En las fotos ¿posados o no?

Estoy a punto de decir algo que dejará mi fama de "pequeña entendedora de asuntos de boda" por los suelos, lanzará a los fotógrafos modernillos contra mí y dejará a las wedding planners entendidas con una boca torcida de "pffff... si es que esta chica es demasiado convencional".

Pues señores... lo reconozco... yo, en las fotos de mi boda quiero salir guapa y favorecida. Quiero fotos naturales, por supuesto, y fotos que nos pillen de improviso, digamos en un 25% pero en el 75% restantes quiero que mi novio y yo salgamos enamorados y guapísimos. Y que se nos vea bien. Para algo estamos eligiendo con tanto esmero nuestros trajes, el peinado, el maquillaje...



Un retrato perfecto

Y digo esto porque los últimos reportajes que he visto de novios se busca "retratar el instante, pasar desapercibidos, tomar esas imágenes instantáneas de la vida". Pues en esas mágicas instantáneas de la vida, como cuando tu tía te da un beso de esos "de abuela", o el amigo brutote de tu novio tira el arroz con tanta fuerza que parece que quiere agujerear tu vestido, generalmente la gente suele aparecer con muecas y gestos raros.

No digo que no quiera alguna foto graciosa en mi boda... Pero la verdad, ese día la naturalidad y la cotidianeidad se pierden un poco: yo no voy por mi casa, recién levantada, vestida en un vestido blanco largo con encajes y una tiara de cristales svaroski en la cabeza, por ejemplo; ni mi suegra se pone mantilla, o mi hermana taconazos y tocado. Y generalmente, cuando entro a la iglesia, no suena una música de órgano y soprano ni las cabezas se giran a mirarme.

Con esto quiero decir que sí, me gustan los reportajes naturales que reflejan amor y la pureza del instante, y no me gustan esos posados artificiales mirando a cámara en que la novia sujeta el ramo como si fuera de cristal y tiene una expresión de "venga, dispara ya; quiero cambiar de postura".

Hay opciones intermedias... como son los posados sin mirar directamente a la cámara...

... o las fotos románticas en que tu pareja y tú estáis tan relajados que casi siempre salen bien.

Sí, ya lo he dicho, quiero posados en mi boda. ¿No voy en contra de todas las corrientes actuales en fotografía de boda)

Y por encima de todo, quiero que nosotros y nuestros invitados, salgamos favorecidos. Quiero una foto con todas mis amigas de pie, de modo que pueda ver lo estupendas que van en sus diferentes vestidos (¡que somos jóvenes y estamos guapísimas cuando vamos de boda!) No se trata de que estemos de frente y serias, podemos estar de lado, mirándonos, haciendo alguna pose graciosa. Pero guapas. Y favorecidas. Esas fotos de la pista de baile en que los invitados hacen sus movimientos entregados a la música no están mal (aunque como ya he dicho, en la vida real no se captan ciertos gestos y muecas, pero una cámara sí, y tampoco son dignas de alabranza desde mi punto de vista), pero no son las que querría para mi album de boda.

Me gusta inspirarme a veces en fotos antiguas. Es cierto que son demasiado encorsetadas, pero me transmiten un aire de atemporalidad... Y los rostros suelen salir siempre tan bien. Claro que antes, apenas tenían ocasión de hacerse fotos, así que no estaban por la labor de desperdiciar el momento haciéndose fotos mirando para otro lado:



via

Quiero un album cuidado, con fotos cálidas, románticas, posados, semiposados, sin excesos (sin cuerpos y caras contorsionadas).  Ése es el que quiero enseñar a mis familiares y amigos. Y también, en un futuro, a mis sobrinos, mis hijos o incluso mis nietos. No quiero decirles "mirad pequeños, estos zapatos que se ven aquí, porque están las cabezas cortadas, son los de mi tío Juan, y la de al lado es vuestra tía abuela Julia"; o "estas son mis amigas bailando el Aserejé, mirad qué cara tiene esta: una ha pisado el vestido largo de la otra y están a punto de caerse".

No. No quiero eso.

Quiero belleza, romanticismo. Quiero decirles: "Mirad, aquí está mi madre, vuestra abuela, ¿verdad que está guapísima con ese tocado? Y estas de aquí son mis amigas. Fijaros qué vestido tan bonito lleva esta, qué guapas salimos todas sonriendo, teníamos sólo veintinueve años...".

Y sobre todo quiero decirles, ante la foto de un primerísimo plano de mi futuro marido (sí, un primer plano, mirando a cámara, de esos que no se llevan nada de nada): "Y este es vuestro tío/padre/abuelo vestido de novio, justo antes de ir a la iglesia. ¿No veis ese brillo especial en su mirada? Parece que está nervioso, pero muy ilusionado ¿verdad que sí?"

Me gustan la espontaneidad y las fotos informales, en eso creo que la fotografía actual de bodas ha avanzado mucho respecto a lo que se hacía hace veinte años. Pero tampoco quiero que las huellas de mi boda sean todas desde un rincón, con un ángulo imposible, un fondo prometedor o una edición posterior muy innovadora. Una mezcla de lo espontáneo y el posado, de lo informal y el cuidado. Fotos dulces, cálidas y mostrando lo mejor de la vida y las personas. Algunas mirando, otras de lado, otras saludando a los demás; unas de cuerpo entero, otras sólo la cara y en otras tomando el paisaje como protagonista.

Momentos espontáneos, pero con muy buen gusto

¡Pero, en ningún caso, NO quiero muecas! ;-)

Finalizo el artículo con unas palabras de Vicente Nadal, fotógrafo de bodas, en su artículo acerca de los reportajes clásicos (los del posado) y los modernos (los de las "fotos robadas"), que resumen todo lo que estoy hablando:

"En mi caso particular intento utilizar un sistema mixto. A mi me gusta fotografiar lo que sucede…si es que sucede algo (que pocas veces pasa). Yo hago todo lo posible para que sucedan cosas y hago todas las fotos robadas que puedo. Hay infinidad de situaciones en las que robar fotos.
Además de esas fotos robadas procuro por todos los medios de que los novios tengan unos retratos convencionales de ellos mismos y con sus familias y amigos. Todo ello sin perder la posibilidad de robarles fotos en esos momentos.
En realidad intento sacar lo mejor de ambos estilos puesto que cada uno de ellos por separado no me convence. Creo que un poco de cada uno es lo mejor que puedo ofrecer a mis clientes."

Novias tradicionales, ¡no os arriesguéis! Buscad a un buen fotógrafo que os ofrezca uno de estos sistemas mixtos. Y es bueno saber que, como dice Vicente Nadal, esos reportajes espontáneos y frescos que nos venden en los blogs de bodas no son tales, que los fotógrafos provocan estas situaciones, porque es difícil (que no imposible) que haya bodas con gente extraordinariamente divertida o en las que sucedan tantas cosas.

Imágenes: todas las fotos de este reportaje son de Nikki Meyer, a través de The pretty blog. El reportaje completo (¡es que me encanta! es un reportaje de bodas como el que yo quiero) está aquí.

Para aprender a posar (yo particularmente quiero ponerme a la tarea desde ya): http://www.telva.com/2010/04/09/novias/1270813861.html

Agradecimientos a: Diario de la novia, por su buena recomendación!!