sábado, 25 de febrero de 2012

La ¿difícil? tarea de la búsqueda de piso

Esta semana he estado bastante liada. Y, por primera vez desde hace meses, no es con cosas del día B o específicas del trabajo, ¡¡es que estamos buscando piso!!


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Piso para vivir con mi novio (¡nop! rectifico: mi futuro marido) después de la boda, es decir, dentro de dos meses, aunque lo alquilaremos con un mes de antelación para ir llevando cosas. Y aunque pensaba que encontrar un piso que reuniera las características que queremos (la zona que queremos, buena relación calidad-precio, nada de muebles viejunos ni cuadros de la abuela) iba a ser cosa de un par de tardes (qué ingenua soy, ¿verdad?), al final la cosa se ha complicado un poquito...

En realidad, nuestro primer pisito de casados será de alquiler, y pequeñito, uno o dos dormitorios. No tiene por qué ser el piso perfecto, pues no pensamos estar ahí en principio más de un año. Con la inestabilidad económica que sacude el país, no sabemos si el año que viene yo tendré trabajo en otra ciudad, o mi novio, o si habremos ahorrado para comprarnos un pisito, o si nos cambiaremos porque encontremos otra cosa que se ajuste mejor a lo que queremos. Es decir, que sabemos que el piso será algo temporal y no para toda la vida, pero... ¡es que es nuestro primer pisito después de casados! Y por eso mismo, también quiero que sea bonito, y acogedor. Así que la búsqueda de mi piso no-perfecto no es tan sencilla como pudiera parecer...

(Esto me recuerda que yo, antes de ponerme a organizar la boda, pensaba que sería algo mucho más sencillo y más trivial; y no digo que sea una misión imposible, pero lleva su trabajo... y requiere enfrentarse a un montón de decisiones por primera vez. ¿Será que todo parece más fácil desde fuera?)


Pero bueno, ahí estamos, viendo pisos a veces con alegría y otras con un poco de desesperación (no, este barrio está muy lejos del centro; en este piso faltan muebles; este se nos sale de precio; y este es demasiado pequeño, nos vamos a agobiar). Lo bueno es que poco a poco, y a lo largo de esta semana, después de dar unos cuantos palos de ciego, hemos perfilado con claridad lo que NO queremos y lo que nos es IMPRESCINDIBLE. Y ahora ya vamos a ir a lo seguro. Como en la boda, al principio tantas cosas de repente agobian, pero cuando se dejan pasar los días, las preferencias se aposentan y es posible hacerse una visión más clara de la realidad.

 
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Lo mismo pasa con los vestidos de novia: cuando nunca te has probado uno, no sabes ni siquiera si los primeros te quedan bien, mal, van con tu estilo o no. Cuando ya llevas unos cuantos, y han pasado unos días, tu mente empieza a clarificar las ideas y por fin te ves en uno de ellos.

Para el piso, mi planteamiento básico es el mismo, y se lo digo a mi chico. La pregunta final, cuando acabamos de ver uno es: ¿me veo viviendo aquí? ¿Me imagino? Hay que fiarse un poquito de la intuición, de los pensamientos más viscerales; ésos que nos dicen que un lugar, por muy bien que esté en apariencia, no es para nosotros. Y viceversa.

Y es que matrimonio y hogar siempre suelen ir bastante unidos. Hay parejas que construyen o compran su casa y después, cuando ya les queda poco organizan la boda. Otras que hacen todo a la vez: eligen vestidos, menús y flores y cortinas, sofá y muebles de la cocina. Y hay parejas que, aunque llevan años viviendo juntos y deciden casarse, también hacen una pequeña reforma aprovechando la circunstancia de estar casados.

En fin, que tanto la búsqueda de la casa, como la organización de una boda personal y elegante, son tareas que exigen tiempo, dolores de cabeza, pequeñas discusiones, pero que con todo, suponen una tremenda ilusión... Nos permiten imaginar decenas de cosas, y decirle a nuestra pareja: ¿te imaginas cuando...? por ejemplo: ¿te imaginas el momento en que me veas pasar a la iglesia con mi precioso atuendo de novia?, al igual que ¿te imaginas los domingos por la tarde en el sofá, sin tener que movernos a ningún sitio?



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Y es que en estas semanas nuestros temas de conversación estrella como pareja son: la boda, el nuevo piso... Cosas que nos unen y de las que nos apetece (y necesitamos) hablar horas y horas. Y que además de entretenimiento nos están proporcionando nuevas capacidades, en serio.  Como son la experiencia en toma de decisiones y en la gestión del estrés.

Pero cuánto estamos madurando en estos últimos meses... :-)

1 comentario:

  1. Mucha suerte Miss Chloe, con tu busqueda de piso, seguro que al final encontrais algo que os cuadre :)
    Nosotros nos casamos hace unos meses y acabamos de comprarnos un piso, asi que se de lo que hablo! Veras que ilusion cuando encuentres ese en el que te veas viviendo...
    Un beso

    sencillamenteunaboda.blogspot.com

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