lunes, 5 de marzo de 2012

El papel de los chicos en las bodas

Seguro que no en todos, pero en la mayoría de los casos, las bodas son fundamentalmente de y para la novia. La novia es la que se luce ese día, la que acapara las miradas más largas (y más inquisitivas, todo hay que decirlo), la que se recuerda posteriormente. Y en muchos casos también, la novia es la que prepara la boda, decide los detalles, y pasa noches sin dormir pensando bien "tengo que comprar una cesta para los detalles, unos papeles especiales para hacer los meseros, unas alpargatas para las invitadas" o bien "¿saldrá todo bien?; tengo ganas que llegue ese momento especial en que nos veamos vestidos de novios por primera vez".

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Es la novia quien más disfruta preparando los detalles, la que sueña más a menudo sobre su día B, ¡algunas incluso crean su propio blog! ;-), y la que posteriormente rememorará ese día una y otra vez. Pero también es la novia la que más suele estresarse los días o los meses previos.

Fundamentalmente, porque es ella la que, voluntaria o involuntariamente, hace recaer casi todo el peso de la boda en sus hombros, y estamos de acuerdo en que planificar una boda es algo muy bonito y especial, pero también conlleva berrinches, desilusiones, agobios, indecisión y agotamiento.


Creo no equivocarme mucho si digo que, en toda organización de la boda, hay un punto en que la novia dice "no puedo más; quiero que llegue ya el día y pase todo". A mí me pasó... Y a muchas de las amigas con las que he hablado con sinceridad, también. (Es poco glamouroso compartir los sentimientos negativos, pero a fin de cuentas, son éstos los que nos hacen ver que todas las personas tenemos unos límites, que gracias a Dios somos imperfectas, y que existe un reverso a la felicidad y a la ilusión que precisamente nos permiten valorar éstas cuando llegan).

¿Pero con los chicos, qué sucede?

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Obviamente, si los chicos participan menos en los preparativos, se llevarán también menos chascos. Si no pasan tardes enteras mirando detalles, zapatos, vestidos, centros de mesa o cualquier otra cosa, no comprenderán cuál es nuestro cansancio. Si no han tenido desavenencias con sus familiares o amigos por algún aspecto de la boda, llegarán a los días previos frescos como rosas. Pero por otro lado, si los chicos no han participado con el mismo énfasis que las chicas, puede que llegue ese día y sientan que no saben muy bien dónde están, y el porqué de esta lectura, esta música, o quiénes son esos que están sentados en la mesa 10. Y tendrán que lidiar, además, con ese sentimiento de que la mayor parte de la atención se concentrará en su reciente esposa... A algunos esto puede suponerles un alivio, para otros quizás hiere un poco su orgullo.

Hasta hace poco, el papel de los chicos en la preparación de las bodas solía ser anecdótico (por no decir nulo). Conozco personalmente a chicas que han llevado ellas solitas, con apoyo de sus familias, la organización de su boda desde el principio hasta el final: enfrentándose a todos los problemas y decisiones que han surgido durante el proceso, y comprando, reservando, organizando, pagando y eligiendo todos los detalles. El novio, ante esto, responde burlón: "Yo te dejo organizar la boda como quieras, no hay problemas... pero hazlo tú. Tranquila que me preocuparé de comprar mi traje y estar ese día a esa hora en el altar". ("Grrrrr.... lo mato" pienso yo cuando escucho algo así).

Bajo esta frase de "organiza como quieras" no se esconde la buena intención de dejar vía libre a la imaginación de la novia, sino precisamente el descaro de eludir todos los compromisos. Sinceramente, no admito que el novio no participe nada en las decisiones y procesos que engloba toda boda ¡es el primer proyecto juntos! ¿Qué pasará luego con la casa, las obligaciones diarias, los hijos? ¿También le dirá a su esposa?: "tú haz lo que quieras... pero hazlo tú y a mí dámelo todo resuelto, déjame tranquilito".


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No, no y no. Las novias tienen que hacer ver a sus novios que su boda es cosa de los dos. Vale que a nosotras nos gusta llevar las riendas en esto, que quizás tenemos más experiencia en elegir ciertos detalles. Vale que a ellos, en lugar de marearlos con cien proveedores, mejor darles para decidir aquéllos que hayan pasado el primer filtro. Pero la boda es cosa de dos... No es necesario que los dos se impliquen al cincuenta por ciento, pero los dos han de implicarse.

Si la novia quiere ocuparse ella sola de la decoración, porque le apasiona, no hay nada de malo siempre que el novio tenga interés en ser partícipe de todo cuanto ella va descubriendo. ¿Que hay que ver algún sitio? Se va, los dos juntos. Quizás el novio no tiene especial interés en elegir una figura para la tarta, pero sí que puede llamar por teléfono para concertar una cita con tal o cual fotógrafo. Quizás el novio no ha mirado suficientes blogs como para elegir una candybar estupenda, pero puede perfectamente pagar una fianza en la pastelería, y dejarlo reservado. Puede ser el novio quien reserve un coche estupendo para el traslado al restaurante, y la novia quien negocie el precio de los autobuses para invitados.

Y qué bonito es aprovechar para hacer juntos algunas de las cosas, de hecho son estos momentos los que se recordarán con gran cariño una vez pasado el día de la boda. Hacer juntos la lista de invitados. Aportar ideas para las mesas del restaurante. Elegir las invitaciones, el texto, y por supuesto ir juntos a entregarlas. Mirar y comparar distintos menús. Organizar las mesas entre los dos. Ir a hablar con el fotógrafo y contarle un poco lo que se espera del reportaje. Ensayar el vals. Ensayar los votos matrimoniales. Pensar en la música para los momentos clave. Y acudir juntos a la agencia para elegir y reservar el viaje de luna de miel.

