¿Qué NO regalar a nuestros invitados?

Pensar en el detalle que vamos a regalar a los invitados suele ocasionar más de un quebradero de cabeza. Y no es para menos: elegir un detalle original, que no suponga un alto coste y pueda agradar a más de cien personas (y de trescientas incluso) de las más diversas edades, procedencias y gustos, no es cosa de poco. Me estoy refiriendo naturalmente, a lo que se conoce como "regalos de la madrina", porque tradicionalmente eran ellas las encargadas de elegirlos y comprarlos (aunque hoy día, cada vez más, es la propia novia la que se encarga del asunto).
 
Como futura novia, asistente a muchas muchas bodas (la mayor parte de ellas típicas y estereotipadas, pero qué le vamos a hacer) y sobre todo buscadora incansable de artículos por Internet, le he dedicado a este tema más de una tarde, y más de dos (y más de diez). Al final he llegado a elaborar mi propia lista de los "top five" en detalles, los que son un acierto casi seguro para las bodas.

Pero antes de comentar cuáles son estos artículos que me parecen ideales, prefiero dedicar este post a enumerar las características de aquellos que me parecen PARA NADA IDEALES. Hablando con claridad: los detalles que, por mi parte, puedes perfectamente ahorrarte si me invitas a tu boda. Es importante decir aquí que en este artículo vierto sólo mi opinión (en ocasiones quizás siendo un poco mordaz, pero es parte del juego) y espero que nadie se sienta ofendido. Para reclamaciones y discusión, por favor acudid a los comentarios.

Así pues... ¿qué tener en cuenta para no volverte loca buscando, NO desperdiciar tu dinero y no regalar a los invitados cosas francamente inútiles o o sin mucha esencia?

En primer lugar, una tiene que pararse a pensar que regalar un detalle no es una obligación, y si así lo ve, seguro que acaba comprando lo menos acertado. Considero que para comprar un artículo banal y de mala calidad, es mejor no comprarlo. Será un ahorro para los novios y un daño menos al medio ambiente (si sospechas que el artículo va a acabar en el cubo de la basura, por favor, no lo compres, no generemos más residuos innecesarios). Es decir, artículos muy baratos y muy simples, sin ninguna utilidad salvo "sacarla a una de un apuro", mejor ahorrárselos. Seguro que tus invitados lo entenderán, e incluso algunos, te lo agradecerán.

Hummm... la presentación, como poco, debe mejorar ¿no?

Por otro lado, hay que pensar que no debes regalar algo que obligue a la gente a quitar LO SUYO para poner TU artículo. Me explico: te regalan un llavero en una boda. Puede ser precioso, muy fino o puede ser cutre (como en muchos casos). En cualquier caso, será difícil que utilices más de un juego de llaves, o dos, para los que seguro tú tienes un llavero elegido a tu gusto. ¿Es necesario obligar a doscientas personas a llevar el llavero de "la boda de Carmen y Luis", por muy bonito y estiloso que sea? O por ejemplo, un dúo para la sal y la pimienta con forma de novios, que se ha puesto de moda. ¿Es que la gente no tiene en su casa ya un sal-pimentero a su gusto? ¿Hay que "obligarles" a quitar el suyo para poner el de la boda? Lo mismo puede ocurrir con una funda para el móvil, por ejemplo. Yo NO uso funda para el móvil, pero si la tuviera, me gustaría que fuera algo muy bonito y personal ya que miro y saco el móvil del bolso como mínimo diez veces al día. ¿Tienen que obligarme los novios a que use "su" detalle y relegue el mío, que me gusta y me identifica, a un cajón?



Lo siento, yo no llevaría esto a no ser que fuera un regalo de mis amigos o de mi novio.

Lo contrario de este caso, sería, por ejemplo regalar una vela, un abanico, un CD de música, un marco de fotos o una pulsera, artículos de los que tenemos más de uno y puede que más de diez ejemplares en casa: no requiere guardar uno para poner el otro, porque pueden utilizarse y/o exponerse ambos.

Desde este punto de vista, he de confesar que tampoco me gusta mucho que se vea excesivamente el nombre del novio y la novia (o lo que es peor aún: su imagen) en los detalles. Así, por ejemplo, regalar una taza de diseño, que la persona al final no acabe asociando con tu boda y la haga suya; o que en todo caso aparezcan las iniciales de los novios en un lateral (estilo V & C) me parece un regalo original y práctico. Pero regalar una taza con la fotazo de los novios en color en todo el centro (y debajo la frase de "el gran día de Victoria y Carlos; 9-5-11") y que tengas que ver todas las veces que la cojas para desayunar... pues como que no. Si la casada es tu hermana, quizás te emociones; si quienes se casaron son compañeros de trabajo de tu novio, es un poco excesivo recordarles todos los desayunos de tu vida ¿no?



Medita. Salís muy guapos pero... ¿crees que el primo de tu madre se tomará un té todas las tardes en una taza con vuestra foto de novios? Si te sientes ofendida ahora soy yo quien pregunto: ¿Acaso pondrías tú su foto en un rincón de tu cocina? Si la respuesta es no, ya sabes... busca un diseño de detalle más "light" y apta para todos?

Por último, aunque hay regalos imperecederos muy bonitos, si dudas y no te decides por ninguno que valga la pena o que se ajuste a tu relación calidad/precio: compra algo perecedero. Algo que se gaste, consumible, que se pueda usar: un producto comestible, una botella de vino, un producto de belleza...

Un tarro de mermelada casera ¡si hasta lo puedes hacer tú y ahorrarte "unas pelas"!

Y un truquillo final: siempre, siempre, siempre, siempre, piensa desde el punto de vista de la otra persona, de cualquier otro invitado, y cuanto más lejano mejor (que naturalmente en la boda de tu hermana o de tu mejor amiga todo te va a encantar): ¿Me gustaría que me regalasen esto? ¿Lo consideraría de buen gusto, discreto? ¿Lo llevaría puesto, lo pondría en casa? ¿O lo relegaría al rincón más oscuro de mi casa para no tener que verlo más?

Sólo en tu interior está la respuesta... ;)

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