miércoles, 28 de diciembre de 2011

Cuatro meses...

A veces una quisiera ralentizar el tiempo, otras acelerarlo, pero el resultado es que los días siguen pasando siempre con la misma velocidad y sin darnos tregua.

Hace seis meses estaba en una nube de amor pre-emocionándome sobre mi boda (¿qué cara pondrá mi chico cuando me vea vestida de novia? ¿Cómo será nuestro primer beso de casados? ¿Y el momento en que nos retiremos después de la fiesta a nuestra habitación?), y haciendo las más tiernas suposiciones. Un mes después (cinco meses) debo reconocer que comencé a experimentar ciertas dudas y miedos (¿seremos la familia que quiero que seamos? ¿Evolucionará favorablemente nuestra relación con el matrimonio? O la más trascendental: ¿Somos realmente "la media naranja" cada uno del otro?). Y ahora, a cuatro meses del gran día... Pues empiezo a ponerme un poquito nerviosa.


Cada peldaño es un día... Y al final de la escalera, el día B.

Empiezo a agobiarme ligeramente porque me quedan bastantes cosas que hacer. Pensaba que llevábamos los preparativos muy avanzados, porque es cierto que durante el verano aprovechamos para elegir un montón de cosas; pero este mes, con los líos del trabajo y de cenas varias, estamos retrasando todo... Y se acerca enero y me veo con un montón de cosas aún por decidir, y otras que inevitablemente hay que hacer a partir de entonces: dar las invitaciones, confirmar número de invitados con el restaurante, pedir detalles de hombre y mujer...

Sé que aún me queda tiempo, y que es importante disfrutar de este proceso, pero por primera vez empiezo a vislumbrar que el día de mi boda no está sólo en mi imaginación, sirviendo de inspiración para este blog, sino que será un día real, con sus cosas bellas y sus inconvenientes, que tengo que ir teniendo bien atado.

He llegado a mi destino, estoy nerviosa... ¿Seguimos?
Es una sensación un tanto extraña y por eso se me hace difícil de explicar. Es como si este tiempo de atrás estuviese en una nube, viendo cosas maravillosas en los blogs pero sin decidirme realmente por nada. Sólo veía y disfrutaba, y decía: ¿qué tal sería poner en la boda...? ¿Cómo quedaría esto... y esto otro? He cambiado de opiniones varias veces, y aunque hemos comprado algunas cosas y tomado algunas decisiones fundamentales, todavía nos quedan otras tantas. Entre ellas, personalizar la ceremonia religiosa, algo que veo importantísimo y que no es tan común que la gente les preste atención.

Es momento de actuar más que de seguir inspirándome, es momento de tomar decisiones.

También pienso en el vestido y los complementos... Como toda novia, tengo el deseo de ir guapísima. Y posar así de coqueta mirando a la cámara en mi día especial.

Así que a cuatro meses... Me encuentro tranquila, segura del paso que voy a dar (y de lo que significa), pero pareciéndome extraño que estas sean mis últimas Navidades de soltera. Las últimas Navidades en que me despertaré en casa de mis padres y bajaré a desayunar con mis hermanas, se me hace difícil pensarlo.

Y me encuentro llena de ideas e inspiración a las que tengo que darles ya una salida, como propósito especial para las vacaciones de Navidad: tengo que hacer una lista definitiva de las cosas que quiero comprar para decorar, de dónde colocarlas, de las lecturas para la misa, de los detalles de la iglesia, las flores, y un sinfín de cosas más sobre las que tengo una vaga idea nada definitiva.

Cuatro meses para mi día B... A veces querría que mis días pasaran rápido para estar ya con mi chico en la luna de miel y (por fin) viviendo juntos, que es lo que anhelamos estos últimos meses. Otras veces, me digo que quizás necesitaría un mes más para dejarlo todo más atado y hacerme a la idea. Es decir, despedirme mentalmente de mis dos estatus: el de soltera, y el de novia.

El objetivo final de nuestro día: un pacto de amor con nuestra pareja.

Pero lo bueno es que, como he dicho al principio, el tiempo pasa con la misma velocidad sean cuales sean nuestros deseos. Así que, me guste o no, quiera acelerarlo o detenerlo, me agobie o me resulte pesado, ¡¡dentro de cuatro meses seremos marido y mujer!! Y justo en este momento estaremos preparándonos en casa con los más allegados; él con los últimos retoques (todo fotógrafo visita primero la casa del novio) y yo presumiblemente con la maquilladora. Nos faltará muy poquito para vernos de novios al fin, ay...

Sigue la cuenta atrás.

Todas estas imágenes maravillosas las puedes encontrar en este estupendo reportaje de boda en París.

4 comentarios:

  1. Te entiendo perfectamente, sólo que a mí me faltan dos meses! Ya he aprendido a gestionarlo, pero hace unas tres semanas me entraba nosequé en el estómago al pensar lo poquito que me falta. Tenía la sensación de que los preparativos iban retrasados, cuando no es verdad. Pasado el umbral de los dos meses (en realidad falta un mes y 27 días), la sensación de que "se me olvida algo" vuelve, y tengo la sensación que en estos días Navideños me estoy desviando y se me olvidará algo...

    Soy una persona muuuy tranquila, pero imagino que es normal todo esto que sentimos. Como bien dices, ahora siento el día de mi boda más real cada día... No es algo que pasará dentro de medio año, es algo que pasará en pocas semanas y que espero que salga lo más parecido a como lo imagino.

    Es genial poder compartir estos sentimientos con otras novias. Sólo quien ha andado el camino puede entendernos.

    Seguimos ;-)

    Un beso fuerte.

    M.

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  2. Seguro que todo sale bien y sois muy felices juntos. Hay que disfrutar cada momento sin dejar de ponerse las pilas y hacer las cosas poco a poco, al final todo saldrá bien.

    Un abrazo.
    Daniela

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  3. acabo de conocer tu blog, te apunto a mi lista de lectura, te mando un saludo y feliz 2012

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  4. M. has definido la sensación perfectamente: parece que vamos retrasadas en todo, pero en realidad es que va quedando menos tiempo, y el "sueño" de nuestra boda pasa a formar parte de la realidad! 2 meses!! Madre mía, ¿cómo estaré yo en ese momento? ;)
    Daniela, ojalá todo salga bien y me quedo con la parte de tu mensaje que dice "que seáis muy felices juntos", ESO es lo verdaderamente importante.
    Estibalitz, preciosos tus diseños!! Feliz 2012 :)

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