¡Me caso! ¿Pero esto... qué significa?

Muy bien.
Ya habéis dado el paso: Estáis enamorados y habéis decidido casaros.



Meredith Perdue



Puede que sea él quien te lo haya pedido con un espectacular anillo de diamante.

O puede que, simplemente y llegado un día, os hayáis sentado a hablar y habéis acabado con un "entonces ¿nos casamos o qué?" o "¿ponemos fecha de boda?".

A ti, como mujer, influida desde niña por el mundo de las bodas, o tal vez un poco ajena a todo este embrollo que supone hoy día casarse, te pasan por la cabeza miles de emociones desde la ilusión al agobio, pasando por la preocupación, la indecisión o el miedo. Pero en muchos casos, todas estas emociones se centran en un día único: el día de la boda. Ése para el que habéis puesto fecha, en el que te vestirás con el traje más caro que jamás hayas llevado y en el que habrá cientos de fotos para el recuerdo.

El día de nuestra boda es importante, y ha de ser especial para nosotras, pero realmente no es sólo el fin de meses de preparación sino el principio. El principio de vuestra vida común, en caso de que hasta entonces viviérais separados. Y en cualquier caso el principio de vuestra vida como "marido y mujer" no como novios. Y esto es lo verdaderamente importante, y lo que debe ser el motivo de la verdadera alegría.

Así que cada vez que te sorprendas a ti misma pensando en que el pliegue del vestido no haya quedado todo lo perfecto que tú querías, párate respira y piensa: "después de este hermoso día, empieza una luna de miel y toda una vida nueva que crear junto a mi marido, y eso es lo que definitivamente tiene que salir bien."

Así pues, antes de dar el paso y organizar una boda convencional o la boda de tus sueños, pregúntate a ti misma lo más importante: ¿es él el hombre con el que estás dispuesta a compartir la vida? ¿Te hace verdadera ilusión pensar en una vida en común con él, o en formar una familia? ¿Te ves dentro de veinte años a su lado, vivienda una vida feliz y provechosa?

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Si en alguna de estas cuestiones respondes con un tímido "no" (no con dudas, las dudas son sanas y nos hacen plantearnos qué es lo que queremos), entonces pon tu prioridad en tu relación y deja el banquete, la decoración y la ceremonia para más tarde...

Aquí tenéis unos cuantos test que os pueden ayudar a definir el estado de vuestra relación.
http://www.portumatrimonio.org/alimenta/c/evaluacion/
http://www.enfemenino.com/tests/test-amor-som532.html

No obstante, al final lo que cuenta es la sinceridad dentro de una misma, y el diálogo con el otro. Así que, tanto si te casas ilusionada como si tienes dudas, ¡evalúa tu relación!