jueves, 24 de noviembre de 2011

Tartas, tartas, tartas (part three)

He hablado de las tartas aquí y aquí. Pero ¿es sólo una idea más que pongo por el blog, para que quede bonito o para mí significa algo más?

What about cakes and me...?



Desde luego, y conociéndome, seguro que de niña más que soñar con "la boda de mis sueños" soñaría con "la tarta de mis sueños", que madre mía lo que me ha gustado el dulce siempre... Pues sí, desde chiquitita mi comida favorita eran los pasteles cremosos y los bombones de chocolate, pero no sólo entonces. Recuerdo esas tardes cuando paseaba por la ciudad en la que viví durante mi etapa de universidad, cuyo centro está repleto de pastelerías artesanas, en que me paraba casi diariamente en cualquier escaparate para "comerme de vista" los dulces que ahí estaban expuestos. La verdad es que rara vez pasaba de ahí: alguna vez entraba al local y me daba el capricho de comparme un pastelito de frutas, pero generalmente me bastaba con mirar, e imaginar.




Ahora, casi diez años después, he de reconocer que mi adicción al azúcar ha disminuido considerablemente, ya no suelo comer tantos dulces, y mucho menos tartas (a excepción de cumpleaños y esas cosas, claro está). Lo que aún no he dejado de hacer, y sigue siendo una costumbre para mí, es pararme como una boba frente al cristal de esas cafeterías que exponen tartas y pasteles de todo tipo. Me gusta observarlas, imaginar su sabor y me he dicho bastantes veces: "dentro de poco, una tarde que tenga libre, vendré a tomar un café con uno de estos pastelillos". Pero las que estén dentro de la vorágine de la vida moderna saben que ese momento rara vez llega, que siempre tenemos miles de cosas que hacer... Y así, he ido postergando mi extático momento dulce, diciendo que iré un día, u otro, u otro.




Así que, después de todas estas reflexiones de media tarde, me digo que para mí elegir una tarta glaseada para la boda, pudiera ser en parte un pequeño homenaje que le hago a la pequeñaja que habita en mí. Ésa que lo hubiera flipado si en medio de una fiesta le hubieran sacado una tarta como estas. Y también a esa adulta (bueno, veintiocho años, no es tanto) que aún se para frente al cristal de todas las pastelerías simplemente a comer con los ojos.

¿No es esto razón suficiente?

Bon appetit!



Todas estas tartas fabulosas están sacadas de aquí

2 comentarios:

  1. yo quiero una mesa dulce,me encantaría ponerla! Cuento lo que pretendo hacer, para dar ideas:
    Me encantan las tartas de fondant, son taaan prefectas... pero voy a poner postre, y como quiero la tarta de pisos, pues hacerla de 3 o 4 pisos, pero los de abajo, q son los más grandes, ponerlos con dummies. así se tiene la fabulosa tarta, y te ahorras un dinero curioso!! y ya, pues poner cupcakes y cakepops haciendo juego, pero sin que quede demasiado empalagoso ^^. y chuches, frutos secos... y que la mesa esté durante toda la barra libre para que la gente coja cuando le apetezca :) a mi me encanta. espero que os sirva de idea ^^

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  2. Sugar, por supuesto que tú tienes que poner tarta de dulces, si haces cosas que tienen una pinta buenísima!!

    Yo ya la tengo apalabrada, incluiré la tarta de fondant, macarons, cupcakes, galletitas personalizadas y algunas chuches. Nos va a quedar monísima!! pero como dice mi novio: eso es para las chicas, para los chicos dame jamón, vino y cubalibres ;)

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