miércoles, 9 de enero de 2013

Autodisciplina. Día 6.

Cuando uno dice que hay un método para conseguir comprometerse a algo en díez días (a los que habría que sumarle un par de días más: el primero en que uno se compromete a hacer algo, y el segundo en el que se planea lo que se va a hacer, que en mi caso consistió en leer y meditar sobre la introducción del libro), lo normal es que quien esté a su alrededor argulla: "bah, es una bobada, es muy poco tiempo".

Yo también lo hubiera dicho, que conste. Pero resulta que ahora veo que no. QUE NO ES POCO TIEMPO. Diez días es bastante tiempo, de hecho. Si durante diez días, ininterrumpidamente (esta es la clave) haces algo a lo que le dedicas, mínimo de dos a tres horas al día, más el tiempo que pasas pensando en ello y no haciéndolo, descubres que diez días no es un plazo nada trivial.

Que le pregunten al que deja de fumar si diez días es mucho o poco. Diez días es todo un triunfo. Ir al gimnasio cinco días seguidos durante más de una hora también lo es.  Un día sin un hábito pernicioso que antes repetías veinte veces, también lo es.

¡Diez días, bien aprovechados, es mucho, mucho tiempo!

Es el tiempo suficiente para modificar un hábito. Y lo digo porque voy por el día seis, me quedan otros cuatro días, y noto que tengo una voluntad que no sabía que existía para destinar un tiempo bastante preciado a leer, escribir y meditar sobre la autodisciplina. Descubro que, de media, habré dedicado a trabajar activamente durante toda esta "operación autodisciplina" de 25 a 30 horas. Sin descanso, sin excusas, tras haber hecho una elección propia y no impuesta por jefes o situaciones exteriores ¡¡Es mucho!!


Así que a ti, si estás leyendo esto y es tu día seis, también te felicito, y te digo que dedicar todos los días un rato a leer estos post largos y eternos, también es un reto para ti. Y si acabas de descubrir este plan, entonces vuelve al principio y empieza de nuevo. Y dedica un ratito para leer un capítulo cada día. No vale ir más rápido ni más despacio. A mí también me pierde la curiosidad cuando acabo un nuevo capítulo, pero me he propuesto firmemente esperar y ser paciente. Y lo que uno elige y se propone, simplemente lo hace.



Llegados a este punto, hemos pasado a una fase diferente. Ya se han explorado los cinco miedos que sabotean inconscientemente nuesta capacidad de ponernos a trabajar y persistir. En este momento,  el autor hace una reflexión sobre las creencias (por supuesto, inadecuadas) que causan estos miedos.

Es decir, se supone que todo nuestro comportamiento está motivado por una serie de actitudes (o fuerzas psicológicas positivas y negativas, las cuales "entran en conflicto" en nuestro interior hasta que, o ganan las positivas, o lo hacen las negativas), que a su vez, están determinadas por una serie de creencias.



Para cambiar nuestros comportamientos pues, la forma más sensata es acudir al origen de los mismos, es decir a las creencias. Si cambiamos el comportamiento mismo pero no las actitudes o las creencias, observaremos que el problema desaparece por un tiempo pero reaparece de nuevo en un momento de distracción o debilidad. Leed esto otra vez porque no es nada trivial, y creo que es el principal motivo por el que fracasan tantos intentos de comenzar un nuevo proyecto. Hay que ir a la fuente, al origen de todo. A los miedos... y más allá.

Así pues, si queremos cambiar nuestros hábitos, tendremos que modificar nuestras actitudes y las creencias equivocadas o negativas sobre las que se sustentan. Y para ello, es indispensable que tengamos una cierta indicación de cuáles son estas creencias o cuándo están funcionando.

"Tienes que saber que la mayor parte de los elementos en un sistema de creencias contraproducente funcionan subconscientemente. Por lo que antes de que puedas neutralizar sus influencias en tu comportamiento, primero debes darte cuenta de su existencia, luego reconocer cuando estas creencias actúan, entonces así podrás minimizar su influencia. En otras palabras, para mejorar tu auto-disciplina tienes que trasladar tus creencias contraproducentes de tu subconsciente a tu consciente."

A partir de ahora, el resto del libro se centra en describir las principales creencias negativas inconscientes que obstaculizan nuestra disciplina. Por otra parte, junto a la descripción de las mismas, se proponen otras herramientas positivas que desarrollen y refuercen las fuerzas positivas que nos ayuden a emprender y finalizar acciones.

En definitiva, se trata de minimizar o neutralizar los aspectos psicológicos negativos que nos dificultan la autodisciplina, y desarrollar nuevos aspectos positivos.


La primera creencia negativa que se explora es el "todo o nada", es decir, la tendencia que tenemos a verlo todo el términos de blanco o negro, éxito absoluto o rotundo fracaso. Esta creencia, además, indica que sólo hay un modo correcto de hacer las cosas (claro, el camino que te lleva a ganar si lo sigues, o a perder si no lo sigues).

No es de extrañar que, ante pensamientos así, uno se sienta desalentado nada más empezar el camino: el todo parece demasiado amplio y demasiado difícil y el fracaso es absoluto y demoledor. Realmente pensar en estos términos es paralizante. Y el que no resulta paralizado, entonces acaba siendo un adicto al trabajo, pues en un mundo de "todo o nada" no hay posibilidad de un mínimo descuido, ni tampoco hay un momento que perder. Realmente este panorama, tanto en el sentido positivo como en el negativo, no hace factible una vida equilibrada y feliz.

