Reconozco que siento un ligero temblor al escribir el título... ¡¡Dos meses!! A partir de mañana, un mes y pico...
Mi ánimo en este último mes de febrero ha sido extraño, cambiante. Hasta ahora, sólo conocía sentimientos positivos fundamentalmente. Esta vez me ha tocado enfrentarme a la cara menos dulce de la organización de bodas. Y a otros hechos que me han trastocado en mi vida cotidiana. Ha sido un mes extraño...
Ahora que renace en mí la ilusión del día B, constato que empiezo a ponerme un poquito nerviosa. Más que por el día en sí, por las cosas que aún hay que preparar: si todavía no me he vuelto a probar el vestido...
...ni me he hecho la prueba de maquillaje, ni tengo claro mi ramo de novia (cuantas más flores conozco, más dudo). Aún no tenemos ni de lejos la lista final de los confirmados, y por tanto tampoco la colocación de las mesas, ni reservado el bus. Nos queda elegir las lecturas definitivas de la ceremonia, los "momentos musicales" y alguna otra cosa que se me escapa...
Y la verdad, conforme lo voy escribiendo me digo: ¡pero si tampoco es tanto! En dos meses sacaremos ratitos de sobra para hacer todo esto, pero es inevitable que una lista larga de cosas nos paralice un poco. Organizar una boda requiere tener la mente clara, el bolsillo abierto (sí, hay que despreocuparse un poco de los pagos, es mucho dinero de golpe, más que nunca, pero ¿acaso una boda no es sólo una vez en la vida) y además hay que saber lidiar con la presión.
Presión porque eres tú la que organizas y también tú la protagonista, ¡menuda paradoja! El consejo de todo el mundo con el que he hablado respecto a este día ha sido muy claro: organiza y deja todo bien atado antes del día de tu boda, pero una vez que llegue este... entonces deja de organizar y céntrate en disfrutar.
Pero yo me pregunto ¿es que es tan sencillo pasar, en veinticuatro horas, del papel de "novia que organiza un montón de cosas" a "novia que se limita a disfrutar del momento, sin otra cosa en la cabeza"? En fin, sencillo o no, es el único consejo infalible para aprovechar este día que con tanto tiempo hemos estado preparando.
Y respecto a mi relación... pues creo que tanto mi novio como yo nos vamos haciendo a la idea de que en poco tiempo seremos una unidad familiar. Es un cambio que para nada es intrascendente. Tener nuestro propio libro de familia, después de casi treinta años pertenecer a la familia de nuestros padres, es un cambio sustancial que merece la pena celebrarse (sí, por algo es el bodorrio...).
Más si a ello le unimos que viviremos juntos dentro de poco... En ese tema, el de la búsqueda de piso para vivir, nos hemos adentrado hace poco, y la verdad que como será un piso de alquiler, tampoco queremos dudar demasiado. Mi cabeza no puede con trabajar, organizar la boda, tener una vida aparte de esta (que cada vez será menor) y buscar la casa ideal, así que nos contentaremos con "buscar una casa agradable y mona para nuestro primer año de casados". Y luego, Dios dirá...
Y sí, aunque cada día intento tener una vida aparte de la de novia en puertas, descubro que al final siempre acabo viniendo a Internet a buscar cositas, hablando con mi familia, mis amigas o mi novio de lo mismo. Ya me he resignado a ser principalmente esto en los meses siguientes: una futura novia, sin más asuntos urgentes aparte de la boda.
Pero he de admitir que me gusta... Nunca más espero ser una novia en puertas, sólo en este momento de mi vida. Un estado del que me quedan ocho semanitas... Y es que dos meses pasan volando, ¡si la Navidad hace nada estaba aquí! Así que ya mismo, llegará el mes de abril y comenzarán las bodas de la temporada primavera-verano 2012. De las bodas que tengo este año (y con la mía son la friolera de seis) somos los primeros. Al menos tenemos la ventaja de que nadie nos va a pisar ninguna sorpresa, atuendos (¡sí! ¡no es posible que nadie más lleve mi vestido o mis complementos! ¡la próxima que se casa soy yo!) y que para las próximas bodas ya vamos a estar muy tranquilitos...
La verdad que el año pasado, cuando fui a mi última boda, me recorrió un leve escalofrío cuando me dije: en siete meses, la próxima que se casa soy yo. Y pronto, muy pronto, ese día va a llegar.
