitados al día B posando, quietecitos y en su sitio, para dar una imagen de unidad y alegría compartida como en pocas fotos he visto.

¿Cómo es posible que tantos rostros a la vez tengan esas sonrisas favorecedoras? ¿Y cómo es posible que estén todosal mismo tiempo mirando al frente, y no a un lado, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa excepto posar con su copa de champagne y sonreír? Todos a una deseando prosperidad a la futura pareja...

Posiblemente porque las bodas grandes (¡ejem! como la mía) también pueden ser cálidas y especiales. Particularmente, llevamos muchos invitados pero hemos reducido los compromisos al mínimo, lo cual ha requerido largas y tortuosas charlas con nuestros padres, principalmente. Tenemos mucha gente que nos es cercana, que nos aprecia o que apreciamos, eso es todo.

Sin duda, si tuviera que elegir una foto para finalizar nuestro album, sería esta. Creo que me haría esbozar una sonrisa y pensar con admiración "hala, cuánta gente hizo el esfuerzo de venir a nuestra boda..."

viernes, 3 de febrero de 2012

Velo pirata, ¿sí o no?

Creo que este es uno de esos accesorios que "o te encantan, o no te gustan nada".

El velo pirata se ha puesto muy de moda últimamente, sobre todo en las novias que quieren llevar el clásico velo pero de una forma menos convencional, y también en aquéllas que buscan una estética vintage/años 20.

Tengo que decir que, en principio, no tengo nada en contra del velo pirata. Es más, he visto a novias con un velo pirata y un vestido corte Yolan Cris (como me gusta llamarlos) y me han encantado. Pero... (y lo digo desde ya) he visto a más novias con velo pirata que no me han gustado que las que me han gustado.



En el caso de Ariadne Artiles, parece que el velo pirata se puso de moda sólo para que ella pudiese lucirlo en su boda... ¡¡pero qué bien le sienta a su cara, a su pelo, a su vestido y a todo!!

Considero que el velo pirata se ha convertido en una de esas cosas que, "como están de moda" las novias tienden a utilizar aunque no vaya con su personalidad, su vestido o su fisionomía facial. Meto también en esta categoría a los vestidos de novia palabra de honor (por diossss, hasta hace poco NO se encontraba otra cosa en las tiendas), las fotos espontáneas y sin posados y los DIY. Parece que como estas cosas son tendencia, y se les da publicidad por todos los sitios, incluyendo los proveedores que tratan de vender, tenemos que rendirnos ante ellas sí o sí. Y no es eso.

Porque... Si no tienes una figura muy esbelta o un aspecto juvenil, no uses palabra de honor (me resultan feísimos esos pliegues de carne en las zonas de las axilas).

     Si no eres una experta en fotografía, y sabes apreciar las luces, los contrastes, los paisajes o las composiciones fuera de lo común, no te hagas un reportaje pre-post o boda 100% espontáneo (al principio te gustará pero pasado un tiempo dirás ¿qué foto pongo en nuestro dormitorio...?)


          Si no tienes mucha idea de diseño, no tienes tiempo o no eres especialmente hábil, no caigas ante la tendencia general de hacer una boda DIY (con todas las manualidades mezcladas de cualquier manera en el restaurante...)

Y por último... si no te favorece, no uses velo pirata. Así de sencillo.



No me gusta nada cómo le han colocado el velo.

Las otras opciones: el velo tradicional, la mantilla o el intermedio velo-amantillado (mi favorito, por cierto), colocadas detrás de la cabeza, suelen favorecer a casi todas las chicas. De hecho, cuando algo pervive en el tiempo (y tengo entendido que la utilización del velo en las bodas proviene del S. XVIII) suele ser porque tiene características favorables. Otra cosa es que consideres que llevar velo es demasiado tradicional o pomposo para ti, y prefieras utilizar en su lugar uno de esos monísimos tocados que existen para novia.



¡Qué preciosidad de novia! Así yo también reniego del velo ;)

Sí, la verdad es que casi todos los tocados de novia que veo, bien en forma de diadema, sombrerito o redecilla me encantan, me parecen elegantes y atractivos.



Y volviendo al velo pirata... pues, para quien favorece, da un efecto espectacular... Me gusta. Pero es que en 8 de cada 10 reportajes que he visto por Internet en que las novias llevaban velo pirata he pensado "jo, con lo guapa que es esta chica, con el peinado tan bonito que le han hecho, qué poco favorecida sale vestida de novia..." Me encantaría poner algún link para probar mi teoría, pero evidentemente no es en absoluto de buen gusto, así que os dejo a las demás que analicéis los looks de novia con velos pirata por vuestra cuenta.

Original: con el flequillo bajo el velo.


Para mí la clave del atuendo de una novia es que, por encima de ir "de algo": natural, vintage, moderna, transgresora, clásica o atemporal..., la haga a una favorecida, preciosa. Si pensamos en el novio, y sabiendo que los hombres son por lo general mucho más básicos que las mujeres en cuanto a imagen se refiere (y suelen mantenerse, también, más al margen de las tendencias), la mayoría preferirían un atuendo con el que vea irresistiblemente guapa a su futura mujer, más que un modelito "súper caro, súper de diseño o súper vintage". Sí, los hombres son así: va guapa, no va guapa, en conjunto, sin analizar las partes.




Una de esas novias que sí que va guapísima con el velo pirata de plumeti. Revista TELVA

Así que... velo pirata con un SÍ en mayúsculas si, al probártelo, te has visto inmediatamente. Que no tengas que "hacerte" a la visión de ti misma con un velo pirata (eso de "ya te acostumbrarás a verte" que dicen muchas veces las dependientas es una soberana tontería, la primera impresión cuando te veas en el espejo el día de tu boda, y la de tu novio y los invitados cuanto te vean aparecer, es la que va a contar).


Otra que le queda de infarto.

P.D. Y por cierto, no, no me gustó nada el look de novia de Laura Ponte (¿soy muy convencional?, lo acepto) aunque en todos los blogs de moda y en las revistas on line está entre las 10 mejores novias del año (¡¡!!), con el comentario en alguno de ellos de "su look no dejó a nadie indiferente" (a mí desde luego que no, ¿y a su novio?)

Sinceramente, la primera vez que vi una foto de ella vestida de novia me espanté un poco (¿quién era aquella mujer que parecía sacada de "Los otros"? ¿Resaltaba su atuendo su belleza natural o la disfrazaba vilmente? vale, las entendidas de la moda se estarán espantando ahora). Luego ya, mirándola despacio, prestando atención a los complementos, al trabajo de cada parte... sí me gustó. Pero ¿¿acaso es eso?? ¿Es que nos tiene que gustar algo cuando lo analizamos despacio porque los "entendidos" del sector así nos lo hacen saber...?



Que sí, muy original, sí, pero ¿guapa? ¿Tipazo? (ni una curva le hace el vestido...) ¿Juvenil?




Sí, es la misma chica que va vestida de novia; aquí natural y guapísima ¿a que no lo parece?

Por tanto chicas, en el look de boda, fiaros de vuestra primera impresión (y la de la gente que comparte con nosotras un gusto estético similar), aunque también sea necesario reposarla y madurarla con el tiempo.

Y si os decidís por un velo pirata (o por algún otro complemento muy arriesgado) aseguraos de que realce vuestras facciones y vuestro atuendo en general. ¡Todas las novias tienen que ir guapas! ;-)

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...