LAS ALIANZAS. No es un gasto muy importante dentro de cualquier boda y hoy día me doy cuenta de lo importante que es elegir un par de alianzas bonitas, si sois de los novios clásicos que las llevan puestas todos los días. Cuando me arreglo para salir a la calle, o bien lo primero o bien lo último que me pongo es mi anillo de casada. Y me encanta mirarlo. Ahora ya se me ha ido un poco la manía de mirar mi dedo anular o el de mi marido continuamente, pero en la luna de miel que todavía estaba el asunto muy fresco, os aseguro que me miraba el dedo con asombro como treinta veces al día, jeje. Y me decía a mí misma: "no me lo puedo creer, si soy una mujer casada..." (supongo que las nuevas incorporaciones al club de las casadas sabrán de lo que hablo).
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Recomendaría a las novias que hagan una pequeña reflexión sobre esto cuando consideren que las alianzas de sus sueños se escapan de su presupuesto. Si la vas a llevar todos los días, entonces será una joya que portarás más que tus pendientes favoritos, más que todas tus pulseras. Vas a llevarla más que tus mejores vaqueros, más que tu traje más espectacular y caro, o tu mejor perfume. En resumen, si vas a convivir con algo todos los día de tu vida, más cuando ese algo lo has estrenado un día tan especial como el de tu boda, ¿qué son cien euros más, o doscientos?
El gesto que más repito estos días, jeje. via |
No se trata de comprarse unas alianzas de Cartier, o de platino (ya sé que estas opciones no están al alcance de todo el mundo, aunque hoy por hoy no veo tan descabellado haber invertido en unos anillos de platino como era mi ilusión), pero se trata de dedicar tiempo y recursos a elegir las alianzas que más nos gustan. Y también las que mejor nos sientan y que mejor resumen nuestra forma de ser; como haríamos con cualquier prenda de ropa que se precie, pero aún más, porque esta es diaria y para siempre.
Y francamente, si entre los anillos de nuestros sueños y otros más baratos hay una diferencia de dinero que podrás amortizar perfectamente en los próximos meses, no lo dudes. El vestido se guarda en el armario, el vino y la comida se acaban, las fotos dejamos de mirarlas cuando pasa un tiempo... pero nuestra alianza de casados viajará en nuestro dedo todos y cada uno de los días del resto de nuestra vida. ¿No es una inversión que merece la pena valorar?
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