Voy a seguir buscando, de hecho ya he pedido cita en otra tienda más (¡hala! ¡ahora cojo la carrerilla!) Pero me da a mí que la primera elección es la que queda grabada en algún lugar del inconsciente y es muy difícil librarse de ella.
Hasta ahora había permanecido un tanto ajena a la elección de mi vestido, pero ahora que me encuentro "metida en el ajo" ¡¡quiero más!! Quiero volver a probarme esos vestidos tan hermosos y con estas telas taaaaan increíbles, y que mi público expectante de cinco personas me diga "pero qué guapa estás". Ay, quiero que esto se prolongue un poquito en el tiempo...
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| Vestido de Yolan Cris. Este no me lo he probado, pero sí uno parecido... :) |
Pues sí chicas, hasta incluso las que no se veían en bodas, con vestidos blancos, encajes y tules, disfrutan muchísimo este pequeño momento romántico y de gloria. La verdad que no he llorado, ni he sentido una corazonada, ni grandes escalofríos (uno pequeñito sí, he de decirlo), ni todas esas cosas que se ven en los realities y que algunas chicas sí experimentan, y no obstante ha sido una experiencia vital muy particular.
A ver qué me depara mi cita en la segunda tienda, ¡intentaré disfrutarla al máximo!, Lo bueno es que después de esto aún queda la pelu, y el maquillaje. Los pobrecitos hombres van, en un ratito se apañan y listo, al menos la mayoría de ellos. ¡Qué gusto me da ser mujer (y joven, y guapa todo hay que decirlo, jeje) en estos momentos! ;-)
****** Actualizado unos días después ****
Y finalmente... el vestido elegido fue aquel que me probé en la primera tienda a la que fui. De hecho, fue el primer vestido que me probé de todos. Cosa curiosa. Lo probé, no me disgustó, lo dejamos ahí apartado un rato. Después me probé como quince vestidos más. Fui descartando. Y al final de la cita, y yo hecha un lío, me dijo la señora de la tienda: "oye, ¿y este vestido que te probaste al principio y del que no hemos vuelto a hablar...?". Ese vestido que a todos se nos había olvidado.
Y fue volvérmelo a probar, y ponerme un velo justo después y decir: oh-my-god, sí... este vestido sí que me gusta... con este vestido sí que me veo de novia.
Y a pesar de que fui a la segunda tienda con la mente abierta, no dejaba de acordarme de ese vestido. Y finalmente, nos decidimos por él.
Acabo de descubrir tu blog. Yo también me caso ¡en menos de dos meses! El 12 de mayo. También he mirado muchísimas cosas por internet buscando inspiración, y pensando: ¡¿Pero cuánto cuestan esas bodas?! En fin, nos tenemos que conformar con pequeños detalles que esperemos que sorprendan a los invitados.
ResponderEliminarMe compré mi vestido también en septiembre. Pero yo sólo fui a una tienda. Después de mirar y remirar en internet catálogos y más catálogos, tenía muy claro que mi vestido sería de Jesús Peiró: no estoy demasiado delgada, tengo bastante pecho, y mi estilo es más clásico, así que me encantaba el toque de sus vestidos. Me pasó como a ti: no lloré al verme, como me decía la gente, pero cuando me vi con mi vestido (que sobre el catálogo era el que menos me gustaba) supe que era el mío; me veía taaaaaan guapa. Y al mirar las caras de las demás no dudé. Bueno, dudé un poco, y me seguí probando, claro, pero cuando me lo puse de nuevo, ya con el velo y todo... ¿Para qué seguir mirando?
Hola Mariquilla!
ResponderEliminarAy... no te queda nada!! Yo también vi los de Jesús Peiró; son clásicos pero tienen un acabado muy bonito (telas muy finas, encajes...) ¡buena elección! Y si supiste que era "tu vestido" (aunque no sonasen campanas celestiales), pues tienes todo ganado.
Un consejillo: para lo poco que te queda, ya no mires mucho más por Internet. Al final nos acaba agobiando y cansando todo...
Besos!
ahiii me encantan estos bestidos, pero por lo que dicen por aqui parece que lo malo debe ser el precio.
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