jueves, 3 de noviembre de 2011

A vueltas con las invitaciones...

Sigo dando vueltas y vueltas a las invitaciones. La verdad, es una de las cosas en la que más estoy tardando en decidirme, y en realidad sólo he pedido presupuesto de una invitación a una empresa que las fabrica on-line. Pero todo este proceso ha sido bastante largo...

Cuando empezamos a organizar la boda, las invitaciones fue una de las cosas que primero estuve mirando por catálogos e Internet (supongo que tendrá mucho que ver con mi afición por las tarjetitas, las felicitaciones y los libros en general). Y lo he seguido haciendo prácticamente hasta ahora. Puedo decir que habré visto... ¿200 invitaciones? ¿Más?



Mi hermana, que trabajó un tiempo para una agencia de eventos, me lo dijo desde el principio: "la invitación es la primera impresión que la gente va a tener de tu boda". Y esa es una máxima universal en el mundo de las bodas. Pero por otro lado, no es menos cierto que la invitación dura en manos de la persona lo que dura en leerla, luego va a parar al cajón más inhóspito de toda la casa, eso cuando no va a la basura... Quizás cinco, diez, quince o treinta personas conserven tu invitación con mimo, y denoten su calidad estética. El resto la mirará con agrado (si es bonita, la mirarán muy halagados) pero luego se deshará de ella.

Mi novio, que es mucho más práctico en esto que yo me hizo la pregunta maestra: ¿te acuerdas de las invitaciones de las bodas que has ido este año? Y ahí se me encendió la luz: me acuerdo de las últimas, porque para entonces ya estaba yo buscando invitación y las comparaba todas con "mi invitación ideal", ¿pero de las de antes...? No, la verdad. Bueno, de una sí porque se salía de lo convencional, pero del resto (y mira que una fue de una de mis mejores amigas)... pues no, no mucho.


Así que ahí he estado: intentando aunar el estilo y la elegancia con la practicidad que puede suponer un bajo coste, sobre todo ¡¡cuando tienes que hacer más de 180 invitaciones!! Que si mi boda fuera íntima, y tuviese que hacer unas 30 o 50, ya me cuidaría de elegir una de esas maravillosas invitaciones artesanales, pero con tantas... Y la verdad, después de mucho pensar he encontrado la "solución perfecta" a lo que busco: una invitación con estilo, con un precio moderado y muy original.


Y esta solución pasa por... elegir una invitación relativamente sencilla pero elegante (en mi caso de una empresa on line) y personalizarla, o customizarla, como se dice en las revistas de moda. ¿y cómo?

     Le voy a poner una puntillita de color marfil alrededor (esto sólo a las invitaciones de los más allegados, no al resto).

          Le voy a poner una base atrás con fieltro o cartón corrugado de un color que contraste.

               Otra opción es atarle un lacito de raso, pegando este lazo a la parte de atrás de la invitación, entre la invitación propiamente dicha y el fieltro/cartón de sostén.



He hecho una prueba y, la verdad, ha quedado preciosa: original, elegante, romántica. Siento que es lo que busco, lo que quiero para mi boda. Mi madre me ha dicho que estoy loca por meterme en tamaña manualidad, pero cuando a una novia se le mete algo en la cabeza... :) Al igual que supe que aquel era "mi" vestido, ahora sé y siento que estas son "mis" invitaciones.

¿Y vosotras, os animáis a personalizar vuestras invitaciones con materiales de "scrappbooking" o incluso a fabricarlas vosotras mismas?

Este montaje es muy parecido al que yo quiero hacer...
Via: imágenes 1, 2 y 3, imágenes 4 y 5

2 comentarios:

  1. Es una invitación preciosa,dulce,original y distinta,tiene mucha razon tu novio busca algo sencillo pero que tenga ese toque que haga que la gente la recuerde siempre !

    PM

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  2. Nos equivocamos y los chicos en las bodas tienen MUCHO que decir. Nos dan otra perspectiva, menos dramática, más práctica y a veces tienen muy buenas ideas. Cuando tenga mi invitación ya pondré alguna fotito por aquí...

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