Esto se traduce en organizarme mejor, producir más, perder menos el tiempo, definir mis objetivos e ir a por ellos, contra viento y marea... Y se traduce también en domar a esta parte insconsciente de mí que está a sus anchas en la indolencia, la satisfacción inmediata, la postergación, la pereza...
En su momento, me propuse hacer un planning de diez días, siguiendo un libro llamado "Autodisciplina en diez días", para examinar las actitudes que hay detrás de esta falta (aparente) de autodisciplina, y corregirlas en lo posible. Y escribí post larguísimos y reflexivos sobre ello que me llevaron varias horas, y de los que me sentí muy orgullosa.
Hoy por hoy... sigo recordando algunas de esas lecciones, y es cierto que en algunas cosas me he vuelto menos postergadora (o al menos me doy cuenta de qué truquitos estoy utilizando para postergar, lo cual ya es mucho). Pero siento que necesito refrescar bien mi memoria... Y necesito comprometerme otra vez en serio... Y no es sólo una cuestión personal, es que esta desorganización (menos que antes, tal vez, pero aún presente) me está trayendo ciertos problemas profesionales e incluso con mi pareja. No quiero entrar en detalles, pero puedo decir que me han puesto las cartas sobre la mesa muy seriamente... y desde luego, no puedo permanecer impasible y dejar que se hundan mi trabajo, mi sueldo y mi vida marital.
Tengo que hacer algo... pero ¡¡YA!! |