martes, 17 de enero de 2012

# Consejo 3 # Comparte tu boda

La boda no será enteramente tuya (o mejor dicho: vuestra, ¡que se me olvida incluir a la otra mitad!). Si así fuera, tú y tu prometido, huiríais a la orilla del mar, os alquilaríais un barquito con su correspondiente oficiante y una noche, en medio del mar y bajo las estrellas, os comprometeríais amor eterno (ufff, me acaba de venir esta idea a la cabeza y es tan romántica que como me canse mucho de mi boda la llevo a cabo, jeje).

La boda es vuestra principalmente, y de todos los invitados secundariamente. La boda también es, en parte, de los padres. Y de los suegros. De los hermanos y hermanas, de los padrinos de la boda, de las amigas y los amigos del alma. Y por extensión, la boda es de los invitados que habéis decidido que os acompañen en vuestro día especial.

Así pues, la boda, y especialmente los momentos previos a la boda, son para compartirlos.

Créditos: Komninos Photography


En principio, cualquier novia (me incluyo) tiende a pensar que la boda puede ser una molestia para la gente que está fuera de su círculo familiar más cercano. Piensa que invitar a una amiga a ver sus zapatos de novia, a la prueba del maquillaje, o pedir a algún familiar que se encargue de aspectos logísticos (recoger a ciertos invitados que llegan de fuera, llevar el coche, llevar los detalles) es un incordio que hay que evitar.

En estos pocos meses de novia que llevo, he descubierto otra visión muy distinta de las bodas. Lógicamente, hasta ahora yo había sido invitada a aproximadamente una decena de ellas en los últimos tres años. Nunca imaginé que una novia pudiera necesitar tanta ayuda o apoyo, que una boda llevase tantos preparativos, ni tampoco que lo que había detrás de "la fiesta" a la que asistíamos pudiera ser tan bonito.

Tampoco me había parado a pensar en que, cuanta más implicación hay en cualquier evento, más se disfruta. Es simple, pero cierto. Implicar a una persona en tu boda (por supuesto, sin pasarse ni ser pesadita) no es un fastidio o una molestia, es todo un honor. Y es también un disfrute para la persona que se ve implicada.

Ahora mismo lo pienso y me encantaría que mis amigas ya casadas hubieran compartido conmigo las tardes de búsqueda de zapatos, vestidos, pendientes o prueba de peluquería. Me habría gustado que me hubiesen comentado cositas sobre las invitaciones, o los detalles, que me enseñasen las lecturas para su ceremonia. Porque en las bodas que más he participado, es en las que más he disfrutado, bien es cierto. He participado en las bodas de mis amigas cuando he ido a su casa a vestirlas o a verlas salir por la puerta con su padre bajo el brazo. Cuando he leído en la ceremonia (al principio me da cierto corte cuando me lo ofrecen, pero en el fondo estoy encantada). Cuando le hemos echado una mano con los invitados. ¡Incluso cuando la hemos ayudado a ir al baño!


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Porque participar no sólo hace feliz al que pide un favor, también al que lo ofrece. Y, por mi parte, no quiero privar a mi círculo más cercano de esos sencillos placeres que tienen los preparativos de la boda de alguien querido. Mi hermana, esta tarde, ha disfrutado probándose mis zapatos de novia; ha caminado con ellos y nos hemos reído un rato. A una de mis mejores amigas casi se le saltaron las lágrimas cuando me vio con el vestido puesto. Y el otro día de comprar con mis padres (el traje de la madre de la novia, el traje del padrino) fue muy divertido. Mis tías no paran de hablarme de tocados y de pamelas (les he "obligado" a que se atrevan y lleven uno, jeje) y mis amigas no dejan de especular sobre cómo será nuestra despedida...

En fin, que las bodas son para compartirlas, y no debemos pensar que pedir un favor o una opinión vaya a desagradar al otro, más bien al contrario.

A este respecto, quisiera finalizar con una experiencia propia que me parece muy ilustrativa de esto que acabo de decir. Fue con mis tres mejores amigas, estábamos las cuatro una tarde de verano en que coincidía que teníamos vacaciones, compartiendo un helado en una de las cafeterías de mi pueblo. Hablábamos un poco sobre mi boda... y comentábamos aspectos de la boda de una de mis amigas que se casó hace algún tiempo. Es decir, la situación era: una casada, una novia prometida (¡yo!) y dos solteras pero con relaciones largas y -según mi opinión- a puntito de caer en el matrimonio.

Mi amiga nos estuvo contando un poco de su vestido de novia; cómo era, dónde se lo hizo. Yo le pregunté inocentemente: ¿y quien fue contigo a la prueba? ¿tu madre, tu hermana? Ella se quedó un poco seria y nos dijo: no, fui yo sola.