Y aunque pase rapidísimo, como todo el mundo dice que se pasa, ¡espero pasarlo muy muy bien! Y que ese recuerdo dulce y amoroso nos dure toda la vida...
Por tanto, voy a intentar alejar a estos nervios que me están inundando sin que me dé cuenta; e ir tachando cosas de la lista de cosas pendientes de hacer. Estos próximos días, que no trabajo, me he propuesto efectuar las últimas compras, enviar las últimas invitaciones, aclarar la música y las lecturas, finalizar el expediente matrimonial y hacer algunos pagos que tenemos pendientes. Y luego, al final de esta semana, que espero que esté llena de actividad bodil, sentarme en una silla, relajarme y simplemente disfrutar...
De la sensación de felicidad de un día cada vez más cercano que está por venir, y de la tranquilidad de saber que lo tengo en un noventa por ciento preparado. El ser precavida tiene que tener sus ventajas ¿no?
Imágenes via The Brides Cafe
ohh el vestido es precioso!
ResponderEliminarbss
Nena, a tu pregunta de si es tan sencillo pasar de ser una novia organizadora y que se preocupa por todo a simplemente disfrutar de tu boda.La respuesta es: SI
ResponderEliminarEstá claro que también estarás al cuidado de detalles pero no al nivel de preparación que tienes ahora. Ese día ya está todo hecho, todo preparado y tan sólo te faltará disfrutarlo.
Ahora tienes más nervios porque aún te quedan cosas por hacer y cuando lo piensas las mariposillas asoman a tu estómago. Pero ese día estarás tranquila, ya lo verás y ya me lo dirás jejejeje.
Ten por seguro que lo disfrutaras mucho y con su más y con sus menos te espera una vida maravillosa al lado de la persona que quieres.
Besitos!!
Aivlis, gracias por tus palabras! Pues me fío 100% de tu consejo, por algo tú también has sido novia y sabes bien de lo que hablo...
ResponderEliminarSí, supongo que cuando ya no quede nada por organizar, no hay por qué sentir nervios, simplemente disfrutar del momento... Pero ay, aún quedan unos cuantos días para que esto llegue.
Besos!!
ayyyyy no te conocía!!!qué escalofríos que me han entrado al leer tu Blog!me ha encantado!!!
ResponderEliminar2 meses sólo para tu boda!qué envidia, qué emocion, esos momentos tan bonitos en el que sabes que tu vida va a ar un giro y vas a formar TU propia familia...
ME ENCANTA!!te sigo!!!
un besazo!
Hola!!!
ResponderEliminaracabo de comentarte, pero quería decirte que hoy has recibido por parte del Blog Quieres casarte conmigo? el premio Liebster Blog!porque tu Blog me ha enamorado, y me hubiese gustado conocerlo antes, pero de aquí al día B lo seguiré día a día.
Espero que te guste, puedes pasar a recogerlo aquí!
http://quierescasartecnmg.blogspot.com/2012/02/premios-liebster-blog.html
Me encanta tu blog. Te he conocido por Chica B que nos ha dado el premio Liebster. Me has emocionado leyéndote y a la misma vez imaginándome como será mi día B. Te quiero decir que disfrutes de tooodo y que seas muuy feliz.
ResponderEliminarPor cierto, te invito que visites bruna, hacemos tocados increíbles para estos días tan especiales... besos
www.tiendabruna.com
http://tiendabruna.blogspot.com
Cómo van los Premios Liebster???tenéis que seguir la cadena de premios ehhh!!!!!
ResponderEliminarun besazo!!!!
Sí, sí, estoy buscando nuevos blogs con menos de 200 seguidores para pasar el premio (¡es que algunos de los que me gustan ya lo tienen!). Me he dado una semana para re-descubrir la blogosfera alternativa ;)
ResponderEliminarBruna, me voy ahora mismo a tu blog a ver los tocados
El paso de "noviaquelopreparatodo" a "noviaquedisfrutadeldía" se da sin darse una cuenta... De repente todo fluye, los acontecimientos se suceden y te ves inundada de mil sentimientos y emociones irrepetibles... Entonces ya no importa el maquillaje (ni te acuerdas de retocarte, porque estás sumergida en algo más importante: SENTIR), ni del peinado, ni de tu traje, ni los detalles, que están ahí haciendo su función pero sin destacar, como debe ser...
ResponderEliminarDentro de dos meses sabrás de lo que hablo... y es estupendo :-)
Un beso fuerte,
M.