miércoles, 25 de enero de 2012

Fotografía de bodas: la postboda

Ayer comentaba un poquito por encima que la importancia del fotógrafo contratado para la boda la determina cada uno, según sus gustos, su presupuesto y sus posibilidades. Aunque conviene tener en cuenta que el reportaje fotográfico es un recuerdo muy veraz de lo que ocurrió ese día y lo que nos quedará para mostrar a nuestros padres, amigos, hijos, y... ¿nietos?. Por esto precisamente, hay que plantearse si nos dejamos llevar por la tendencia de esos reportajes que se llaman "espontáneos" (de los que los buenos-buenos no son espontáneos, sino que son posados dirigidos, y dirigidos sabiamente oye) o nos decantamos por algo más clásico.

Además, hoy en día no sólo se busca un fotógrafo que inmortalice el día de la boda. Los reportajes preboda (de los que ya he hablado) y postboda están casi tan solicitados y expuestos en los blogs como la fotografía del mismo día de la boda. Conviene pararse a pensar un momento en su posible interés para nosotros.




En cuando al reportaje postboda (para las revistas internacionales el "trash the dress"), la premisa es la siguiente: ya que vas a guardar tu vestido en el armario durante el resto de tu vida, o te desharás de él vendiéndolo por eBay, ¿por qué no aprovecharlo para una sesión relajada y diferente después de tu día B?

Aviadores en el desiero

La ventaja de estos reportajes, al igual que los de preboda, es que puedes elegir una localización muy distinta a la del sitio donde te has casado. Puedes hacer el reportaje en una estación de tren abandonada, en un campo de girasoles o en una ciudad monumental. O también hacer un reportaje vintage en blanco y negro o en sepia, con un decorado ambientado en la época. Lo que se busca, en realidad, son fotografías artísticas de la pareja con sus trajes de novios.

 Una amiga mía, cuando le comenté la existencia de estos reportajes postboda me dijo: "¿¡Y eso para qué se hace!? Es hacer el paripé, ¡ese día de la postboda no hay nada que celebrar! es imposible que la expresión de la cara refleje la emoción del día de la boda; se llevan los los trajes de novios como se lleva un disfraz" Reconozco que sus palabras me dejaron pensativa un momento.

Asumiendo que el comentario tiene parte de razón, ya que es difícil que los sentimientos el día del reportaje sean tan intensos como el día de la boda (y esto se refleja en las imágenes), tampoco no es menos cierto que ese día los novios tienen menos nervios y menos estrés: no hay programa que cumplir y, como todo está preparado, tampoco imprevistos que solventar. Respecto a la supuesta falta de emotividad, pues me parecería muy triste que una pareja de recién casados no demostrara el menor signo de complicidad... ¿no? Así que algo de intimidad y sentimentalismo debe salpicar a las imágenes.



En el bosque. via

 Los reportajes postboda en España suelen hacerse quince días o un mes después de la boda, cuando la pareja ha vuelto de luna de miel y ha organizado un poco sus cosas. Pero opino que en realidad no hay ningún motivo por el que deba hacerse en este período y no mucho después.

¿Por qué no regalarse con una sesión postboda el primer año de casados, o un día cualquiera, o como regalo del 5º aniversario?

¿No sería un momento mágico, volver a enfundarse los trajes de la boda?

¿Es descabellado pensar que rememoraremos los momentos felices al llevar de nuevo nuestro perfume, nuestras joyas y nuestro atuendo nupcial?



Por otra parte, y al igual que para el reportaje preboda, si por algún tipo de restricción (económica, compromiso, de distancia, etc) no puedes tener al fotógrafo que te gustaría el día de tu boda, plantéate contratarlo para la postboda. Nunca es tarde para tener ese fabuloso reportaje de bodas con el que siempre has soñado: busca tu fotógrafo ideal en la red, contacta una cita y... consigue un album maravilloso de la pareja de novios a los "20" meses de la boda, por ejemplo.



En Las Vegas

Bueno, y ayer prometí hablar un poquito de mi: ¿Y en mi caso particular? ¿Voy a poner en práctica alguna de estas ideas?

Pues bien, quiero hacer un mix entre el reportaje preboda y el postboda... Me atraía la idea de una sesión más artística con mi pareja. No sabía muy bien dónde y con qué fotógrafo podría hacerlo hasta que se encendió una lucecita en mi cabeza: ¿y por qué no aprovechar nuestra luna de miel? Vamos a un sitio con playas preciosas, donde las fotos serían envidiables.


Más que elegir al fotógrafo de mis sueños, y he encontrado unos cuantos en Internet, y en función de eso, el sitio del reportaje (básicamente cercano a donde el fotógrafo tuviera su estudio), pensé en hacerlo al revés: buscar por Internet fotógrafos cerca de los sitios que visitaríamos.




La idea me pareció ideal, tanto por la idoneidad del sitio para hacer el reportaje como por el momento tan especial en que sería. Y es que todo el mundo me ha dicho que la luna de miel es un viaje que se disfruta muchísimo, en las fotos que he visto de mis amigas ¡salen con unas caras de felicidad que dan envidia! ¡más guapos que el día de la boda.

Me gusta pensar que tendré mi reportaje cuando aún no hayamos descendido del sueño que ha supuesto la boda, ¡y en la playa! A día de hoy, ya tengo apalabrada una fecha y un sitio; no sea que en el último momento decida echarme atrás ;)



Lo que no vamos a hacer es posar en traje de novios (en principio, por no llevarlos en la maleta, lo veo un engorro). La fotógrafa nos ha sugerido hacerlo en traje de noche. Con deciros que me estoy haciendo uno para la ocasión, a medida... De color azul klein, de gasa, espalda muy escotada y con pailletes en el bajo... Para mi particular postboda y para algunas de las bodas a las que estoy invitada este verano, claro.


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Reportajes preboda, postboda, nupciales, posados, fotos naturales, por fotógrafos profesionales o por amigos... hoy en día ¡hay tantas opciones! Al final, la pareja tiene que elegir lo que en realidad le despierte interés y le transmita algo, y a ser posible sin agobiarse durante el proceso de elección (¿os podéis creer que yo sólo contacté finalmente con una fotógrafa?).

No es un gran impedimento desplazarse unos cuantos kilómetros para hacerse alguna sesión especial, o sacar del baúl de los recuerdos nuestro vestido de novia.

¿Y qué tal aprovechar para el reportaje nuestra luna de miel?

Y por último... ¿por qué no hacernos ese regalo dentro de un tiempo? ¿No es bonito pensar que el sueño de la boda puede durar meses, e incluso años, después...?


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Todas las imágenes de Chelsea Nicole aquí

2 comentarios:

  1. Ay Chloé que envidia sana me has dado! Tal y como describes el vestido que te estas haciendo para tu sesión porstboda estoy segura de que me encantaría!!
    Me parece una opción muy buena..Creo que haces bien y la luna de miel es buen mentó para hacerlo, porque sino luego te dará "pereza" y lo dejaras pasar (es lo que me ha pasado a mi)
    Yo tampoco quiero volver a ponerme mi vestido de novia para otra sesión de fotos, prefiero que quede solo vinculado a ese día!

    Un beso

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  2. Diario, pues yo creo que deberías animarte con una sesión postboda con tu vestido y todo ;P Seguro que desde que estás con el blog has descubierto fotógrafos o enclaves que te han enamorado... Piénsalo, da pereza y ¿no sería bonito revivir todas esas emociones?

    O bien, un reportaje de los dos muy guapos llevando tú uno de esos vestidos preciosos que pones en el blog ;) Todas nos merecemos un caprichito!

    Anímate!!

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