Y esta vez resucito una entrada del primer día que comencé el blog (26-08-2012), sobre algo de lo que se habla muy poco en los blogs de boda pero que es precisamente la clave del asunto: que nos casamos para dar un paso más, para comprometernos, para hacer de nuestra unión no un asunto meramente privado y romántico, sino algo oficial. Es decir, que casarse tiene un significado romántico o emocional, y también un sentido digamos "legal" o social.
Por supuesto, hacer una boda bonita y con detalles, que conviertan ese día [del "paso oficial"] en inolvidable para nosotros y también para nuestros invitados es importante, y es hermoso.
No es superficial engalarnarnos a nosotras y al lugar de la celebración, y hacer invitaciones bonitas, y tener un vídeo de boda precioso, en absoluto. Pero quizás sí roza lo superficial olvidarnos durante los meses de preparativos del trasfondo del asunto, y no hablar sobre ello. En este post que titulé en su día:
¡me caso! Pero esto... ¿qué significa? expongo algunas de mis opiniones. Particularmente, me alegra haberlo tenido claras ciertas cosas desde el principio, pero admito que, en más de un momento de locura bodil (y blogueril),
parece que este motivo pasó a un segundo plano. Hoy por hoy, sé que no importa. No importa si un día te obsesionas con los broches de los zapatos de tu atuendo de novia si al día siguiente te ríes de ello. No importa si un día discutes con tu novio por algo relacionado a la boda y al día siguiente lo renegociáis y os reconciliáis. No importa si algún día te parece lo más importante del mundo que pongan un partido Barça-Madrid el día de tu boda (
hablo con conocimiento de causa...) si cuando pasa el tiempo lo recuerdas con cariño.
Y al final, no importa si tu boda no sale exactamente como tú esperabas si cuando acaba la fiesta piensas: en este momento (ojala "el resto de tu vida" pero si no
en el momento presente), estoy donde quiero estar.
Casarse es muuuucho más que cumplir la fantasía de los quince años de verse con un vestido de princesa e irse de vacaciones a un lugar de ensueño. Casarse es
afianzar una relación. Es perder el miedo a hacerlo legal. Es unir a dos familias y dos grupos de amigos en una celebración que
(snif! lagrimita)
nunca más volverá a repetirse. Y casarse puede ser el primero de muchos proyectos compartidos en la pareja, y también una oportunidad para "pasar" de lo que digan los demás, y hacer lo que realmente deseas. Casarse, a algunas personas (entre las que me encuentro) conlleva experiencias muy interesantes y hace madurar.