Para algunas parejas que no viven juntos, como es mi caso, una boda es el primer primerísimo trabajo que se hace a medias. Si en éste no hay colaboración, cariño, apoyo, comprensión y entendimiento mutuo ¿qué será de los siguientes? Y si se busca, más que la colaboración del novio, la colaboración de la madre o de una hermana para hacer los trámites de la boda (me consta que hay novias que van con sus madres a elegir fotógrafo, viaje de novios, invitaciones y todo lo demás) ¿no es eso una indicación de en quién buscaremos apoyo cuando emprendamos una tarea nueva?

No hay nada más bonito que un novio que ayuda a su chica a preparar la boda de sus sueños, incluso cuando él mismo no necesita de tantos detalles, e incluso sabiendo que se pondrá nervioso en una fiesta tan multitudinaria. Pero lo hace por ella... [Gracias, mi amor... :-)] Y no hay nada más bonito para una novia que se siente saturada, cabreada, indecisa o cansada, que saber que puede pedirle a su novio del alma un poquito de comprensión y cariño...



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Descubro que este post escrito a ratos durante todo el día y retocado varias veces me ha quedado largo, largo. ¿quizás es que de este tema hay mucho que decir?

9 comentarios:

  1. Te mereces todo y mucho más. Gracias a ti sol. Me encanta que escribas este blog y disfruto mucho con él. Sigue así. Un abrazo.

    D.

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  2. Acabo de sorprenderme y sonreír a primera hora de la mañana. Gracias por hacer eso ;)

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  3. ooohhh es tu novio el que te ha escrito????por favor!!!lloroo!!!enserio, esque me emociono tanto con tu Blog...me parece que desprendes todos tus sentimientos, y al menos en mí, calas, me encanta cuando comentas todos los sentimientos los meses previos a tu boda, cuando sólo te queden unos días espero que nos sigas contando todo lo que sientes...
    La verdad es que siempre la novia es la protagonista y las que siempre nos tomamos el papel de preparar la boda nosotras solas, mi novio siempre dice que lo organice yo...pero creo que no daría un paso adelante (Excepto en el momento del vestido), sin antes consultarlo con él, ellos también tienen que vivir con la misma ilusión ese momento que las chicas soñamos desde pequeñas, y el momento previo, a comenzar una vida juntos, formar una familia...

    Me encanta tu blog, enhorabuena y sigue contándonos todo porque me encanta!!

    Un besazo!!

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  4. Hola guapa!!
    Como me alegro por ti. Es genial tener a tu lado a quien te entiende, te comprende y te apoya, en la boda y en todo momento.

    Yo también tengo esa suerte y mi chico se implicó en todo, me ayudó mucho y me dio sorpresas, buscó y no paró hasta encontrar los novios que sabía que me gustaban porque se habían agotado en la tienda donde los compramos y nos enviaron otros por equivocación. Para mí fue el mejor regalo del mundo, no me esperaba al abrir ese paquete envuelto que eran nuestros novios!!!

    Disfruta del tiempo que queda de preparación, luego lo echarás de menos ;)

    Besitos!

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  5. Chica B, sí, era mi novio; ha sido una sorpresa porque siempre le digo: "anda, coméntame algo en el blog, ponte nombre de chica si te da corte" y hoy precisamente veo su comment, me he quedado muerta ;)

    Por mi parte, sí, seguiré contando todos mis sentimientos; es que ya que hay tantas cosas listas y elegidas de lo que me apetece hablar es de mis miedos, de los días previos, de las sensaciones... así que hasta el día de la boda, hay blog para rato!!

    Aivlis, lo que te hizo tu novio es súper bonito. Me imagino tu emoción al abrir la caja y ver esa figurita de tus sueños. ¡Hurra por los chicos que se implican en las bodas!

    Gracias por seguirme chicas, un besazo!

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  6. Antes de nada muchísimas gracias por tu comentario y, en segundo lugar, me ha impresionado mucho tu blog. Está muy trabajado y la verdad es que me viene genial para ir inspirándome. Enhorabuena por el blog!! Así sólo me entran más y más ganas!! Te sigo!! :) UN BESITO!!

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  7. Ah! se me olvidaba! jeje no puedo estar más de acuerdo con lo que dices. A mí una de las cosas que me ilusionan muchísimo es preparar ese día junto a mi chico. A pesar de que seamos las novias las que acaparemos la mayor atención, es el día de los dos, es tu mitad. Compartir esa emoción, ése estrés, esa toma de decisiones, para mí perdería valor si el peso lo tuviera que cargar sóla. Un besazo!

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  8. La boda es de los dos y por tanto las cosas las tenemos que elegir los dos. Hay cosas en las que yo no he pensado que el ve importantes y al revés. Por supuesto que mi madre y mi suegra nos echaran una mano pero ellas solo opinan. Las decisiones son nuestras.
    Eso se lo deje bien claro cuando decidimos casarnos: la boda la organizamos entre los dos. Ahora que buscamos salón yo busco por Internet y el llama por teléfono. Cosa de dos

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  9. Si tu madre y tu suegra han entendido bien su papel, ¡enhorabuena! Mantened esa idea clara desde el principio, porque yo he tenido que repetírmela cada mes: que la boda es vuestra, vuestra y de nadie más. Hay momentos de duda, pero recordad esto siempre.

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