Una nueva aventura

El tres de septiembre de este año empecé a escribir el post que veréis a continuación. Me he decidido por retocar lo que escribí entonces y no cambiarlo, porque está muy encuadrado en la fecha en la cual fue escrito. Ahí va...

Yo no sé por qué, pero los últimos días de agosto, me da por hacer cambios en mi vida. Para mí no es estrictamente el mes de septiembre el que me remueve por dentro y me inspira los cambios personales. Para mí es el verano el que me impulsa a hacer esas cosas que en otra época del año no me atrevería a hacer, y es justamente cuando agosto va llegando a su fin, y entreveo el fin del verano, cuando paso a la acción. Supongo que lo hago por si, cuando llegue septiembre, los racionalismos y las cosas "serias" me hacen dejar a un lado los proyectos extravagantes. En verano parece que todo es posible, la puesta en marcha de cosas que no se sabe cómo acabarán (jeje, como los amores veraniegos).

Y así, hace ya casi tres semanas, en plena ola de calor y sin sitio cercano para refrescarme, me decidí a abrir un segundo blog.

Ya, abrir un blog en realidad no es una empresa de riesgo. Más si es un blog sin afán de lucro o centrado en un negocio, basta con una cuenta en gmail, un nombre, una idea vaga que luego se puede cambiar un montón de veces... No hay horarios, no hay restricciones, no hay obligaciones... en principio. Porque si el mundo blogger te engancha de un modo u otro, al final ese blog se convertirá en una parte de tu vida más importante de lo que creías en un inicio. Y si te gusta escribir, una vez que empiezas, no puedes parar. Así que, aunque se puede abrir un blog y al poco no hacerle ni caso, una parte de ti seguirá enganchada a él, tendrás la pequeña obligación de actualizarlo de vez en cuando, y cuando no lo hagas, una vocecita interior clamará con acento acusador ¿qué, no escribes nada?

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Aun teniendo esto en cuenta, a finales de agosto escribí mi primera entrada en mi nuevo blog. El motivo de abrir otro blog es porque sentía que este mi humilde blog de bodas ya tenía demasiados contenidos y demasiado variopintos. No es que el tema de las bodas haya dejado de interesarme (la verdad es que no, de hecho ya conté en un post anterior que quiero seguir mejorando el blog y repasando los artículos pasados), pero me apetece escribir sobre cosas nuevas e intereses variados, y dejar todo ese contenido que iría creciendo progresivamente en una mera pestañita de "otras cosas" me parecía un poco triste.

Así que a partir de ahora, además de seguirme por aquí hablando de bodas, reflexiones y vida marital, podéis encontrarme en el blog "vivir con glamour" que, pese a su título, seguirá con los temas profundos y trascendentes de siempre. Además de otras cosas.

Muchas gracias a la comentadora anónima que hoy día 8 de octubre, me ha animado sin saberlo a acabar esta entrada. Tengo ganas de conocer nuevos blogs que seguir, así que os animaría a dejar en los comentarios blogs de los que seáis autoras o que visitéis a menudo, sean de la temática que sean.

¡Nos vemos!