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Entonces estallamos las demás en gritos:  ¿¿¿¿¡¡¡¡¡cómorrrrrr!!!!!????? ¿¿¿¿¿¿¡¡¡¡¡Qué fuiste tu sola!!!!!????? Mi amiga nos dijo que sí, que fue a dos de las pruebas ella sola y a la última se llevó a su hermana. De inmediato nos tiramos de los pelos y le dijimos que por qué no nos había avisado. Que no debería haber ido ella sola teniéndonos a nosotras como amigas. Su respuesta no se hizo esperar: pues porque no quería causar molestias... Es cierto que cada una estábamos en un punto de la geografía española y no nos habría sido fácil coincidir en horarios y fechas ¡¡pero seguro que habríamos podido ir!! Para algo tan importante como la elección de un vestido de novia, habríamos sorteado todos los obstáculos para estar allí, al lado de nuestra amiga.

Ella, por pudor, no nos había avisado, previendo que iba a ser una molestia para nosotras. ¡Y eso casi no se lo perdonamos! Al final las cuatro amigas nos calmamos y llegamos a esta conclusión: que somos amigas, que basta de pudores, que hay que decir lo que se necesita y que estar al lado de la otra en un momento tan delicado y bonito es lo fundamental.

Así pues, futuras novias: no dudéis en compartir los momentos mágicos antes, durante y después de vuestra boda; compartir la alegría, la ilusión y las compras.

Y acompañantes: seguid con ilusión el camino de las futuras novias; si ya os habéis casado, guiándolas y aconsejándolas en todo lo posible; y si no, disfrutando con ilusión e inocencia el período que quizás alguna vez también sera el previo a vuestro día.



P.D. Evidentemente, los foros para novia surgieron por algo. Son lugares donde chicas, tanto casadas como en vísperas de hacerlo, comparten sus consejos, inquietudes y sus preparativos en general, con mayor o menos detalle. Ya sabes, si a tu alrededor los tienes a todos un poquito cansados de escucharte y compartir tu boda, dirígete a los foros donde todas las chicas estarán como tú. Pero ten cuidado, porque engancha ¡y mucho!

6 comentarios:

  1. Nosotras creemos que siempre debes ir acompañada a la prueba del vestido, no es una molestia es un plan muy divertido pero tampoco lleves un batallón o te volverás loca.Estamos de acuerdo contigo la boda hay que compartirla , no nos gustan las novias misteriosas que no cuentan nada.
    nos encanta tu blog
    www.lasbodasdetatin.wordpress.com

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  2. Bueno, yo llevé a mis padres, mis hermanas y una amiga. La verdad, fue un día muy especial, nos lo pasamos todos genial.
    ¡Y sí, las "novias misteriosas" y que no cuentan con nadie son un rollo! ;)
    Gracias por leerme!

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  3. Yo soy consciente que desde hace unos meses estoy monotemática, y no quiero agobiar al personal. Al que tengo “frito” es al novio, pero es lo que le toca :-DD y la verdad es que escucha y opina sobre todas mis ideas, sobre las que les gustan y las que no. Mi madre y mi hermana también participan mucho, y hablamos mucho del tema. A otras amigas/familia que tengo lejos les voy contando por mail y enviándoles fotos. Donde reconozco que no hablo tanto del tema como me apetecería es con la familia de mi pareja. Su padre murió este verano y a veces me siento un poco “culpable” de mi ilusión y mi alegría cuando mi suegra tiene días bastante chunguillos (se casaron cuando ella tenía 17 y en marzo cumplirá 72). Eso sí, cuando me preguntan aprovecho para ponerles al día y hacerles partícipes de los preparativos, y ellos también me cuentan cosas al respecto.
    Lo del foro es un mundo a parte. Somos todo novias y es genial compartir emociones con quien está en tu misma situación y sabes que te comprende al 100% :-)
    Un besazo.

    M.

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  4. Cómo entiendo la PD...
    De hecho a partir de un foro he dado con estas letras...

    Y comparto muchas opiniones contigo. Para mi es fundamental compartir cada momento con alguien (y digo con alguien porque cada uno de mis confidentes desconoces algún detalle, y esa es la magia...) LAs pruebas de vestido son desde el primer día, una jornada festiva para la familia. A la primera también me llevé buena "colla" y me enorgullece cuando me preguntan por el vestido y yo contesto: "es el que le gustó al padrino" jajajajaajaja

    Y es que la boda es "un día" y los preparativos son muchas horas, creo que la clave es disfrutar de cada momento como sé que estás haciendo tú.

    Nos seguimos leyendo por aquí y por donde nos dejen desfogarnos ;)

    Un saludooo

    ital

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  5. Totalmente de acuerdo con lo que escribes! hay que contar con el apoyo de la familia y amigos, y más importante aún, compartir los detalles y las alegraías previas al gran día, serán recuerdos para toda la vida!!

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  6. Ital, qué alegría leerte por aquí!!

    Fíjate, en mi caso el padrino también fue el elemento decisor del vestido. ¡Y luego dicen que los hombres no entienden!

    Y el otro día mis amigas se autoinvitaron a mis pruebas de pelu y maquillaje, me hizo una ilusión... Ais, qué bonito; es que la boda es un día por eso hay que aprovechar todos los meses de antes!

    Como tú dices, nos seguimos leyendo ;)

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