Creo que en el insconsciente de todas la cabecitas de novia se encuentra este mismo temor, y también esta misma súplica "que no llueva, por favor, que no llueva, que no llueva...".
¿Pero y si llueve?
Me caso un día de finales de abril en el que puede pasar de todo: o hacer un hermoso día de primavera o caer el diluvio universal. Mi mayor inconveniente respecto a la lluvia es que no podremos aprovechar el fantástico jardín del restaurante donde vamos a servir el cocktail. Prácticamente escogimos ese sitio porque tiene unos alrededores preciosos, que estarán en su esplendor para la fecha de nuestra boda. ¿Y si llueve? Pues todo deberá desarrollarse dentro del recinto, lo cual no es tan mágico.
¿Y las fotos? Pues las de exteriores, obviamente, tendrán que realizarse bajo techo.
Y los invitados, tendrán que lidiar con la molestia de ir saltando charcos. (Y yo con mi largo vestido de novia no me quiero ni imaginar, ay...)
Y así un largo etcétera, es cierto que la lluvia tiene bastantes inconvenientes, y todas nosotras pagaríamos por un hermoso día de sol. Pero lo cierto es que el tiempo no puede predecirse. Puedo dedicar todo mi empeño e interés a confeccionar un menú de boda agradable, a ir guapa, a elegir la mejor música y los detalles para invitados con el máximo cariño. Pero la naturaleza no se puede controlar. Así que al final, que llueva, es una cuestión de suerte. No hay más.
¿Y entonces, qué pasa si llueve? Pues la verdad, ahora mismo miro feliz hacia la ventana y estoy pensando que no vale la pena amargarse por un asunto así. ¿Si llueve? Pues todo podrá solucionarse: el cocktail se cambia de sitio, los invitados que lleven paraguas, yo me compro uno blanco súper bonito y me busco un "mayordomito" que haga el favor de cubrirme todo el rato (sí, como la princesa Letizia) y que toda la boda se realice al resguardo, con la sensación de tranquilidad y relajación que la lluvia conlleva. En realidad, ahora mismo lo pienso y tampoco es tan grave. Al menos es mucho menos grave que amargarse los poco más de cinco meses restantes hasta la boda. Y definitivamente, es mejor que llueva y tomárselo con actitud zen a guardar la preocupación durante todo el día de la boda, y que éste acabe y descubrir que no lo has saboreado.
Por tanto a partir de ahora, no quiero desperdiciar un minuto de mi tiempo de pre-novia en pensar en esta posibilidad, porque lo cierto es que... me da igual.
Boda bajo la lluvia. En Flashflavor.com |
- Cuídate esa garganta, ahora eres una gran estrella ¿recuerdas? Esta lluvia de California es hoy más fuerte que de costumbre.
Y Don mira para arriba tan tranquilo y luego le contesta, con una cara arrebatadora de felicidad:
-¿De veras? Para mí todo es luminoso y el sol brilla por todas partes.
(arrrrgggghhh... me derrito....)
Luego se besan, y él solo de vuelta a casa comienza a cantar y a bailar.
Y es que cuando vi esta escena por primera vez, y ya tenía veintidós añitos, me eché a llorar de la emoción (aclaro, el momento en que vi la peli fue muy emotivo porque me estaba despidiendo de mis compañeras en la última noche que pasamos juntas en el piso). Que por cierto, qué "peazo" de artista Gene Kelly; canta genial, baila genial, y tiene una expresividad que me vuelve loca, sobre todo en esa escena final con el guardia.
No me canso de ver este clip una y otra vez... lo estoy escuchando ahora mismo y ¿os podéis creer que estoy sonriendo y con los ojos húmedos a la vez?
Así que... que si llueve, que no será tan grave: cantaremos y bailaremos bajo la lluvia.
¡Feliz sábado!
Qué post tan bonito... Yo también me compre un paraguas blanco por si las moscas, pero creo que me gustan más los que son transparentes.El efecto es genial!
ResponderEliminarUn beso :-)