Aceptar que nos movemos en una gama de grises, que no hay nada que sea completamente bueno o completamente malo, que de todo se puede aprender, que puede haber pequeños tropezones que no sean caída, y que no tenemos que llegar a lo más alto para triunfar, nos libera de la presión de comenzar, y ciertamente nos muestra un panorama más amable de la existencia. Y además más realista.

"Abordar a la vida en términos de “Todo o nada” es multiplicar tus fuerzas psicológicas negativas por diez. Esto significa que en esencia, que estas trabajando contra ti. Este tipo de batalla interior te vaciará de la energía necesaria para la perseverancia hacia cualquier objetivo.Un pensamiento “Todo o nada” es un elemento importante en los miedos subconscientes, que son elmayor obstáculo de la auto-disciplina "



Una vez examinada esta creencia, se propone la primera herramienta de poder que es la VISUALIZACIÓN. Ésta consiste en imaginarte, con el mayor lujo de detalles, realizando tu tarea y cumpliendo tu objetivo.

En este punto, el autor hace una reflexión que considero interesante, porque me ha sorprendido mucho. Dice que, antes de empezar a trabajar ACTIVAMENTE en un objetivo (empezar a hacer deporte, a dejar de fumar, un nuevo negocio, a escribir un libro, etc.) es mejor dedicar un tiempo previo a la decisión de actuar y a la preparación. En este tiempo, que estima en una semana, no hay que realizar la tarea en sí, pero sí imaginarse exactamente igual que si la estuvieras haciendo.

"Todas tus acciones y no acciones son dirigidas por las imágenes mentales que creas sobre tu objetivo o proyecto elegido. Los miedos y dudas de Hyde, estos que debilitan tu autodisciplina, con frecuencia toman la forma de imágenes más bien que palabras. Estas imágenes negativas pueden ser conscientemente transformadas en imágenes positivas. La visualización es simplemente una auto-conversación que usa cuadros mentales más que palabras."

¿Y cómo exactamente se hace esto, visualizar positivamente una actividad?

"Conscientemente crea películas mentales vivas que involucren tus sentidos. Digamos que tu objetivo es comenzar a levantarte una hora antes para entrenar. Entonces cada día durante una semana o dos antes de que te levantes más temprano por primera vez, visualízate haciéndolo. Escucha la alarma. Mírate a ti mismo estirándote y levantándote. Huele la mañana. Entonces mírate haciendo determinados ejercicios. La clave es incluir muchos detalles específicos en tus visualizaciones."

Se recomienda hacer este tipo de visualización "tan a menudo como posiblemente puedas; diez veces, cincuenta veces, cien veces diariamente. Tu visualización necesita sólo unos segundos para ser eficaz. Practica cada día la visualización durante una semana antes de que entres en la etapa de acción de tu proyecto. Cada vez que realmente te visualices haciendo tu proyecto, o varias partes de tu proyecto, ganarás el apoyo de tu subconsciente, y simultáneamente debilitarás la capacidad de Hyde de detener tu acción."

Reconozco que todo esto suena un tanto extraño, pero realmente se ha dicho muchas veces, a través de diferentes corrientes filosóficas, psicológicas e incluso esotéricas, que el pensamiento crea la realidad. Y desde luego, que QUERER es PODER. Nada mejor para contrastar la eficacia de estos principios que contrastarlos uno mismo ¿no?

¿Qué pensáis sobre esto? ¿Funciona inconscientemente la creencia del "todo o nada" en vuestra vidas? ¿Creéis que es más útil una etapa de preparación mental antes de comenzar a trabajar en un proyecto?

4 comentarios:

  1. Hola guapa, me alegro que te este resultando yo lo intentare cuando pase la boda que ahora bastante tengo encima. Por cierto muchas gracias por el enlace de tu blog al mio, me ha hecho una ilusion verlo!!! (igual llevo mucho tiempo pero yo me he percatado ahora) Muchos besitos

    Estela

    www.mipequenodiariodeboda.blogspot.com

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  2. Me parece muy interesante, ademas algo que yo practico mucho es visualizar antes de realizar cualquier proyecto como seria y ademas como bien dices, hacerlo de manera positiva... a mi me da buen resultado desde luego!!! ;) buen post!!! besooos!

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  3. Hola Estela! Entiendo que en tu caso hay otras prioridades que atender... ;) El enlace a tu blog lo puse hace poco, que estuve reestructurando el blog, porque me di cuenta que siempre iba a verlo y no lo tenía a mano!

    Paula, me alegra escuchar que esto de la visualización funciona!! Yo esta mañana lo he estado intentando desde la cama, jeje.

    Besos!

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  4. Aunque pueda parecer que he abandonado el planning durante estos días, no ha sido así. He estado de viaje y mi única conexión a la red era el móvil, así que me he limitado a leerte pero no he podido comentar.

    Yo cometía el error de no hacer una visualización positiva, sino negativa. Antes de emprender cualquier proyecto me ponía en lo peor, en el fracaso, porque entendía que si conocía el peor escenario y aún así estaba dispuesta a correr el riesgo, todo lo que me quedaba era "ganar", es decir, que cualquier sorpresa sería para bien... Lo hacía todo al revés!

    T.

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